15.Rastlin

“Por lo visto tendremos bastante tiempo aquí, ¿Por qué no aprovechados y me cuentas de qué se trata el símbolo del que tanto hablas?".

No te gusta la gran multitud que se mueve a tú alrededor, respondes gentilmente al enano:-Hay muchos oídos indiscretos, será mejor que lo hablemos en un lugar más privado, no queremos llamar la atención de nadie-.

Te dedicas a explorar tu entorno, no parecen muy buenos en su arte, un sólo buen curandero podrá hacer el trabajo de estos clérigos mucho más rápido. Estas un poco aburrido no te gusta la chusma que te rodea, ojala encuentres algún buen material en la biblioteca, pero bueno por el momento sólo puedes esperar…

15.Warfax:

El enano, sentado y con el brazo adolorido, espera ser atendido. Mientras tanto, y para hacer más corta la espera, se dirige al mago: " Por lo visto tendremos bastante tiempo aquí, ¿Por qué no aprobechamos y me cuentas de qué se trata el símbolo del que tanto hablas?".

15. Eventos

Warfax y Rastlin:

Los compañeros entran al templo. El mago parece despreciar a los clérigos de Lathander a los que llama por lo bajo "débiles plañideros".
Todos los sacerdotes están ocupados y un sirviente en la puerta los invita a sentarse en un banco que actúa cómo sala de espera. Les informa que en cuanto alguno de los acólitos este libre serán atendidos. El brazo de Warfax esta volviendo a dolerle con mucha intensidad, pero no queda más opción que esperar.



Criseide:

Todavía sorprendida por el repentino liderazgo del gnomo, Criseide se dirige acompañada por Lleorwyn al templo de Beregost para recuperar su añorada forma. Es increíble la cantidad de cosas que ha vivido en tan pocas horas y sabe que esto recién esta comenzando.
La pequeña ciudad es bastante concurrida, campesinos y mercaderes caminan de un lado al otro, aparentemente dirigiéndose a sus casas antes de que caiga la noche. También pueden verse varios personajes extraños que no pueden ser otra cosa que aventureros entrando a las posadas o charlando en las esquinas. Eso es bueno, significa más espadas para la inminente batalla.
El elfo la guía a través de las calles y la hace salir de la ciudad. Un poco apartado de los últimos edificios se encuentra un gran templo hermosamente ornamentado. Feliz, sabiendo que aquí seguramente podrán ayudarla atraviesa la gran arcada de la entrada.
Alrededor de una gran estatua del dios Lathander se encuentran varios sanadores atendiendo a algunos plebeyos. Un individuo les indica que deben aguardar en un banco encastrado en la pared de mármol. Ya es tarde y sólo parece haber dos individuos aguardando su turno. Indudablemente forman una pareja poco común. Un hombre de ojos terribles envuelto en una túnica roja y un enano con el brazo entablillado.

Wacka:

El paladín, su escudero y Wacka se dirigen a las oficinas del alcalde de Beregost. Cuando llegan a la plaza central se sorprenden de ver a dos veintenas de hombres del Puño Llameante montando varias tiendas. Aparentemente se trata de una patrulla ya que sus botas están cubiertas de barro y tienen aspecto agotado, no obstante ninguno muestra señales de batalla. El paladín sonríe y exclama: -Bien hallados compañeros, vuestra presencia no puede ser más oportuna.
Los soldados lo miran extrañados, pero no le prestan mayor atención y vuelven a su trabajo. Con nuevos ánimos, los compañeros se presentan ante la puerta del alcalde de Beregost dónde un guardia los detiene:
-Alto ciudadanos, el alcalde se encuentra ocupado. Está reunido con el capitán de esa compañía de soldados que veis ahí. Afortunadamente sólo están de paso, pero sin dudas dejaran la plaza hecha un chiquero y nos tocará a nosotros limpiarla.
Miles le explica la situación al guardia. Su voz emana autoridad y confianza, así que este les permite pasar.
En una lujosa sala los recibe un mayordomo que les pregunta a quien desean ver y desaparece tras una puerta de roble.
Mientras aguarda, el paladín le pregunta a Wacka si se siente bien y con quien hablaba en el camino.

14.Criseide

"El pequeño gnomo se aparto unos metros del grupo, al ver a su amigo Glodo sentado sobre una piedra cerca de la entrada del pueblo."
Los cuatro se miraron confundidos ante la reacción del gnomo, y hasta un poco asustados. Pero prefirieron no decirle nada, pues asumieron que el gnomo podría estar agotado por la larga caminata.

- Listo!, se nos ocurrió una explendida idea. Señor elfo, ¿Sería usted tan amable de acopañar a la desdichada Criseide a que le remuevan su maldición?, el templo no queda muy lejos de aquí y no deberían tener demasiados problemas. Miles y yo iremos directo a conseguir ayuda. Encuentrense con nosotros lo antes posible, en lo del alcalde. No pierdan tiempo.
La seguridad del gnomo termino de desconcertar al grupo, que ahora escuchaba desconfiado de cualquier palabra que podría salir de su boca. Sin embargo, ella estuvo de acuerdo con Wacka. Definitivamente sería más rápido si se separaban.
Criseide asintió al plan del gnomo, y comenzó a golpear muy suavemente la pierna del elfo, para que comenzaran a caminar. El elfo discutió brevemente con el paladín un par de detalles e inmediatamente el grupo se separó.

14.Wacka

El pequeño gnomo se aparto unos metros del grupo, al ver a su amigo Glodo sentado sobre una piedra cerca de la entrada del pueblo.
- Glodo!! Por fin te encuentro, ¿Donde te habías metido? -
- Si, perdoname, es que tuve que hacer un par de arreglos de ultimo momento, perdón por no avisarte.-
Wacka continuo escuchando la historia del otro gnomo, mientras sentía las miradas confundidas del resto del grupo y las voces secretivas del paladín y el elfo revolotenado en aire.
Unos segundos despues, el gnomo se dirigió al grupo con una sonrisa que ocupaba toda su cara:
- Listo!, se nos ocurrió una explendida idea. Señor elfo, ¿Sería usted tan amable de acopañar a la desdichada Criseide a que le remuevan su maldición?, el templo no queda muy lejos de aquí y no deberían tener demasiados problemas. Miles y yo iremos directo a conseguir ayuda. Encuentrense con nosotros lo antes posible, en lo del alcalde. No pierdan tiempo.

14.Rastlin

-"Tengo que dirigirme a ese templo lo antes posible, este dolor se torna insoportable. Imagino que me pedirán cierto dinero a cambio, espero que las monedas que me quedan alcancen. No se qué tienes pensado hacer de tu vida, pero creo que esa herida en tu pierna tampoco sanará por si sola, posiblemente alguien te pueda dar una mano a ti también. ¿Qué dices, me acompañas?".

Miras al enano y le respondes:-“He pasado un buen rato contigo, mi herida es algo muy difícil de tratar, un maestro en las artes de curación podría con ella, alguien tan experimentado como Sir Lot de Helmo, lástima que quedan muy pocos que hagan tan bien su oficio como él, no creo que pueda encontrar un solución en el templo local, pero tengo una propuesta para ti, después de todo tenemos una conversación pendiente, te acompañare al templo si luego no dirigimos a alguna posada, eso si, antes yo pasaré por la librería, soy buen amigo del viejo que la maneja capaz que posee algún material nuevo en el que pueda instruirme, cuando ya nos encontremos en un lugar seguro y tranquilo podremos conversar sobre el símbolo del capacete ¿Qué te parece?-.

Terminas de realizar tu propuesta al enano y esperas su respuesta. La verdad que todavía no te agrada mucho la idea de la ciudad, pero estás algo confiado, has tenido un poco de suerte últimamente y no se te ha cruzado por tu camino algún caza recompensas, fuera de eso tu herida no molesta demasiado, “Así que, ¿Qué mal te podría hacer un tiempito en la ciudad en compañía del enano? Después de todo podrían embarcarse en algún tipo de aventura”, este es el pensamiento que ronda por tu cabeza, aunque, en lo más profundo de tu mente, hay una duda que te atormenta, el símbolo en el capacete…

14.Warfax:

El enano de patas cortas se encuentra bastante agotado por el viaje y el dolor provocado por su lesión se comienza a agudizar. Al escuchar que el templo se encontraba a corta distancia y que allí podría encontrar la ayuda requerida, se dirige al mago:

-"Tengo que dirigirme a ese templo lo antes posible, este dolor se torna insoportable. Imagino que me pedirán cierto dinero a cambio, espero que las monedas que me quedan alcancen. No se qué tienes pensado hacer de tu vida, pero creo que esa herida en tu pierna tampoco sanará por si sola, posiblemente alguien te pueda dar una mano a ti también. ¿Qué dices, me acompañas?".

No sabe muy bien si seguir su viaje con el hechicero será la decisión correcta, no parece una persona muy bondadosa, pero no conoce a nadie más y él lo ha ayudado hasta ahora. Cree que es digno merecedor de algo de confianza.

14. Eventos

Warfax y Rastlin:

Marchan durante casi todo el dia. Conversando empiezan a conocerse. Evidentemente son personas muy distintas, pero el destino los ha juntado y por algun extraño motivo a pesar de las diferencias, parecen capaces de llevarse bastante bien.
Todavia se extienden languidos los últimos rayos del sol cuando avistan finalmente las primeras casas y granjas de Beregost. Al este un poco separado de la ciudad se encuentra un gran templo. Seguramente ahi el enano podrá sanar su brazo a cambio de un donativo simbolico. También pueden elegir dirigirse a cualquiera de las varias posadas de la ciudad para pasar la noche. De todas maneras, ahora que han llegado a destino, ya nada obliga a los dos caminantes a seguir juntos.

Criseide y Warfax:

El viaje transcurre sin inconvenientes y el grupo llega a Beregost mientras el sol empieza a esconderse.
Deben decidir que hacer a continuación. Miles propone ir sin demoras a buscar al alcalde para relatarle lo sucedido y empezar a preparar la defensa. Por otro lado, Criseide sigue maldita y seguramente en el templo de la ciudad puedan devolverle su estado normal.

13.Wacka y Criseide

A pesar de la turbia curiosidad que todos los integrantes de la compañía guardan en su interior, deciden dirigirse lo antes posible a Beregost. El pergamino podría esperar, pues la palabra del paladín parecía honesta.
La marcha continuo, esta vez silenciosa, incomoda y apresurada.

13.Warfax:

-“Compañero tomando en cuenta tu condición creo que sólo podemos utilizar el camino aunque sea peligroso, no me interesa porque se te adjudican tres asesinatos, tampoco encuentro problema en viajar con un fugitivo de la ley siempre y cuando no me traiga muchas dificultades, pero me parece primordial comenzar a movernos rápido, no es bueno quedarse en un lugar por mucho tiempo, podría hacer un poco más de poción de berrucosas si así lo deseas para aplacar un poco tu dolor, mientras más al norte de Nashkell viajemos menos oportunidades tendremos de que te descubran, así que ¿Qué opinas?-.

Al parecer no existen muchas opciones posibles, y la compania del mago sería de utilidad ya que sólo no podrías defenderte por ese maldito brazo roto.

-"Me parece que es lo mejor que poríamos hacer, espero que conozcas bien estos terrenos ya que yo nunca andube por aquí. Creo que ya deberíamos ir partiendo, no creo q dure mucho mas el efecto de la poción."

El enano agarra su hacha, la moja para disminuir su temperatura y se la cuelga en el cinturón. Se engancha el escudo en la espalda, su bolsa y el arco, y mira al mago esperando que también se aliste para el viaje.

13.Rastlin

Saboreas de mala gana la comida que te proveyó el enano, después de todo no sientes hambre, en tu mente sólo ronda el próximo paso a dar, el camino no es muy seguro pero el enano no puede continuar así debe encontrar ayuda pronto, sin más remedio crees que la decisión es tan sólo una. Es algo cómico pero los dos están escapando de la ley, te sorprendes el enano parecía bastante noble como para cometer algún asesinato seguramente lo debe haber hecho en defensa propia, crees, levantas la vista y miras al malherido.

-“Compañero tomando en cuenta tu condición creo que sólo podemos utilizar el camino aunque sea peligroso, no me interesa porque se te adjudican tres asesinatos, tampoco encuentro problema en viajar con un fugitivo de la ley siempre y cuando no me traiga muchas dificultades, pero me parece primordial comenzar a movernos rápido, no es bueno quedarse en un lugar por mucho tiempo, podría hacer un poco más de poción de berrucosas si así lo deseas para aplacar un poco tu dolor, mientras más al norte de Nashkell viajemos menos oportunidades tendremos de que te descubran, así que ¿Qué opinas?-.

Con estas palabras esperas ganarte un poco de su confianza, después de todo algo te dice que acontecimientos importantes está apunto de suceder al norte, el símbolo en el capacete es un indicio, y dónde hay acontecimientos importantes están el poder y nuevos conocimientos lo único que buscas en tu vida.

13. Eventos

Warfax y Rastlin:

El hechicero se encoje de hombros y esboza una sonrisa torcida. Usando su magia enciende un pequeño fuego, pide el hacha al enano y pone los huevos sobre ella, acercándola luego a las llamas.
Luego comen tranquilamente mientras conversan trivialidades y evitan hacer referencia a los sucesos recientes. Es extraña la frialdad con la que se toman la detención de su compañero, pero lo cierto es que apenas lo conocían y tienen otros problemas de los que ocuparse. Rastlin es un criminal buscado en Amn y aparentemente Warfax acaba de convertirse en uno, eso sin contar que necesita curar su brazo urgentemente.
Una vez satisfechos se ponen de pie y se preparan para partir. A Warfax le gustaría que el mago le explique que quiso decir el día anterior cuando hizo referencia a la marca que llevaba el ogro, pero no esta seguro de si debería abordarlo.

Wacka y Criseide:

El grupo marcha unido. Todos conversan y charlan aparentando estar distendidos, pero saben que deben apurarse o una ciudad entera podría ser destruida.
"No se que es lo que piensa usted sobre el pergamino, y tal vez no diga nada interesante, pero creo que si conseguimos un poco de polvo de Berilio, creo que podría ayudar. Por casualidad, ¿No sabes donde podemos conseguir ese elemento?"
El elfo se rasca la barbilla y dice:
-Bueno, al oeste de Beregost vive un mago llamado Thalantyr. He dormido en su casa una que otra vez y no es un mal tipo. Quizás tenga esos componentes que necesitas. De todas maneras no se si sea conveniente perder tiempo en eso en vez de ir directo al pueblo para advertirles. Por otro lado, si no tenemos el pergamino como prueba quizás el alcalde no nos escuche y nos tome como a un grupo de mercenarios embusteros.
El paladín es de la opinion de ir directo a Beregost, afirma que el alcalde no será capaz de dudar de la palabra de un sirviente de Tyr.
Criseide marcha convertida en loba y si bien entiende todo, no puede participar en la conversación mientras se mantenga en esa forma.

12.Criseide

"No estes tan triste, podría ser peor. Una vez vi a una mujer enano mientras se afeitaba la barba... tuve pesadillas por años... - La druida le devolió la sonrisa al pequeño gnomo, y a decir verdad, ya se estaba sintiendo mejor. El hechizo había sido solo superficial, cuando podría haber sido mucho peor. Sin embargo el alivio no duro mucho, imagenes escuras y fugazes de su maestro, de los orcos, del lobo... todo pasaba por su cabeza, y una pena inmensa invadía su corazón. Lobo. Los ojos de la joven se abrieron repentinamente ante este pensamiento y dijo en vos calmada:
"Señores, no se asusten por favor. Voy a transformarme en lobo, no solo para escapar de este inmundo aspecto físico al cual el degenerado mago me ha encadenado, sino para utilizar mi olfato y estar más atentos a sorpresas que podamos encontrarnos."
Sin esperar respuesta alguna, Criseide se transmuta y mira fijamente al elfo, reconociendo una mirada familiar en él. La mirada de una persona que ve más en los ojos de un animal que en los de un humano. El gnomo la mira fijamente, confundido, al igual que el paladín y su escudero. Sin embargo continuan la marcha cuando ven a la loba caminar de una manera mucho más segura y atemorizante que antes.
Criseide olfateaba discimuladamente el aire, pero por dentro sabía que sus intenciones no eran estar prevenidos ni mucho menos, deseaba sentir en el aire el amargo olor de la venganza.

12.Wacka

El pequeño gnomo no muestra objeción frente a la recomendación del paladín, de todas maneras, la posición de un gnomo en una batalla no importaba demasiado. Así comenzaron la marcha, rodeados de un silencio incómodo en el que solo se sentía la tosca respiración del escudero y el pesado sonido de las armaduras de Miles.
Wacka se dirigió silenciosamente a la muchacha:
"No estes tan triste, podría ser peor. Una vez vi a una mujer enano mientras se afeitaba la barba... tuve pesadillas por años... Haa no, estoy mintiendo, una vez un mago amigo mío tuvo problemas para utilizar el hechizo de polymorfar y..." - El gnomo se quedo pensativo por unos segundos, despues continuó. - "Mejor lo dejamos ahi, digamos que no estuvo lejos de lo de la enana.".
Despues de ofrecer a la druida una simpática e inoscente sonrisa, se dirigió al elfo:
"Disculpe señor elfo por haberlo confundido de tal manera, es que los de su raza tienen razgos tan finos y prolijos como los de las más bellas princesas de antaño. Aunque por supuesto su habilidad para clavar flechas en las cabezas de las personas no tienen comparación, sepa entender que no fue mi intención despreciarlo de ninguna manera."
Viendo que el elfo asintió con la cabeza en una señal de aceptación, el gnomo se retrasó un poco hasta quedar al lado de él, y le habló en un tono bajo:
"No se que es lo que piensa usted sobre el pergamino, y tal vez no diga nada interesante, pero creo que si conseguimos un poco de polvo de Berilio, creo que podría ayudar. Por casualidad, ¿No sabes donde podemos conseguir ese elemento?"

12.Warfax:

El lastimado enano recoge los huevos del nido y se dirige al campamento para pedirle al mago que haga algún fueguito para poder preparar algo de comer. En el camino de vuelta siente fuertes ganas de orinar, se ubica en posición paralela a un árbol y libera presiones. En ese momento logra escuchar:

- Maugan, por órdenes de tu padre, Sir Argoth, debes acompañarnos inmediatamente. Te esta esperando en Nashkell y desea hablar contigo. También buscamos a un enano fugitivo, causante de tres asesinatos en la posada del pueblo. Se rumoreaba que viajaba contigo pero no veo señales de él. Lamentablemente ya estamos en tierras extranjeras y no es conveniente que nos adentremos más a buscarlo. Por favor, no causes problemas y ven con nosotros. En cuanto a usted señor -observando inquisitivamente a Rastlin- no tenemos ordenes que lo involucren y puede marcharse.

-"Diablos! En que se habrá metido el flacucho este... Mejor no precipitarme, con el brazo en estas condiciones no seria muy inteligente de mi parte intervenir".

-“Llévenselo señores, no tengo la más mínima intención de ayudarlo, después de todo casi no lo conozco”.

-"Al parecer el poderoso hechicero no va a llevar a cabo acción alguna, tal vez lo mejor será dejar que se lo lleven, de todas maneras el que lo manda a llamar es su padre...Y que rayos!! Ellos también me buscan a mi!! Mejor me quedo oculto en este arbusto"

El enano, al ver partir a los guardias, decide avanzar hasta el campamento. Mira al mago directo a los ojos y, con solo un simple gesto de lastima, le dice:

-"Puedes preparar algo para alimentarnos con estos huevos y estos panes?? Con este brazo roto mucho no voy a poder hacer".

12.Rastlin

-¡Oye Radagust! Ayúdame compañero, inmoviliza a estos inútiles o algo así.-

Ya sabías de la presciencia del los soldados, tu hechizo de glifo custodio te advirtió con anterioridad, pero al ser soldados con la insignia de Amn decidiste dejarlos acercarse para saber el motivo de su visita, no sería bueno atacarlos sólo porque se acercan a tu campamento.

Con un poco de magia podrías deshacerte de ellos “¿Pero es necesario?” después de todo no te cae muy bien el bardo debilucho, “¿Qué ha hecho para merecer tu ayuda?”, te sacarías un peso de encima con tan sólo quedarte sentado. Además atacarlos no es una opción factible, si por intentar salvarlo descubrieran quién eres en realidad podría desencadenar muchos problemas para ti, pero por sobretodo el no tubo intenciones de ayudarte cuando te cruzaste con él por primera vez, y lamentblemente eres muy rencoroso.

-“Llévenselo señores, no tengo la más mínima intención de ayudarlo, después de todo casi no lo conozco”-Gozas enormemente por tus adentros cuando terminas de pronunciar estas palabras.

Observas como los soldados lo llevan custodiado, en su cara se nota una gran ira, puede ser la última vez que lo veas en tu vida, te recuestas contra un árbol a esperar que el enano regrese…..

12. Eventos

Wacka y Criseide:

La druida se mira a un pequeño espejo y examina su horrible nueva cara. Esta desconsolada, pero no hay mucho más que pueda hacer. Se lava en una palangana con agua y baja a encontrarse con sus compañeros.
Ve al paladín y a su escudero sentados en una mesa junto a un encapuchado, y nota al hombrecillo del día anterior acercandose a saludarlos.

- Entonces... ¿Hacia donde vamos? Los gnomos no estamos diseñados para extensas caminatas, pero somos arduos aventureros y curiosamente nuestros pies son muy ligeros. Tampoco llevo mucho equipaje, asi que podría ayudarlos con algo, sobre todo para evitar que la dama lleve carga

El aludido hecha hacia atrás la capucha, descubriendo su rostro. Se trata de un elfo de facciones hermosas pero severas y melaconcolicas.

-Veo que eres locuaz gnomo, pero tus poderes de observación van muy a la zaga de tu lengua. Soy Lleorwyn Aerendë explorador y aventurero. Llevo varios años patrullando las tierras a la redonda y cazando a toda criatura maligna cuyo rastro encuentre. Miles es un viejo amigo y me ha contado de vuestro trance. Sabe bien que siempre estoy dispuesto a clavar unas cuantas flechas en la cabeza de esas inmundas bestias. -en ese momento gira la cabeza y nota la presencia de la druida- Bueno, si no me equivoco aquella debe ser Criseide. Veo que ese mago te jugo una verdadera mala pasada muchacha, pero te aseguro que lo revertiremos.

En ese momento Criseide se aproxima y la invitan a sentarse. Ella vuelve a contar su historia y a describir el pergamino y todos expresan sus opiniones. Comen y beben hasta estar saciados y se disponen a partir a Beregost. Cuando llegan a la puerta de la muralla el paladín organiza una formación: Él y Derevan encabezaran la marcha, los seguiran Wacka y Criseide; y Lleorwyn cubrirá la retaguardia.

Warfax:

Investigas los alrededores y no ves nada ni remotamente comestible. Desciendes de las rocas y te internas un poco entre lo árboles y un poco más adelante descubres un gordo conejo. Intentas tensar tu arco pero tu brazo no responde y la flecha cae entre la hierba. El animal para sus orejas ante el sutil sonido y huye. Maldiciendo, pateas un roble cercano y un nido con 4 grandes huevos cae a tu lado. Bueno, mejor eso que nada. Junto con los panes de tu mochila (que ya deben estar bastante duros) quizás puedas preparar un desayuno exiguo pero nutritivo. De repente escuchas un extraño sonido que parece venir de tu campamento.

Rastlin:

Mientras esperas al enano te dedicas a practicar tus conjuros. Maugan sigue acostado y te mira sin demasiado interés. En ese momento, tu alarma mágica empieza a ulular y apenas tienes tiempo de ponerte en guardia antes de que una docena de soldados amnianos se presente ante vosotros. Quien por su yelmo parece el capitán se dirije al joven:

- Maugan, por ordenes de tu padre, Sir Argoth, debes acompañarnos inmediatamente. Te esta esperando en Nashkell y desea hablar contigo. También buscamos a un enano fugitivo, causante de tres asesinatos en la posada del pueblo. Se rumoreaba que viajaba contigo pero no veo señales de él. Lamentablemente ya estamos en tierras extranjeras y no es conveniente que nos adentremos más a buscarlo. Por favor, no causes problemas y ven con nosotros. En cuanto a usted señor -observando inquisitivamente a Rastlin- no tenemos ordenes que lo involucren y puede marcharse.

El bardo intenta lanzarse cuesta abajo a la carrera pero dos guardias lo alcanzan y deferentemente pero con firmeza lo toman por los brazos. El contingente forma a su alrededor y se dirige hacia el camino.
Maugan en un intento desesperado grita: -¡Oye Radagust! Ayudame compañero, inmoviliza a estos inútiles o algo así.

Orden de posteo Rastlin antes de Warfax. Si Rastlin no actua, para cuando Warfax llegue los soldados ya estarán marchandose y no necesariamente verán al enano

11. Rastlin

Tu meditación es interrumpida por la voz del enano “A ver a ver!! Despierten dormilones!! Tenemos un largo trecho por caminar y no tengo la más ligera gana de tener que hacerlo con éste dolor en el brazo, quiero encontrar algún curandero que me ayude con urgencia".

Te sobresaltas un poco pero en un segundo recuerdas lo sucedido últimamente. La noche te a servido para aclarar tu mente un poco, ya sabes en dónde habías visto ese extraño símbolo en el capacete del ogro. Pero todavía tienen una larga jornada de viaje, no deseas abrumarlos con tan raras noticias, Bergost parece una buena opción, has dejado sentir la extraña sensación en tu cuerpo, no sabes que pudo significar. “¿De repente disfrutas de la compañía a la que te has unido?” No, alguien de tu envergadura con un bardo debilucho y un guerrero enano “¿Disfrutando?” Rápidamente te quitas ese pensamiento de la cabeza, por ahora decides que lo mejor es ayudar al enano quien se ha ganado un poco de tu respeto, después de todo te proporcionó la poción curativa que necesitabas, pero “¿Qué es lo que sucede contigo?” Tú mente no lo entiende “¿Por qué sientes compasión por él?”, estás bastante confundido la compasión es un sentimiento que es ajeno a tu ser hace mucho tiempo.

Dejas de lado esos pensamientos y comienzas a pensar en el viaje que es inevitable, no pueden permanecer en ese lugar por mucho tiempo, “¿Pero tendrán que utilizar el camino?” No puedes explicarles que te persiguen varios cazas recompensas y que tu cabeza tiene un buen precio, y no cabe duda de que el enano no se puede aventurar por el descampado con el brazo así, sin lugar a dudas el camino es la única opción. “¿Aunque podrías abandonarlos?”, decides que es mejor esperar a ver si ellos solicitan tu compañía.

Te levantas apoyándote sobre tu bastón, saludas cordialmente al enano, observas a tu alrededor y comienzas a recolectar algunas hierbas que consideras podrían se útiles en el futuro, esperando a que tomen una decisión sobre el rumbo y la vía a tomar.

11.Wacka

  El gnomo se tapa el estomago con una mano para intentar disimular el sonido que hacen sus tripas pidiendo algo de comer. Se acerca lentamente a la mesa del paladín, inclina la cabeza y los saluda:
- Buenos días a todos, estuve considerando la posibilidad de acompañarlos, y me parece que no les vendría mal la companía de un gnomo. Mis buenos amigos Glodo Y Geia viajaban conmigo, y ahora deben estar recorriendo el pueblo, espero que no les moleste si me detengo a saludarlos en caso de que los encuentre, pero dudo que eso suceda-.
   Mientras habla, Wacka se acerca un banco pequeño que estaba sin uso en la mesa de atrás y se sienta junto al escudero.
- Entonces... ¿Hacia donde vamos? Los gnomos no estamos diseñados para extensas caminatas, pero somos arduos aventureros y curiosamente nuestros pies son muy ligeros. Tampoco llevo mucho equipaje, asi que podría ayudarlos con algo, sobre todo para evitar que la dama lleve carga (mira de ojo a la encapuchada y le sonríe)-.
   Sin interrumpir la conversación, señala algunos restos de comida que había sobre la mesa pidendo permiso para tomar algo, y ante una mirada un poco incomoda pero positiva del paladín comienza a comer de manera muy educada, algo muy común entre los gnomos.
- Disculpenme si hablo mucho, pueden hacerme callar cuando quieran, a veces no me controlo... ¿Que les estaba diciendo?... ha si, ¿Hacia donde vamos?

11.Warfax:

Un rayo de luz solar y el canto de los pájaros logran que vuelva de ese tan agradable sueño. Se estira y, sin intención, su brazo golpea contra un árbol:-"Diablos! Maldito ogro! Me había olvidado que tenía esta lesión..". Logra ponerse de pié para poder apreciar el grandioso paisaje. Sabe que el efecto de la poción no durará mucho, y ya con las energías renovadas sería prudente despertar a sus compañeros para seguir viaje.

-" A ver a ver!! Despierten dormilones!! Tenemos un largo trecho por caminar y no tengo la más ligera gana de tener que hacerlo con éste dolor en el brazo, quiero encontrar algún curandero que me ayude con urgencia".

Al ver que no reaccionan decide aprovechar para buscar algo que comer. Nota que su brazo derecho todavía le es de utilidad y posee las energías suficientes para cazar algún animal que ande rondando por los alrededores.

11. Eventos

Criseide:
Sientes alguien moviendo suavemente tu hombro, abres los ojos y ves a Miles que te dice:

-Buenos días Criseide, ¿como dormiste? Espero que hayas recuperado fuerzas ya que partimos a Beregost. Ahora te dejaré a solas para que puedas arreglarte, te esperaremos en el salón para comer algo. No tardes por favor.

Wacka:

Te levantas de tu sucio jergón y compruebas tus pertenencias. No parece faltarte nada. Miras alrededor y sólo ves a un par de campesinos durmiendo en la habitación con sus fardos como almohada. Te hubiera gustado despedirte de Brandegin, pero no hay rastros de él.
Bajas al salón y en una mesa cubierta de comida ves sentados al paladín, a su escudero y a un extraño cuyo rostro se esconde entre las sombras de una capucha verde oscuro. Hace varias horas que no pruebas bocado y se te hace agua la boca.

Warfax, Rastlin y Maugan:

La noche al aire libre fue bastante agradable. No pasaron frio y más allá de estar un poco entumecidos, sus cuerpos han repuesto energía.
Tampoco hubo una traición, nadie degolló a sus compañeros mientras dormían ni huyó con sus pertenencias, algo destacable si se tiene en cuenta que no sois más que un grupo de extraños viajando juntos por casualidad.
Si marcháis a buen paso, llegareis a Beregost antes de que oscurezca nuevamente, sin embargo primero deberíais comer algo.

10. Wacka

Sin eventos de interes mayor durante esa noche. Wacka pensó toda la noche en sus posibilidades, y a decir verdad, no tenía mucho dinero encima ni tampoco un rumbo a donde ir, asi que la oferta del paladín no sonaba tan mal.
Decididamente los esperó a la mañana siguiente, para continuar el viaje.

10. Eventos

Wacka:

Ante la intempestiva partida de la druida el paladín se excusa por su rudo comportamiento:

-Debes disculparla mi buen amigo, es apenas una niña y este a sido un duro golpe para ella. Entiendo por tus palabras que has escuchado nuestra amable conversación con ese hechicero y que conoces el lío en que estamos metidos. Necesitaremos toda la ayuda posible para salvar la ciudad y si deseas acompañarnos eres bienvenido. Por cierto, soy Miles de Nogaret, ¿Quien eres tu viajero y que te trae por aquí?

(Después de la respuesta de Wacka)

-Bueno encantado de conocerte, pero ahora necesito descansar. Si aún deseas acompañarnos, podrás encontrarnos mañana en el salón principal poco después del segundo canto del gallo. Sin embargo debo prevenirte, las cosas podrían ponerse complicadas y entenderé perfectamente si decides no arriesgar tu vida en una causa que no es la tuya.

El paladín estrecha fuertemente tu mano y se retira.

Maugan, Criseide, Rastlin y Warfax: Duermen, no tienen acciones. Si alguno tiene algún sueño particular puede escribirlo.

9. Criseide

Las palabras de Miles no logran tranquilizar a Criseide. Sabe que su intención es buena, pero no la convence.
A sus espaldas escucha una vocecilla que dice:

- Disculpen mi intromisión, pero lamento mucho lo ocurrido. Intenté ayudarlos, pues ese Zaal no se cuanto es un desgraciado. Sin embargo, me parece que la actitud de la.... señorita.... no fue la más adecuada. Si todavía necesitan ayuda, yo podría utilizar mi humilde conocimiento de la magia para ayudarte con el pergamino, pero todavía necesitaremos conseguir el Berilio.
Por supuesto no voy a cobrarles por el servicio, pero si les voy a sugerir mi compañía, pues el otro gnomo con el que viajaba a sido golpeado por el repugnante mago y ya tuvo suficiente aventura por un tiempo. Si bien mis pasos son cortos, prometo no ser una carga.
¿Que les parece?-


La druida no se siente con fuerzas ni ganas de hablar con nadie. Tapandose la cara con las manos para que nadie pueda ver su feo rostro, saluda con un movimiento e cabeza al extraño y sale corriendo. Miles ordena a su escudero que la acompañe hasta su habitación. Una vez allí se arroja sobre la cama y llora hasta quedarse dormida.

9. Maugan

El bardo no confía en sus nuevos compañeros, no le gusta este mago ya que parece demasiado seguro de si mismo y difícil de controlar.
El motivo por el que se ofreció a hacer la primera guardia fue únicamente para poder examinar mejor al hechicero.
Este esta durmiendo con los ojos entreabiertos y un hilo de saliva cayendo por la comisura de su boca. No parece ser una amenaza por el momento.
Poco a poco el sueño va ganandole a Maugan, quién empieza a sumirse en un profundo sopor.