15.Rastlin

“Por lo visto tendremos bastante tiempo aquí, ¿Por qué no aprovechados y me cuentas de qué se trata el símbolo del que tanto hablas?".

No te gusta la gran multitud que se mueve a tú alrededor, respondes gentilmente al enano:-Hay muchos oídos indiscretos, será mejor que lo hablemos en un lugar más privado, no queremos llamar la atención de nadie-.

Te dedicas a explorar tu entorno, no parecen muy buenos en su arte, un sólo buen curandero podrá hacer el trabajo de estos clérigos mucho más rápido. Estas un poco aburrido no te gusta la chusma que te rodea, ojala encuentres algún buen material en la biblioteca, pero bueno por el momento sólo puedes esperar…

15.Warfax:

El enano, sentado y con el brazo adolorido, espera ser atendido. Mientras tanto, y para hacer más corta la espera, se dirige al mago: " Por lo visto tendremos bastante tiempo aquí, ¿Por qué no aprobechamos y me cuentas de qué se trata el símbolo del que tanto hablas?".

15. Eventos

Warfax y Rastlin:

Los compañeros entran al templo. El mago parece despreciar a los clérigos de Lathander a los que llama por lo bajo "débiles plañideros".
Todos los sacerdotes están ocupados y un sirviente en la puerta los invita a sentarse en un banco que actúa cómo sala de espera. Les informa que en cuanto alguno de los acólitos este libre serán atendidos. El brazo de Warfax esta volviendo a dolerle con mucha intensidad, pero no queda más opción que esperar.



Criseide:

Todavía sorprendida por el repentino liderazgo del gnomo, Criseide se dirige acompañada por Lleorwyn al templo de Beregost para recuperar su añorada forma. Es increíble la cantidad de cosas que ha vivido en tan pocas horas y sabe que esto recién esta comenzando.
La pequeña ciudad es bastante concurrida, campesinos y mercaderes caminan de un lado al otro, aparentemente dirigiéndose a sus casas antes de que caiga la noche. También pueden verse varios personajes extraños que no pueden ser otra cosa que aventureros entrando a las posadas o charlando en las esquinas. Eso es bueno, significa más espadas para la inminente batalla.
El elfo la guía a través de las calles y la hace salir de la ciudad. Un poco apartado de los últimos edificios se encuentra un gran templo hermosamente ornamentado. Feliz, sabiendo que aquí seguramente podrán ayudarla atraviesa la gran arcada de la entrada.
Alrededor de una gran estatua del dios Lathander se encuentran varios sanadores atendiendo a algunos plebeyos. Un individuo les indica que deben aguardar en un banco encastrado en la pared de mármol. Ya es tarde y sólo parece haber dos individuos aguardando su turno. Indudablemente forman una pareja poco común. Un hombre de ojos terribles envuelto en una túnica roja y un enano con el brazo entablillado.

Wacka:

El paladín, su escudero y Wacka se dirigen a las oficinas del alcalde de Beregost. Cuando llegan a la plaza central se sorprenden de ver a dos veintenas de hombres del Puño Llameante montando varias tiendas. Aparentemente se trata de una patrulla ya que sus botas están cubiertas de barro y tienen aspecto agotado, no obstante ninguno muestra señales de batalla. El paladín sonríe y exclama: -Bien hallados compañeros, vuestra presencia no puede ser más oportuna.
Los soldados lo miran extrañados, pero no le prestan mayor atención y vuelven a su trabajo. Con nuevos ánimos, los compañeros se presentan ante la puerta del alcalde de Beregost dónde un guardia los detiene:
-Alto ciudadanos, el alcalde se encuentra ocupado. Está reunido con el capitán de esa compañía de soldados que veis ahí. Afortunadamente sólo están de paso, pero sin dudas dejaran la plaza hecha un chiquero y nos tocará a nosotros limpiarla.
Miles le explica la situación al guardia. Su voz emana autoridad y confianza, así que este les permite pasar.
En una lujosa sala los recibe un mayordomo que les pregunta a quien desean ver y desaparece tras una puerta de roble.
Mientras aguarda, el paladín le pregunta a Wacka si se siente bien y con quien hablaba en el camino.

14.Criseide

"El pequeño gnomo se aparto unos metros del grupo, al ver a su amigo Glodo sentado sobre una piedra cerca de la entrada del pueblo."
Los cuatro se miraron confundidos ante la reacción del gnomo, y hasta un poco asustados. Pero prefirieron no decirle nada, pues asumieron que el gnomo podría estar agotado por la larga caminata.

- Listo!, se nos ocurrió una explendida idea. Señor elfo, ¿Sería usted tan amable de acopañar a la desdichada Criseide a que le remuevan su maldición?, el templo no queda muy lejos de aquí y no deberían tener demasiados problemas. Miles y yo iremos directo a conseguir ayuda. Encuentrense con nosotros lo antes posible, en lo del alcalde. No pierdan tiempo.
La seguridad del gnomo termino de desconcertar al grupo, que ahora escuchaba desconfiado de cualquier palabra que podría salir de su boca. Sin embargo, ella estuvo de acuerdo con Wacka. Definitivamente sería más rápido si se separaban.
Criseide asintió al plan del gnomo, y comenzó a golpear muy suavemente la pierna del elfo, para que comenzaran a caminar. El elfo discutió brevemente con el paladín un par de detalles e inmediatamente el grupo se separó.

14.Wacka

El pequeño gnomo se aparto unos metros del grupo, al ver a su amigo Glodo sentado sobre una piedra cerca de la entrada del pueblo.
- Glodo!! Por fin te encuentro, ¿Donde te habías metido? -
- Si, perdoname, es que tuve que hacer un par de arreglos de ultimo momento, perdón por no avisarte.-
Wacka continuo escuchando la historia del otro gnomo, mientras sentía las miradas confundidas del resto del grupo y las voces secretivas del paladín y el elfo revolotenado en aire.
Unos segundos despues, el gnomo se dirigió al grupo con una sonrisa que ocupaba toda su cara:
- Listo!, se nos ocurrió una explendida idea. Señor elfo, ¿Sería usted tan amable de acopañar a la desdichada Criseide a que le remuevan su maldición?, el templo no queda muy lejos de aquí y no deberían tener demasiados problemas. Miles y yo iremos directo a conseguir ayuda. Encuentrense con nosotros lo antes posible, en lo del alcalde. No pierdan tiempo.

14.Rastlin

-"Tengo que dirigirme a ese templo lo antes posible, este dolor se torna insoportable. Imagino que me pedirán cierto dinero a cambio, espero que las monedas que me quedan alcancen. No se qué tienes pensado hacer de tu vida, pero creo que esa herida en tu pierna tampoco sanará por si sola, posiblemente alguien te pueda dar una mano a ti también. ¿Qué dices, me acompañas?".

Miras al enano y le respondes:-“He pasado un buen rato contigo, mi herida es algo muy difícil de tratar, un maestro en las artes de curación podría con ella, alguien tan experimentado como Sir Lot de Helmo, lástima que quedan muy pocos que hagan tan bien su oficio como él, no creo que pueda encontrar un solución en el templo local, pero tengo una propuesta para ti, después de todo tenemos una conversación pendiente, te acompañare al templo si luego no dirigimos a alguna posada, eso si, antes yo pasaré por la librería, soy buen amigo del viejo que la maneja capaz que posee algún material nuevo en el que pueda instruirme, cuando ya nos encontremos en un lugar seguro y tranquilo podremos conversar sobre el símbolo del capacete ¿Qué te parece?-.

Terminas de realizar tu propuesta al enano y esperas su respuesta. La verdad que todavía no te agrada mucho la idea de la ciudad, pero estás algo confiado, has tenido un poco de suerte últimamente y no se te ha cruzado por tu camino algún caza recompensas, fuera de eso tu herida no molesta demasiado, “Así que, ¿Qué mal te podría hacer un tiempito en la ciudad en compañía del enano? Después de todo podrían embarcarse en algún tipo de aventura”, este es el pensamiento que ronda por tu cabeza, aunque, en lo más profundo de tu mente, hay una duda que te atormenta, el símbolo en el capacete…

14.Warfax:

El enano de patas cortas se encuentra bastante agotado por el viaje y el dolor provocado por su lesión se comienza a agudizar. Al escuchar que el templo se encontraba a corta distancia y que allí podría encontrar la ayuda requerida, se dirige al mago:

-"Tengo que dirigirme a ese templo lo antes posible, este dolor se torna insoportable. Imagino que me pedirán cierto dinero a cambio, espero que las monedas que me quedan alcancen. No se qué tienes pensado hacer de tu vida, pero creo que esa herida en tu pierna tampoco sanará por si sola, posiblemente alguien te pueda dar una mano a ti también. ¿Qué dices, me acompañas?".

No sabe muy bien si seguir su viaje con el hechicero será la decisión correcta, no parece una persona muy bondadosa, pero no conoce a nadie más y él lo ha ayudado hasta ahora. Cree que es digno merecedor de algo de confianza.

14. Eventos

Warfax y Rastlin:

Marchan durante casi todo el dia. Conversando empiezan a conocerse. Evidentemente son personas muy distintas, pero el destino los ha juntado y por algun extraño motivo a pesar de las diferencias, parecen capaces de llevarse bastante bien.
Todavia se extienden languidos los últimos rayos del sol cuando avistan finalmente las primeras casas y granjas de Beregost. Al este un poco separado de la ciudad se encuentra un gran templo. Seguramente ahi el enano podrá sanar su brazo a cambio de un donativo simbolico. También pueden elegir dirigirse a cualquiera de las varias posadas de la ciudad para pasar la noche. De todas maneras, ahora que han llegado a destino, ya nada obliga a los dos caminantes a seguir juntos.

Criseide y Warfax:

El viaje transcurre sin inconvenientes y el grupo llega a Beregost mientras el sol empieza a esconderse.
Deben decidir que hacer a continuación. Miles propone ir sin demoras a buscar al alcalde para relatarle lo sucedido y empezar a preparar la defensa. Por otro lado, Criseide sigue maldita y seguramente en el templo de la ciudad puedan devolverle su estado normal.

13.Wacka y Criseide

A pesar de la turbia curiosidad que todos los integrantes de la compañía guardan en su interior, deciden dirigirse lo antes posible a Beregost. El pergamino podría esperar, pues la palabra del paladín parecía honesta.
La marcha continuo, esta vez silenciosa, incomoda y apresurada.

13.Warfax:

-“Compañero tomando en cuenta tu condición creo que sólo podemos utilizar el camino aunque sea peligroso, no me interesa porque se te adjudican tres asesinatos, tampoco encuentro problema en viajar con un fugitivo de la ley siempre y cuando no me traiga muchas dificultades, pero me parece primordial comenzar a movernos rápido, no es bueno quedarse en un lugar por mucho tiempo, podría hacer un poco más de poción de berrucosas si así lo deseas para aplacar un poco tu dolor, mientras más al norte de Nashkell viajemos menos oportunidades tendremos de que te descubran, así que ¿Qué opinas?-.

Al parecer no existen muchas opciones posibles, y la compania del mago sería de utilidad ya que sólo no podrías defenderte por ese maldito brazo roto.

-"Me parece que es lo mejor que poríamos hacer, espero que conozcas bien estos terrenos ya que yo nunca andube por aquí. Creo que ya deberíamos ir partiendo, no creo q dure mucho mas el efecto de la poción."

El enano agarra su hacha, la moja para disminuir su temperatura y se la cuelga en el cinturón. Se engancha el escudo en la espalda, su bolsa y el arco, y mira al mago esperando que también se aliste para el viaje.

13.Rastlin

Saboreas de mala gana la comida que te proveyó el enano, después de todo no sientes hambre, en tu mente sólo ronda el próximo paso a dar, el camino no es muy seguro pero el enano no puede continuar así debe encontrar ayuda pronto, sin más remedio crees que la decisión es tan sólo una. Es algo cómico pero los dos están escapando de la ley, te sorprendes el enano parecía bastante noble como para cometer algún asesinato seguramente lo debe haber hecho en defensa propia, crees, levantas la vista y miras al malherido.

-“Compañero tomando en cuenta tu condición creo que sólo podemos utilizar el camino aunque sea peligroso, no me interesa porque se te adjudican tres asesinatos, tampoco encuentro problema en viajar con un fugitivo de la ley siempre y cuando no me traiga muchas dificultades, pero me parece primordial comenzar a movernos rápido, no es bueno quedarse en un lugar por mucho tiempo, podría hacer un poco más de poción de berrucosas si así lo deseas para aplacar un poco tu dolor, mientras más al norte de Nashkell viajemos menos oportunidades tendremos de que te descubran, así que ¿Qué opinas?-.

Con estas palabras esperas ganarte un poco de su confianza, después de todo algo te dice que acontecimientos importantes está apunto de suceder al norte, el símbolo en el capacete es un indicio, y dónde hay acontecimientos importantes están el poder y nuevos conocimientos lo único que buscas en tu vida.

13. Eventos

Warfax y Rastlin:

El hechicero se encoje de hombros y esboza una sonrisa torcida. Usando su magia enciende un pequeño fuego, pide el hacha al enano y pone los huevos sobre ella, acercándola luego a las llamas.
Luego comen tranquilamente mientras conversan trivialidades y evitan hacer referencia a los sucesos recientes. Es extraña la frialdad con la que se toman la detención de su compañero, pero lo cierto es que apenas lo conocían y tienen otros problemas de los que ocuparse. Rastlin es un criminal buscado en Amn y aparentemente Warfax acaba de convertirse en uno, eso sin contar que necesita curar su brazo urgentemente.
Una vez satisfechos se ponen de pie y se preparan para partir. A Warfax le gustaría que el mago le explique que quiso decir el día anterior cuando hizo referencia a la marca que llevaba el ogro, pero no esta seguro de si debería abordarlo.

Wacka y Criseide:

El grupo marcha unido. Todos conversan y charlan aparentando estar distendidos, pero saben que deben apurarse o una ciudad entera podría ser destruida.
"No se que es lo que piensa usted sobre el pergamino, y tal vez no diga nada interesante, pero creo que si conseguimos un poco de polvo de Berilio, creo que podría ayudar. Por casualidad, ¿No sabes donde podemos conseguir ese elemento?"
El elfo se rasca la barbilla y dice:
-Bueno, al oeste de Beregost vive un mago llamado Thalantyr. He dormido en su casa una que otra vez y no es un mal tipo. Quizás tenga esos componentes que necesitas. De todas maneras no se si sea conveniente perder tiempo en eso en vez de ir directo al pueblo para advertirles. Por otro lado, si no tenemos el pergamino como prueba quizás el alcalde no nos escuche y nos tome como a un grupo de mercenarios embusteros.
El paladín es de la opinion de ir directo a Beregost, afirma que el alcalde no será capaz de dudar de la palabra de un sirviente de Tyr.
Criseide marcha convertida en loba y si bien entiende todo, no puede participar en la conversación mientras se mantenga en esa forma.

12.Criseide

"No estes tan triste, podría ser peor. Una vez vi a una mujer enano mientras se afeitaba la barba... tuve pesadillas por años... - La druida le devolió la sonrisa al pequeño gnomo, y a decir verdad, ya se estaba sintiendo mejor. El hechizo había sido solo superficial, cuando podría haber sido mucho peor. Sin embargo el alivio no duro mucho, imagenes escuras y fugazes de su maestro, de los orcos, del lobo... todo pasaba por su cabeza, y una pena inmensa invadía su corazón. Lobo. Los ojos de la joven se abrieron repentinamente ante este pensamiento y dijo en vos calmada:
"Señores, no se asusten por favor. Voy a transformarme en lobo, no solo para escapar de este inmundo aspecto físico al cual el degenerado mago me ha encadenado, sino para utilizar mi olfato y estar más atentos a sorpresas que podamos encontrarnos."
Sin esperar respuesta alguna, Criseide se transmuta y mira fijamente al elfo, reconociendo una mirada familiar en él. La mirada de una persona que ve más en los ojos de un animal que en los de un humano. El gnomo la mira fijamente, confundido, al igual que el paladín y su escudero. Sin embargo continuan la marcha cuando ven a la loba caminar de una manera mucho más segura y atemorizante que antes.
Criseide olfateaba discimuladamente el aire, pero por dentro sabía que sus intenciones no eran estar prevenidos ni mucho menos, deseaba sentir en el aire el amargo olor de la venganza.

12.Wacka

El pequeño gnomo no muestra objeción frente a la recomendación del paladín, de todas maneras, la posición de un gnomo en una batalla no importaba demasiado. Así comenzaron la marcha, rodeados de un silencio incómodo en el que solo se sentía la tosca respiración del escudero y el pesado sonido de las armaduras de Miles.
Wacka se dirigió silenciosamente a la muchacha:
"No estes tan triste, podría ser peor. Una vez vi a una mujer enano mientras se afeitaba la barba... tuve pesadillas por años... Haa no, estoy mintiendo, una vez un mago amigo mío tuvo problemas para utilizar el hechizo de polymorfar y..." - El gnomo se quedo pensativo por unos segundos, despues continuó. - "Mejor lo dejamos ahi, digamos que no estuvo lejos de lo de la enana.".
Despues de ofrecer a la druida una simpática e inoscente sonrisa, se dirigió al elfo:
"Disculpe señor elfo por haberlo confundido de tal manera, es que los de su raza tienen razgos tan finos y prolijos como los de las más bellas princesas de antaño. Aunque por supuesto su habilidad para clavar flechas en las cabezas de las personas no tienen comparación, sepa entender que no fue mi intención despreciarlo de ninguna manera."
Viendo que el elfo asintió con la cabeza en una señal de aceptación, el gnomo se retrasó un poco hasta quedar al lado de él, y le habló en un tono bajo:
"No se que es lo que piensa usted sobre el pergamino, y tal vez no diga nada interesante, pero creo que si conseguimos un poco de polvo de Berilio, creo que podría ayudar. Por casualidad, ¿No sabes donde podemos conseguir ese elemento?"

12.Warfax:

El lastimado enano recoge los huevos del nido y se dirige al campamento para pedirle al mago que haga algún fueguito para poder preparar algo de comer. En el camino de vuelta siente fuertes ganas de orinar, se ubica en posición paralela a un árbol y libera presiones. En ese momento logra escuchar:

- Maugan, por órdenes de tu padre, Sir Argoth, debes acompañarnos inmediatamente. Te esta esperando en Nashkell y desea hablar contigo. También buscamos a un enano fugitivo, causante de tres asesinatos en la posada del pueblo. Se rumoreaba que viajaba contigo pero no veo señales de él. Lamentablemente ya estamos en tierras extranjeras y no es conveniente que nos adentremos más a buscarlo. Por favor, no causes problemas y ven con nosotros. En cuanto a usted señor -observando inquisitivamente a Rastlin- no tenemos ordenes que lo involucren y puede marcharse.

-"Diablos! En que se habrá metido el flacucho este... Mejor no precipitarme, con el brazo en estas condiciones no seria muy inteligente de mi parte intervenir".

-“Llévenselo señores, no tengo la más mínima intención de ayudarlo, después de todo casi no lo conozco”.

-"Al parecer el poderoso hechicero no va a llevar a cabo acción alguna, tal vez lo mejor será dejar que se lo lleven, de todas maneras el que lo manda a llamar es su padre...Y que rayos!! Ellos también me buscan a mi!! Mejor me quedo oculto en este arbusto"

El enano, al ver partir a los guardias, decide avanzar hasta el campamento. Mira al mago directo a los ojos y, con solo un simple gesto de lastima, le dice:

-"Puedes preparar algo para alimentarnos con estos huevos y estos panes?? Con este brazo roto mucho no voy a poder hacer".

12.Rastlin

-¡Oye Radagust! Ayúdame compañero, inmoviliza a estos inútiles o algo así.-

Ya sabías de la presciencia del los soldados, tu hechizo de glifo custodio te advirtió con anterioridad, pero al ser soldados con la insignia de Amn decidiste dejarlos acercarse para saber el motivo de su visita, no sería bueno atacarlos sólo porque se acercan a tu campamento.

Con un poco de magia podrías deshacerte de ellos “¿Pero es necesario?” después de todo no te cae muy bien el bardo debilucho, “¿Qué ha hecho para merecer tu ayuda?”, te sacarías un peso de encima con tan sólo quedarte sentado. Además atacarlos no es una opción factible, si por intentar salvarlo descubrieran quién eres en realidad podría desencadenar muchos problemas para ti, pero por sobretodo el no tubo intenciones de ayudarte cuando te cruzaste con él por primera vez, y lamentblemente eres muy rencoroso.

-“Llévenselo señores, no tengo la más mínima intención de ayudarlo, después de todo casi no lo conozco”-Gozas enormemente por tus adentros cuando terminas de pronunciar estas palabras.

Observas como los soldados lo llevan custodiado, en su cara se nota una gran ira, puede ser la última vez que lo veas en tu vida, te recuestas contra un árbol a esperar que el enano regrese…..

12. Eventos

Wacka y Criseide:

La druida se mira a un pequeño espejo y examina su horrible nueva cara. Esta desconsolada, pero no hay mucho más que pueda hacer. Se lava en una palangana con agua y baja a encontrarse con sus compañeros.
Ve al paladín y a su escudero sentados en una mesa junto a un encapuchado, y nota al hombrecillo del día anterior acercandose a saludarlos.

- Entonces... ¿Hacia donde vamos? Los gnomos no estamos diseñados para extensas caminatas, pero somos arduos aventureros y curiosamente nuestros pies son muy ligeros. Tampoco llevo mucho equipaje, asi que podría ayudarlos con algo, sobre todo para evitar que la dama lleve carga

El aludido hecha hacia atrás la capucha, descubriendo su rostro. Se trata de un elfo de facciones hermosas pero severas y melaconcolicas.

-Veo que eres locuaz gnomo, pero tus poderes de observación van muy a la zaga de tu lengua. Soy Lleorwyn Aerendë explorador y aventurero. Llevo varios años patrullando las tierras a la redonda y cazando a toda criatura maligna cuyo rastro encuentre. Miles es un viejo amigo y me ha contado de vuestro trance. Sabe bien que siempre estoy dispuesto a clavar unas cuantas flechas en la cabeza de esas inmundas bestias. -en ese momento gira la cabeza y nota la presencia de la druida- Bueno, si no me equivoco aquella debe ser Criseide. Veo que ese mago te jugo una verdadera mala pasada muchacha, pero te aseguro que lo revertiremos.

En ese momento Criseide se aproxima y la invitan a sentarse. Ella vuelve a contar su historia y a describir el pergamino y todos expresan sus opiniones. Comen y beben hasta estar saciados y se disponen a partir a Beregost. Cuando llegan a la puerta de la muralla el paladín organiza una formación: Él y Derevan encabezaran la marcha, los seguiran Wacka y Criseide; y Lleorwyn cubrirá la retaguardia.

Warfax:

Investigas los alrededores y no ves nada ni remotamente comestible. Desciendes de las rocas y te internas un poco entre lo árboles y un poco más adelante descubres un gordo conejo. Intentas tensar tu arco pero tu brazo no responde y la flecha cae entre la hierba. El animal para sus orejas ante el sutil sonido y huye. Maldiciendo, pateas un roble cercano y un nido con 4 grandes huevos cae a tu lado. Bueno, mejor eso que nada. Junto con los panes de tu mochila (que ya deben estar bastante duros) quizás puedas preparar un desayuno exiguo pero nutritivo. De repente escuchas un extraño sonido que parece venir de tu campamento.

Rastlin:

Mientras esperas al enano te dedicas a practicar tus conjuros. Maugan sigue acostado y te mira sin demasiado interés. En ese momento, tu alarma mágica empieza a ulular y apenas tienes tiempo de ponerte en guardia antes de que una docena de soldados amnianos se presente ante vosotros. Quien por su yelmo parece el capitán se dirije al joven:

- Maugan, por ordenes de tu padre, Sir Argoth, debes acompañarnos inmediatamente. Te esta esperando en Nashkell y desea hablar contigo. También buscamos a un enano fugitivo, causante de tres asesinatos en la posada del pueblo. Se rumoreaba que viajaba contigo pero no veo señales de él. Lamentablemente ya estamos en tierras extranjeras y no es conveniente que nos adentremos más a buscarlo. Por favor, no causes problemas y ven con nosotros. En cuanto a usted señor -observando inquisitivamente a Rastlin- no tenemos ordenes que lo involucren y puede marcharse.

El bardo intenta lanzarse cuesta abajo a la carrera pero dos guardias lo alcanzan y deferentemente pero con firmeza lo toman por los brazos. El contingente forma a su alrededor y se dirige hacia el camino.
Maugan en un intento desesperado grita: -¡Oye Radagust! Ayudame compañero, inmoviliza a estos inútiles o algo así.

Orden de posteo Rastlin antes de Warfax. Si Rastlin no actua, para cuando Warfax llegue los soldados ya estarán marchandose y no necesariamente verán al enano

11. Rastlin

Tu meditación es interrumpida por la voz del enano “A ver a ver!! Despierten dormilones!! Tenemos un largo trecho por caminar y no tengo la más ligera gana de tener que hacerlo con éste dolor en el brazo, quiero encontrar algún curandero que me ayude con urgencia".

Te sobresaltas un poco pero en un segundo recuerdas lo sucedido últimamente. La noche te a servido para aclarar tu mente un poco, ya sabes en dónde habías visto ese extraño símbolo en el capacete del ogro. Pero todavía tienen una larga jornada de viaje, no deseas abrumarlos con tan raras noticias, Bergost parece una buena opción, has dejado sentir la extraña sensación en tu cuerpo, no sabes que pudo significar. “¿De repente disfrutas de la compañía a la que te has unido?” No, alguien de tu envergadura con un bardo debilucho y un guerrero enano “¿Disfrutando?” Rápidamente te quitas ese pensamiento de la cabeza, por ahora decides que lo mejor es ayudar al enano quien se ha ganado un poco de tu respeto, después de todo te proporcionó la poción curativa que necesitabas, pero “¿Qué es lo que sucede contigo?” Tú mente no lo entiende “¿Por qué sientes compasión por él?”, estás bastante confundido la compasión es un sentimiento que es ajeno a tu ser hace mucho tiempo.

Dejas de lado esos pensamientos y comienzas a pensar en el viaje que es inevitable, no pueden permanecer en ese lugar por mucho tiempo, “¿Pero tendrán que utilizar el camino?” No puedes explicarles que te persiguen varios cazas recompensas y que tu cabeza tiene un buen precio, y no cabe duda de que el enano no se puede aventurar por el descampado con el brazo así, sin lugar a dudas el camino es la única opción. “¿Aunque podrías abandonarlos?”, decides que es mejor esperar a ver si ellos solicitan tu compañía.

Te levantas apoyándote sobre tu bastón, saludas cordialmente al enano, observas a tu alrededor y comienzas a recolectar algunas hierbas que consideras podrían se útiles en el futuro, esperando a que tomen una decisión sobre el rumbo y la vía a tomar.

11.Wacka

  El gnomo se tapa el estomago con una mano para intentar disimular el sonido que hacen sus tripas pidiendo algo de comer. Se acerca lentamente a la mesa del paladín, inclina la cabeza y los saluda:
- Buenos días a todos, estuve considerando la posibilidad de acompañarlos, y me parece que no les vendría mal la companía de un gnomo. Mis buenos amigos Glodo Y Geia viajaban conmigo, y ahora deben estar recorriendo el pueblo, espero que no les moleste si me detengo a saludarlos en caso de que los encuentre, pero dudo que eso suceda-.
   Mientras habla, Wacka se acerca un banco pequeño que estaba sin uso en la mesa de atrás y se sienta junto al escudero.
- Entonces... ¿Hacia donde vamos? Los gnomos no estamos diseñados para extensas caminatas, pero somos arduos aventureros y curiosamente nuestros pies son muy ligeros. Tampoco llevo mucho equipaje, asi que podría ayudarlos con algo, sobre todo para evitar que la dama lleve carga (mira de ojo a la encapuchada y le sonríe)-.
   Sin interrumpir la conversación, señala algunos restos de comida que había sobre la mesa pidendo permiso para tomar algo, y ante una mirada un poco incomoda pero positiva del paladín comienza a comer de manera muy educada, algo muy común entre los gnomos.
- Disculpenme si hablo mucho, pueden hacerme callar cuando quieran, a veces no me controlo... ¿Que les estaba diciendo?... ha si, ¿Hacia donde vamos?

11.Warfax:

Un rayo de luz solar y el canto de los pájaros logran que vuelva de ese tan agradable sueño. Se estira y, sin intención, su brazo golpea contra un árbol:-"Diablos! Maldito ogro! Me había olvidado que tenía esta lesión..". Logra ponerse de pié para poder apreciar el grandioso paisaje. Sabe que el efecto de la poción no durará mucho, y ya con las energías renovadas sería prudente despertar a sus compañeros para seguir viaje.

-" A ver a ver!! Despierten dormilones!! Tenemos un largo trecho por caminar y no tengo la más ligera gana de tener que hacerlo con éste dolor en el brazo, quiero encontrar algún curandero que me ayude con urgencia".

Al ver que no reaccionan decide aprovechar para buscar algo que comer. Nota que su brazo derecho todavía le es de utilidad y posee las energías suficientes para cazar algún animal que ande rondando por los alrededores.

11. Eventos

Criseide:
Sientes alguien moviendo suavemente tu hombro, abres los ojos y ves a Miles que te dice:

-Buenos días Criseide, ¿como dormiste? Espero que hayas recuperado fuerzas ya que partimos a Beregost. Ahora te dejaré a solas para que puedas arreglarte, te esperaremos en el salón para comer algo. No tardes por favor.

Wacka:

Te levantas de tu sucio jergón y compruebas tus pertenencias. No parece faltarte nada. Miras alrededor y sólo ves a un par de campesinos durmiendo en la habitación con sus fardos como almohada. Te hubiera gustado despedirte de Brandegin, pero no hay rastros de él.
Bajas al salón y en una mesa cubierta de comida ves sentados al paladín, a su escudero y a un extraño cuyo rostro se esconde entre las sombras de una capucha verde oscuro. Hace varias horas que no pruebas bocado y se te hace agua la boca.

Warfax, Rastlin y Maugan:

La noche al aire libre fue bastante agradable. No pasaron frio y más allá de estar un poco entumecidos, sus cuerpos han repuesto energía.
Tampoco hubo una traición, nadie degolló a sus compañeros mientras dormían ni huyó con sus pertenencias, algo destacable si se tiene en cuenta que no sois más que un grupo de extraños viajando juntos por casualidad.
Si marcháis a buen paso, llegareis a Beregost antes de que oscurezca nuevamente, sin embargo primero deberíais comer algo.

10. Wacka

Sin eventos de interes mayor durante esa noche. Wacka pensó toda la noche en sus posibilidades, y a decir verdad, no tenía mucho dinero encima ni tampoco un rumbo a donde ir, asi que la oferta del paladín no sonaba tan mal.
Decididamente los esperó a la mañana siguiente, para continuar el viaje.

10. Eventos

Wacka:

Ante la intempestiva partida de la druida el paladín se excusa por su rudo comportamiento:

-Debes disculparla mi buen amigo, es apenas una niña y este a sido un duro golpe para ella. Entiendo por tus palabras que has escuchado nuestra amable conversación con ese hechicero y que conoces el lío en que estamos metidos. Necesitaremos toda la ayuda posible para salvar la ciudad y si deseas acompañarnos eres bienvenido. Por cierto, soy Miles de Nogaret, ¿Quien eres tu viajero y que te trae por aquí?

(Después de la respuesta de Wacka)

-Bueno encantado de conocerte, pero ahora necesito descansar. Si aún deseas acompañarnos, podrás encontrarnos mañana en el salón principal poco después del segundo canto del gallo. Sin embargo debo prevenirte, las cosas podrían ponerse complicadas y entenderé perfectamente si decides no arriesgar tu vida en una causa que no es la tuya.

El paladín estrecha fuertemente tu mano y se retira.

Maugan, Criseide, Rastlin y Warfax: Duermen, no tienen acciones. Si alguno tiene algún sueño particular puede escribirlo.

9. Criseide

Las palabras de Miles no logran tranquilizar a Criseide. Sabe que su intención es buena, pero no la convence.
A sus espaldas escucha una vocecilla que dice:

- Disculpen mi intromisión, pero lamento mucho lo ocurrido. Intenté ayudarlos, pues ese Zaal no se cuanto es un desgraciado. Sin embargo, me parece que la actitud de la.... señorita.... no fue la más adecuada. Si todavía necesitan ayuda, yo podría utilizar mi humilde conocimiento de la magia para ayudarte con el pergamino, pero todavía necesitaremos conseguir el Berilio.
Por supuesto no voy a cobrarles por el servicio, pero si les voy a sugerir mi compañía, pues el otro gnomo con el que viajaba a sido golpeado por el repugnante mago y ya tuvo suficiente aventura por un tiempo. Si bien mis pasos son cortos, prometo no ser una carga.
¿Que les parece?-


La druida no se siente con fuerzas ni ganas de hablar con nadie. Tapandose la cara con las manos para que nadie pueda ver su feo rostro, saluda con un movimiento e cabeza al extraño y sale corriendo. Miles ordena a su escudero que la acompañe hasta su habitación. Una vez allí se arroja sobre la cama y llora hasta quedarse dormida.

9. Maugan

El bardo no confía en sus nuevos compañeros, no le gusta este mago ya que parece demasiado seguro de si mismo y difícil de controlar.
El motivo por el que se ofreció a hacer la primera guardia fue únicamente para poder examinar mejor al hechicero.
Este esta durmiendo con los ojos entreabiertos y un hilo de saliva cayendo por la comisura de su boca. No parece ser una amenaza por el momento.
Poco a poco el sueño va ganandole a Maugan, quién empieza a sumirse en un profundo sopor.

9.Wacka

El gnomo se acerca al umbral de la habitación donde lloraba la criatura, y da dos golpecitos suaves en el marco de la puerta.
- Disculpen mi intromisión, pero lamento mucho lo ocurrido. Intenté ayudarlos, pues ese Zaal no se cuanto es un desgraciado. Sin embargo, me parece que la actitud de la.... señorita.... no fue la más adecuada. Si todavía necesitan ayuda, yo podría utilizar mi humilde conocimiento de la magia para ayudarte con el pergamino, pero todavía necesitaremos conseguir el Berilio.
   Por supuesto no voy a cobrarles por el servicio, pero si les voy a sugerir mi compañía, pues el otro gnomo con el que viajaba a sido golpeado por el repugnante mago y ya tuvo suficiente aventura por un tiempo. Si bien mis pasos son cortos, prometo no ser una carga.
   ¿Que les parece?-

9.Warfax:

Una ves inmovilizado el brazo y calmado el dolor, el agotado guerrero sigue a sus compañeros hasta el lugar de descanso sin mencionar palabra alguna. Se encuentra muy pensativo por el desarrollo de la batalla.

-"Quizás, en ves de utilizar mi escudo, que por cierto quedó completamente destrozado, debería haber dado un salto atrás, aunque si hubiese hecho eso le podrían haber destrozado el cráneo a Margorach. Un brazo por la vida de un extraño, ¿habrá valido la pena?, lo sabré más adelante, solo quiero dormir un poco. Y éste Radagust, parece ser un habilidoso hechicero, ¿Quién será y qué diablos hacía en ese camino?" pensó.

Recuerda que el viejo tiene una herida en la pierna, y que no cierra, parece ser alguna suerte de conjuro o algo por el estilo.

-"Debe utilizar su magia para el combate con frecuencia. Bueno en este momento debería trat...mmm....¿en qué estaba pensando? ah! el mago, cierto. Bueno parece q su magi..".

El enano, apoyado contra un árbol, se adentra en un profundo sueño.

9. Rastlin

-“Puedes hacer la primera guardia si así lo deseas Margorach, por cierto mi nombre es Radagust, o por lo menos así me conocen en esta región.”- Todavía no confías lo suficiente en ellos como para revelarles tu verdadero nombre, crees que es mejor esperar al menos un tiempo para saber si estos nuevos compañeros de viaje se merecen tu confianza.

-"En cuanto a ti enano os recomiendo que te recostéis, y trates de mover lo menos posible es brazo, y otra cosa, encender una fogata no es bueno en estos lugares podemos llamar a miradas no deseadas.”- Todavía se encuentran cerca del camino y por más que tu hechizo te avisará si hay intrusos cerca no sabes cual será su poderío o intenciones.

“Cuando todos hayamos descansado lo suficiente podremos hablar del símbolo del capacete”- Aunque no puedas dormir, unas horas de reposo te permitirán pensar mejor, la rodilla ya te molesta poco, y tu cerebro empieza a trabajar velozmente pensando en el pasado, el presente y el porvenir.

Te recuestas contra un árbol y comienzas a dormitar, con los ojos entreabiertos, observando fugazmente como el sol se oculta en el horizonte, mientras interiormente exploras todos los lugares de tu mente en busca de respuestas…

9. Eventos

Maugan, Warfax y Rastlin:

El mago le pide al enano dos de sus pociones y les agrega los frutos de berrucosa machacados. El brebaje toma un color más oscuro y produce un olor fuerte, pero no desagradable.
Mientras tanto, Maugan se las arregla para cortar un par de varillas medianamente regulares de un árbol cercano y con algunos trapos las ata al brazo del guerrero, buscando inmovilizar el hueso lo mejor posible.
El solo contacto de las manos del joven hace que Warfax sienta un penetrante dolor y deja escapar algunos quejidos mientras este le da los primeros auxilios.
Rastlin termina el proceso y entrega una de las pociones al enano, quien la mira sin mucho convencimiento, sin embargo al ver que el mago bebe la suya, decide ingerir el extraño líquido.
Ambos se sienten mejor, el dolor de la pierna de Rastlin se convierte en una mera molestia y el brazo de Warfax deja de latir, no obstante seguir inutilizado y estar empezando a hincharse. La poción funcionó cómo un calmante momentáneo, pero deberías visitar a un clérigo lo antes posible.
Deciden ir con el mago al lugar seguro que dice conocer y Maugan se ofrece a hacer la primera guardia.
Rastlin los lleva hacia la pared de piedra dónde se había recostado más temprano y los guía por un empinado sendero hasta una oquedad entre las rocas. Les explica que nadie puede llegar hasta ustedes sin subir por el sendero y que mientras ascendían plantó en él un glifo de custodia que les avisará si algún intruso se aproxima, por lo que no necesitan hacer guardia.
Todos dejan sus bultos en el suelo y se acomodan lo mejor que pueden para pasar la noche, que ya esta empezando a caer sobre ustedes.

Wacka:

El hechicero se ve molesto por tu intervención y no te presta mucha atención, mientras estas explicándole que necesitas magia de ilusión pone una extraña cara y te dice:
-Espérame aquí, en un momento estoy contigo.
Pronuncia una frase en una lengua que nunca antes habías oído y te das cuenta que no puedes mover ningún músculo. Tu lengua queda incómodamente congelada en la palabra “precio”.
Inmediatamente Zaal-Abeb se desvanece envuelto en energía mágica. Tu situación es muy incómoda, pero no sabes cómo liberarte de ella.
Aproximadamente un minuto después, que para ti fue una eternidad, el mago reaparece frente a tus ojos. Murmura un nuevo conjuro y vuelves a controlar tu acalambrado cuerpo. Todavía estás ocupado moviendo de un lado al otro tu dolorida lengua cuando se dirige con desgano a ti:
-¿Conque un enviado de los encapuchados de Athkala eh? Deberías saber entonces que he tenido tratos con tu gente en el pasado y que actualmente no estamos en muy buenas relaciones. Creía que lo que habíamos arreglado para que yo me mudase al norte era que si yo no los molestaba, ustedes tampoco intervendrían en mis asuntos. No me interesa lo que me ofreces. Ese mediano es un ladronzuelo de poca monta y ya me ocupé de asustarlo para que no vuelva a molestarme. Te aseguro que si intenta algo nuevamente, ustedes no necesitaran preocuparse por más por él. Ahora amigo, retírate y no vuelvas a importunarme jamás. ¿Fui lo suficientemente claro?

Sin esperar tu respuesta, hace un movimiento con su mano y una poderosa fuerza te empuja fuera de la habitación. Ruedas por el pasillo y las puertas se cierran estruendosamente. Te acercas a ella y te das cuenta que jamás podrás violar la magia que las sella.
Te encaminas a la escalera, dónde ves al caballero de la habitación del mago consolando a una horrible criatura que llora desconsoladamente.

Criseide:

Sales al pasillo con la cajita entre tus manos y te reúnes con Miles y su escudero. Estás muy satisfecha de ti misma por haber burlado a ese viejo pervertido.
Tu sonrisa se desvanece cuando ves que la figura de Zaal-Abeb se materializa frente a ti.
-Creo que eso me pertenece –te dice mientras te arrebata el cofre púrpura- Tienes suerte de no haber usado ni una pizca, si lo hubieras hecho hubiera tenido que desintegrarte. Habría sido una pena desperdiciar así a una chica tan bella. Sin embargo, no me gustaron tus modales ante mi elegante proposición y mereces un buen escarmiento.

Una luz roja te rodea y sientes que tu cara empieza a estirarse. Mira tus manos y notas que la piel esta tomando un color verdoso y que grandes verrugas empiezan a aparecer por toda su superficie. Tocas tu rostro y no reconoces sus formas.

-Te aseguro que en tu nuevo estado podrás sentirte suficientemente satisfecha hasta si un trasgo decide prodigarte sus atenciones, chiquilla estúpida.

Antes de que nadie atine a reaccionar, el viejo hechicero desaparece.

Miles se acerca a protegerte y notas en su mirada que algo esta mal, muy mal. Asustada, tratas de ver tu reflejo en la coraza del paladín, desde dónde una horrible y desfigurada bruja te devuelve la mirada.
Empiezas a llorar desesperada, esta vez de verdad, y Miles intenta consolarte:
-Vamos, no llores. No justifico al ruin mago, pero no deberías haber tomado la caja. Ese tipo es una pila de basura, pero eso aún así no es admisible un robo. Su furia podría haber sido mucho peor.
De seguro en Beregost un clérigo podrá quitarte esta maldición. Además no te ves tan mal. No te preocupes, te aseguro que algún día tomaremos venganza por sus acciones. Ahora lo mejor que podemos hacer es descansar. Derevan te acompañara a tu habitación y yo iré mañana a levantarte. Procura dormir, tenemos duros acontecimientos por delante.

8.Wacka

  Wacka sale de entre las sombras, interrumpiendo la escena. El gnomo ignora la cara de desconcierto del mago y de los otros hombres, y se acerca unos pasos hacia el pervertido hechicero.
- Estimado Zaal-Abeb, me temo que debo sugerirle que tenga extrema precaución al reaccionar ante esta situación. - El gnomo toma su espacio cuando ve al hechicero ponerse en guardia ante semejante intrusión.
- Disculpe mi usurpación, señor. Mi nombre es Glodius Maestrel, soy un informante de los Ladrones de la Sombra de Amn, me imagino que una persona tan conocedora como usted debe conocer los detalles de nuestra organización. Estoy en esta posilga siguiendo de cerca las acciones de un pequeño mediano que ha traicionado la organización y ahora esta fuera de control, tomando poderosos artefactos que no son suyos prestados. Hace un tiempo usted lo agarró con las narices en su habitación, pero me temo que desconoce de su verdadero potencial.-
   - Si no me equivoco, esta es una pequeña artimaña que está utilizando para hacerlo salir de su alcoba. Y asi poder darse un paseo.-
   Le aconsejo seriamente que no se retire, pero por supuesto es su decisión. -
   El gnomo parecería ser otra persona. Termino de hablar y se paro erguidamente con la barbilla alta y una mirada tranquila e inquietante en sus ojos. Se acercó un poco más al mago, y le hablo en una voz muy baja:
   - He intentado atraparlo en severas oportunidades, pero he descubierto que la única manera de evitar que escape será utlizando ilusiones, sin embargo mis habilidades en dicha arte son limitadas. Si me brinda algún tipo de ayuda en este aspecto, podría capturar a su acechador en este mismo momento, sin que usted tenga que perder ni un segundo más, pero por supuesto... todo tiene su precio...-

   
 

8.Maugan

"Warfax, préstame el hacha"

Maugan se dirige hacia el arbol más cercano y consigue algunas maderas, como un desastroso leñador,para mantener quieto el brazo del enano. No sabe si realmente su forma de cortar un arbol con un hacha era esa o si simplemente lo hace para seguir su papel de hombre indefenso.


Mira al hechicero y hace una reverencia- "Mi nombre es Margorach, ¿cómo el suyo señor?. Propongo ser el primer sereno de esta noche, ustedes dos estan heridos y agotados. Nos turnaremos cada mil ronquidos del enano."

8.Criseide

Aprovecha la furia de Miles y la actitud del escudero que desconcertaban al mago para tomar esa caja violeta. Criseide actúa un llanto forzado y sale corriendo del cuarto con el objeto robado. Ella cree que nadie logró verla, corre con las pocas fuerzas que le quedaban para escabullirce en la multitud del salón principal.

8.Warfax:

Una ves que ve al ogro caer, el enano toma conciencia del dolor en su brazo y observándolo dice:- "Oh.. este brazo no debería ser recto??".

-“No parece que puedas continuar mucho en ese estado y yo también necesito descansar, sería bueno que busquemos un lugar para acampar ¿No les parece? Conozco bien la región no muy lejos de aquí podemos encontrar refugio, no creerán que este ogro actuaba por su cuenta el símbolo que adorna su capacete pertenece a alguien, creo saber a quien pero no es lugar para hablar de ello, será mejor que nos movamos rápido antes de que la noche nos caiga encima”-.

Sabe que no se encuentra en condiciones de negarse, entre un enano manco y un músico flacucho mucho no podrían hacer.

-"Mucha opción al parecer no tengo. Este brazo por si solo no va a sanar, es por eso que debo encontrar alguna suerte de clérigo o algo parecido en un poblado cercano que me lo pueda sanar. Lo único que necesitaría sería aliviar el dolor durante el viaje, ¿Por casualidad no tienes algo que me aplaque el dolor? Puedo darte a cambio una poción de éstas, imagino que puede curar la herida que tienes. También necesitaría que me le vuelvas a su lugar por favor, y tú, músico, fíjate por favor si encuentras algunas ramas para inmovilizarme el brazo".

8. Rastlin

Observas como la bestia agoniza lentamente, no es un buen lugar para quedarse, los ogros suelen andar en parejas además la maraca en el capacete no te inspira confianza, miras en dirección del enano, el pequeño guerrero parece malherido de un brazo, decides ser cordial, después de todo a demostrado gran valor en la batalla, te diriges hacia él:

-“No parece que puedas continuar mucho en ese estado y yo también necesito descansar, sería bueno que busquemos un lugar para acampar ¿No les parece? Conozco bien la región no muy lejos de aquí podemos encontrar refugio, no creerán que este ogro actuaba por su cuenta el símbolo que adorna su capacete pertenece a alguien, creo saber a quien pero no es lugar para hablar de ello, será mejor que nos movamos rápido antes de que la noche nos caiga encima”-.

Si el monstruo actuaba a favor de quien piensas, las cosas no pueden andar bien ¿Sería por eso que percibías una extraña sensación en tu cuerpo? No lo sabes. Si no están dispuestos a ayudarte será mejor que te marches rápidamente tu temor por el camino sigue vigente y no es un buen lugar para encontrarse con la noche.

8. Eventos


Wacka:

-No gracias, Dejawacka. Yo ya aprendí mi lección. Cuando llegó hace unos meses, me sentí tentado por algunas de las brillantes pertenencias de ese hechicero, y te aseguro que no la pasé nada bien.
No querrías saber lo que tuve que darle a cambio para recuperar mis manos.
Te recomiendo que no tengas tratos con él. Por mi parte, voy a beber un par de copas al salón, si lo deseas reúnete conmigo más tarde.

El mediano se retira y tu decides subir las escaleras hasta el quinto piso. Todavía jadeando por el esfuerzo hecho, ves a un joven de armadura y a una linda chica atravesando unas ornamentadas puertas dobles, que seguramente conducen a los aposentos de Zaal-Abeb.
Te cuelas ágilmente por una rendija antes de que las puertas se cierren y te acomodas en la oscuridad, desde dónde puedes escuchar tranquilamente su conversación.


Criseide:
Le informas a Miles que no piensas irte a dormir hasta asegurarte de que el pergamino haya sido descifrado y que lo acompañarás a ver al mago.
El paladín se encoje de hombros y te permite ir con él. Antes de subir le hace un gesto a un muchacho que se había mantenido a distancia prudencial durante vuestra conversación y le ordena que los acompañe. Ante tu recelosa mirada, te informa que se trata de Derevan, su escudero.
Luego de ascender varios pisos, llegan ante unas pesadas y lujosas puertas que el paladín golpea discretamente.
Se escucha una voz rasposa proveniente del interior:

- Evidentemente este maldito posadero no termina de entender que NADIE debe molestarme. Le pago demasiado para que no cumpla un requisito tan simple, quizás debería convertirlo en cerdo y asarlo una de estas noches. ¿De quién se trata esta vez?

El paladín no parece muy cómodo, pero responde:

- Soy Miles de Noyard, caballero de la orden de Tyr, me acompaña mi aprendiz Derevan. Junto con nosotros viene Criseide, una joven druida del bosque de las capas. Necesitamos urgentemente de vuestros servicios.

La voz cambia de tono y parece más interesada:

-¿Joven druida decís? Pasad entonces.

Las puertas se abren y ante la débil luz de una vela puedes ver una lujosa habitación llena de extraños objetos que se confunden entre las sombras. Un anciano envuelto en una túnica iridiscente se encuentra inclinado sobre una serie de viales e instrumentos alquímicos. Gira su cabeza y examina atentamente a sus visitantes.

El paladín interviene le explica sucintamente los acontecimientos y le pregunta si conoce alguna manera de hacer legible el pergamino. EL mago lo toma y le hecha encima el contenido de algunos frasquitos.

-Conozco el hechizo que se usó para ocultar esta escritura. Es magia relativamente poderosa, pero no creo tener problemas para desbaratarla. En realidad cualquier mago decente podría hacerlo pronunciando un conjuro de identificación y esparciendo previamente sobre el pergamino polvo de berilo. No obstante mis amigos, este es un reactivo muy costoso.

Criseide, desesperada le pregunta dónde pueden conseguir ese ingrediente y el mago sonríe satisfecho.

-Da la casualidad de tengo un poco -señala una cajita púrpura que se encuentra sobre un anaquel cerca de las puertas-. Sin embargo, no suelo dedicarme a la beneficencia querida. Si me dais 1000 monedas de oro, no tendré inconveniente en realizar el hechizo por vosotros.

Miles, con enojo apenas contenido le responde:

-Sabes muy bien que no disponemos de esa cantidad. Entiende que hay una ciudad entera en peligro, te ruego que por favor nos ayudes.

Despreciativamente y con una sonrisa irónica en sus labios el hechicero le contesta:

-Pues a mi me tiene sin cuidado la suerte de unos cuantos campesinos. Si no tenéis oro, no desperdiciaré mis preciosos elementos mágicos. Aunque quizás podamos llegar a un acuerdo. Criseide es muy bella, no me molestaría yacer con ella esta noche.

Enfurecido, el paladín lleva una mano al pomo del mandoble que cruza su espalda. Su escudero adquiere instantáneamente una postura de combate.

-¡Vil demonio, como te atreves! Lo único que impide que cercene tu maligna cabeza son las reglas de cortesía de esta hospedería. Si vuelvo a encontrarme contigo tu suerte será otra. ¡Tarde o temprano dejarás este enclave y en ese momento ninguno de tus retorcidos conjuros podrá salvarte de la cólera de Tyr!
Vámonos Criseide, no necesito más pruebas. Mañana partimos a Beregost.

Con una seña a sus compañeros, abandona la habitación. El hechicero te hace un guiño lascivo y te dice:

-Tú te lo pierdes pequeña, la experiencia es impagable. Si cambias de opinión aquí estaré.

Acto seguido vuelve a enfrascarse en sus estudios.

Deberías seguir a Miles. Su escudero aún está a tu lado, protegiéndote con su espada.

Nadie nota la pequeña figura agazapada bajo el anaquel dónde, entre otros muchos objetos mágicos, se encuentra la cajita con polvo de berilo.


Maugan, Rastlin y Warfax

El primer mazazo del monstruo destroza el débil escudo de madera. Tambaleándose por el impacto, Warfax atina a lanzarle su daga, q rebota contra un costado de la bestia sin producirle mayor daño. Mientras el ogro vuelve a levantar su arma el guerrero logra lanzarle un par de flechas sin mucha puntería ya que uno de sus brazos está casi inutilizado. Sin embargo, los disparos son a quemarropa y los proyectiles se hunden en la carne del ogro. Atrás suyo, escucha a Maugan gritar algo y a pesar de que casi no siente el brazo izquierdo sube rápidamente a un árbol. Si lo hubiera hecho un segundo más tarde, el siguiente golpe lo habría aplastado.
En ese momento Rastlin conjura una flecha llameante que impacta en pleno pecho del agresor. El monstruo arroja su maza con un terrible alarido de dolor y no atina a cubrirse del enano que salta sobre el, abriendole un profundo tajo en el hombro.
Los tres supervivientes se reúnen en torno al malherido enemigo. Un nauseabundo olor a carne quemada se desprende de su cuerpo y la sangre brota a borbotones. No le queda mucho tiempo de vida y es absolutamente incapaz de causar el menor daño.
Warfax se toma el brazo, quizás lo tenga roto. Sus pociones pueden calmar el dolor, pero no tienen la potencia suficiente para soldar hueso.
Quedan sólo un par de horas antes de que anochezca. No queda otra opción más que buscar un lugar dónde levantar campamento. No parece sensato hacerlo aquí, dónde poco antes un ogro asesino casi acaba con ustedes.
Con su pierna herida, Rastlin no tiene posibilidades de ir a ningún lado.

Orden de posteo: Rastlin antes de Warfax y Maugan. Criseide antes de Wacka

7. Rastlin

Estas a punto de conjurar un hechizo cuando un ogro inmenso se atraviesa en tu camino y rompe tu concentración, “Mmm... no hará falta que gaste mi magia en estos simples campesinos” piensas para tus adentros. Observas como el enano se lanza al ataque “Es bastante ágil no lo parecía”, creías que con un sólo golpe de la bestia lo aniquilaría.

De repente caes en cuenta de un pequeño detalle la criatura lleva un símbolo rojo en el capacete estas seguro de que ya lo habías visto en algún lado, “¿Pero dónde?” comienzas a buscar en tu memoria cuando de repente eres interrumpido, "Escucha maldito, ordénale que se detenga o los únicos que quedarán vivos somos el enano y yo. No sabes con quienes te has metido, mas aún, no llevamos nada que valga la pena robar." Es el hombre que acompañaba al enano te amenaza con su espada, que ingenuo no lo sabe pero no hubieras necesitado convocar ningún monstruo para vencerlos, decides ayudarlos después de todo talvez te ayuden, estas en condiciones de conjurar hechizos pero no de caminar.

-“No te preocupes, yo no conjuré a esa bestia, puedo encargarme de vencerla si así lo deseas, me crucé con algunas de este tipo en el pasado, pero por lo que veo tu amigo se puede encargar de la situación sólo, sin embargo voy a agilizar el trámite”-.

Empiezas a conjurar una flecha de fuego dirigida a su pecho, su punto débil, de esta forma le facilitaras la tarea al enano..

7.Criseide

Criseide, esta muy cansada, pero no cree que sea pertinente ir a dormir y dejar todo en manos del primer extraño que se le aparezca. De esta manera, decide usar su agudo olfato que le permitía saber que tan bueno era ese hombre. Olía a rayos, definitivamente, y eso dificultaba, decifrar el efecto de su poder. Ella sabe que pronto se acostumbraría a ese olor y luego descubriría de quien se trata esta persona.
Mientras tanto ella decide acompañar a Miles a buscar a ese sabio hechicero, es la mejor opción sensata que tiene. Así también va pensando como hacer luego para llamar la atención de todos....

7.Maugan

Maugan da un ágil brinco hacia atrás, desenvainando su espada y ve caer unas pequeñas chispas hacia el piso.

"¡Warfax! Distrae al ogro mientras yo me encargo de este farsante"

Mira enfurecido al mago y lo amenaza con su arma.

"Escucha maldito, ordénale que se detenga o los únicos que quedarán vivos somos el enano y yo. No sabes con quienes te has metido, mas aún, no llevamos nada que valga la pena robar."

7. Wacka


Tentado pero precavido ante la invitación de su nuevo amigo, Wacka le comenta sus intenciones de ir a visitar a Zaal-Abeb.
" Cada uno se gana la vida como puede, señor Brandegin, en especial en tiempos dificiles como estos. Pero si su único objetivo en la vida es el crimen de poca monta.... pues entonces aburrida será su vida. 
 Le propongo algo: la verdadera razón por la que estoy en este sitio, es porque estoy en busca de objetos mágicos. Algunos en particular, pero esa es otra historia. Me han comentado que hay un gran mago hospedandose en esta posada, y dado que mi amigo parece haber encontrado algo mejor en que gastar su tiempo, me preguntaba si querías acompañarme".
Wacka se queda mirando la expresión pensativa en la cara del mediano por unos segundos, y continua hablando:
"En un principio, mi intención es simplemente hablar con él o tal vez comprar algún objeto que me sea útil, y en ese caso tu vivacidad me sería muy oportuna. Pero si se muestra poco interesado, pues... quien sabe... a lo mejor el sí puede soportar más que la pérdida de una pipa, y con un poco de mi ayuda, podrías conseguir "prestado" algo más que unas monedas. ¿Qué dices? ."


7.Warfax:

Al divisar al ogro, ya con su hacha empuñada, el guerrero agarra rápidamente el escudo redondo de madera de su espalda y se lo equipa en el brazo izquierdo, intentando detener el golpe de su atacante. Se recupera y le arroja directo al pecho su pequeña daga. Aunque está conciente de que no le ocasionaría mayores daños, sabe que le daría unos segundos para acomodarse, tomar distancia e intentar algunos disparos con su arco. Luego intenta treparse rápidamente a un árbol y saltar sobre el ogro, empuñando su hacha con las dos manos para poder quebrar sus defensas.

En todo momento está observando al mago para poder discernir si el ogro era producto de su hechicería o también representaba una amenaza para él.

7. Eventos


Warfax, Maugan y Rastlin:

Tras las palabras de Maugan, él y el enano le dan despectivamente la espalda al viajero que educadamente había solicitado su ayuda.
El mago, enfurecido por la indiferencia con que fue tratado, comienza a murmurar un conjuro para castigarlos por su impertinencia.
En ese momento, se escucha un bramido y los tres voltean a ver de que se trata. Esto rompe la concentración del mago y su conjuro se desvanece con un chisporroteo de magia inútil.
Un gran ogro, armado con una pesada maza erizada de púas aparece entre los árboles a la izquierda de Warfax. No lleva ningún tipo de armadura, pero su cabeza esta guarecida por un capacete de metal, adornado por un símbolo rojo.
Sin mediar palabra alguna, se lanza sobre los viajeros, blandiendo su arma.

Criseide:

Tus pulmones estallan, pero no puedes parar. Muchas vidas inocentes dependen de tus acciones. Atraviesas los últimos árboles y divisas las murallas del mesón.
Los guardias de la entrada se sorprenden de la resoplante joven que aparece ante ellos, pero comprenden que escapa de algún peligro, así que le permiten pasar sin interrogarla. Preocupados, se ponen en guardia y dan la voz de alarma para que sus compañeros acudan a reforzar al puerta.

Cuando entras al salón, te encuentras con todo tipo de gente, muchos parecen mercenarios experimentados. La comida y la bebida son servidas en abundancia, y tampoco faltan mujeres dispuestas a atender sus necesidades.
No sabes cómo proceder, es improbable que estos curtidos aventureros abandonen su descanso y te acompañen de buena gana a una feroz batalla de la que aparentemente no obtendrán ningún beneficio.
Notando tu turbación, un apuesto hombre se te acerca. Esta muy bien armado y lleva una reluciente armadura. Te hace una reverencia y se presenta:

-Miles de Noyard, paladín de la orden de Tyr, a vuestro servicio. Observo en vuestro delicado semblante que algo os preocupa y me preguntaba si podría ayudaros en algo.

Tan bien como puedes, explicas apresuradamente al soldado quien eres y los acontecimientos recientes. Cuando terminas, de Noyard asiente y te dice gentilmente:

-Entiendo vuestro temor Criseide, pero os aseguro que es improbable que esto vaya a ocurrir. Es imposible que una tropa de orcos de ese tamaño haya pasado desapercibida. Las patrullas del puño llameante recorren los caminos y mi propia orden envía a hombres a combatir a los monstruos y demonios que asolan las tierras de los alrededores. ¿Podríais enseñarme el pergamino?

Le enseñas el arrugado pellejo y le explicas que esta encantado para que sólo pueda leerlo un semielfo. El paladín te mira prolongadamente con una expresión escrutadora.
-Te diré lo que haremos bella dama. Quiero creerte ya que me inspiras confianza, pero cómo comprenderás no puedo arriesgarme a perseguir una banda de enemigos imaginarios. En este lugar se aloja un poderoso hechicero. No me agradan demasiado quienes dedican su vida al arte arcano, pero estoy seguro que si este pergamino esta embrujado, el podrá revelarnos sus secretos. Tu deberías descansar, ya que si lo que dices es cierto, partiremos a Beregost mañana temprano. Ordenaré al posadero que os prepare una habitación cómoda y privada. Esta noche hablaré con el mago. Os despertaré cuando haya llegado el momento de partir.

Aliviada por las palabras de Miles, te das cuenta que estás verdaderamente agotada y sabes que necesitas reponer tus fuerzas. De todas maneras no estas segura acerca de dejar todo en manos del paladín. Todavía quedan un par de horas antes de que anochezca, si logras mantenerte en pie podrías usarlas para explorar la posada y buscar nuevos aliados. También puede ser una buena idea acompañar a de Noyard.


Wacka:

El mediano resulta un entretenido interlocutor, entre nubes de humo, intercambian viejas historias y anécdotas. Empiezan a entrar en confianza y te cuenta que se llama Brandegin y que se gana la vida hurgando en bolsillos ajenos. Según él, nunca toma más de lo que sus víctimas pueden soportar y tu eres una prueba viviente de ello. Luego de un par de horas se levanta y te propone bajar al salón a hacer "negocios" a costa de los comensales.
No eres un ladrón, pero tu nuevo amigo te resulta simpático y podría ser divertido verlo trabajar. Por otro lado entre una cosa y otra el día se está yendo y todavía no has intentado hablar con Zaal-Abeb. No tienes más que un puñado de monedas y no puedes darte el lujo de una larga estadía en la posada.

(Orden de posteo, Wacka antes de Maugan, Maugan antes de Rastlin.)

6.Criseide

Ansiosa de llegar, Criseide piensa en su lugar, sus árboles, arroyos y pequeños animalitos indefensos que conviven en las capas... Corre a paso acelerado tratando de planificar cómo va a informar tal noticia a fuertes guerreros y lograr que se unan a su misión. No sabe si recordará bien su viejo idioma y si la gente podrá entenderle al hablar, pero tan desesperada está que sigue avanzando a máxima velocidad.

" Beregost, mi antiguo pueblo se verá ardiendo como una antorcha si no intervengo inmediatamente, como así también mi amado bosque."

Sus sentimientos sobrepasaban su deber pero las lágrimas no servirían para nada...

6.Maugan

El bardo mira de reojo al enano y antes que el extraño se acerque lo suficiente para escuchar le murmura: "Ponte en guardia, debe ser una trampa".

"...no es mi intención molestarlos, pero la verdad es que necesito de su ayuda tengo una antigua herida en mi pierna que me tiene a mal traer, ¿me gustaría saber si existe la posibilidad de que me auxilien? Podría ofrecerles algo a cambio, no es mucho el oro que traigo pero puede ser bien usado."

-"¿Quién eres tú y qué te trae por aquí? - interviene - No solemos ayudar a extraños. Tampoco necesitamos oro, es otro el sentido de nuestro andar. Si vas a Nashkell, espera otras personas, nosotros nos dirigimos hacia otro lugar- hace una reverencia y pega la vuelta esperando a que el malherido suplique-"

Maugan le hace disimuladamente una seña a su compañero para que siga atento mientras dice: "Vámonos amigo, este ser sólo retrasaría nuestro viaje, no creo que quieras darle alguna de tus pociones..."

Mira a su alrededor para ver si no aparecían algunos bandidos y recuerda esas pequeñas pociones de color azul que aquel clérigo había entregado a su compañero, estaba seguro que recompondrían al débil extraño.

6. Warfax

Bastante agotado, el enano sigue caminando bajo los rayos del sol, escuchando de la música que su acompañante improvisaba. , muy entretenida por cierto, era de distracción ante los esfuerzos físicos que deben hacer para completar su viaje.

-"Donde has aprendido tus dotes musicales? Eres bastante bueno. Yo de niño intenté tocar la flauta y definitivamente no era uno de mis atributos jajaja".

El enano intentaba ablandar la relación entre ambos, si iba a viajar con alguien por lo menos quería saber de quién se trataba. Además podría hacerse muy extenso y tedioso el viaje.

-"Mi maestro me explicó que la música es una forma de expresión del espíritu y....."

-“Buenos días caballeros". El guerrero de baja estatura empuña ágilmente su hacha y se coloca en posoció de guardia.-"Qué diablos quieres?!".

-"No es mi intención molestarlos, pero la verdad es que necesito de su ayuda tengo una antigua herida en mi pierna que me tiene a mal traer, ¿me gustaría saber si existe la posibilidad de que me auxilien? Podría ofrecerles algo a cambio, no es mucho el oro que traigo pero puede ser bien usado-…

Warfax baja su guardia y mira a los ojos a su compañero, esperando que al menos con una mirada le de su opinión sobre la situación. Recuerda que tiene 3 botellas de pociones curativas, pero porqué habría de darle una? Al fin y al cabo ni lo conoce y vaya a saber uno quién resulta ser este inválido. Se encuentra siempre atento ante cualquier movimiento del vejestorio en pie, si intentara algo estúpido le cortaría la cabeza de un movimiento del filo de su nueva hacha.

6 Rastlin

Comienzas a pensar rápidamente, necesitas la ayuda de estos extraños lo sabes, ya has estado esperando mucho tiempo, pero como convencerlos.

Decides que lo mejor es esperar a que se acerquen y decender por la colina cuando estén lo suficientemente cerca como para poder entablar un diálogo pacífico. Según tus cálculos en pocos minutos tendrá lugar este suceso, tu orgullo te carcome por dentro, alguien de tu categoría teniendo que pedir ayuda, sabes que en otro momento no lo hubieras hecho, pero ahora necesitas encarecidamente de su caridad.

Mientras esperas exploras tu entrono, tu mirada se posa en una planta de berrucosas, cuyos frutos mezclados con una poción curativa pueden crear un elixir capaz de aplacar tu dolor hasta tal punto de quedar transformarlo en un simple cosquilleo, al menos por algún tiempo. Arrancas algunos frutos y los guardas en tu especiero pensando que podrían ser de gran utilidad en el futuro, te agradeces a ti mismo haber leído tantos libros de herbología.

Los extraños ya se encuentran cerca, te levantas apoyándote en tu bastón, estas apunto de dar el primer paso para comenzar a decender la colina cuando comienzas a sentir la extraña sensación que has estado sintiendo ultimamente en tu cuerpo, “¿Serán enemigos?” piensas para tus adentros, no lo sabes pero hay una sola forma de averiguarlo. De todas formas no crees que puedan ser oponentes para ti, aún en el estado en que te encuentras eres capaz de conjurar algún hechizo .

Empiezas el descenso, te sitúas justo en medio del camino, ya se encuentran a unos cuantos pasos, comienzas a hablar: –“Buenos días caballeros, no es mi intención molestarlos, pero la verdad es que necesito de su ayuda tengo una antigua herida en mi pierna que me tiene a mal traer, ¿me gustaría saber si existe la posibilidad de que me auxilien? Podría ofrecerles algo a cambio, no es mucho el oro que traigo pero puede ser bien usado-…

6.Wacka

 Wacka se levanta y sale detrás de el mediano.
- Espera!, ¿Querías fumar? Tengo el mejor tabaco de mis tierras en mi bolsillo y tambien se me antoja fumar un poco. Me pregunto que hace uno de los tuyos por estas tierras, aunque estoy seguro que te debes preguntar lo mismo. Veo que no estás en una buena situación pues duermes en estos cuartos, pero tampoco eres mala persona, pues me has devuelto mi humilde pipa.-
 El gnomo se acerca al mediano y le ofrece sentarse en una de las pocas mesas que no olían a alcohol.
- Por cierto!! ¿No viste a otro gnomo por ahi? Nos separamos anoche y nunca lo volví a ver.-

6.Eventos

Maugan y Warfax:

Los nuevos compañeros caminan juntos. Ninguno se fía totalmente del otro e intercambian una conversación trivial, sin revelar información importante.
El día es hermoso y nadie parece estar siguiéndolos, así que se relajan y disfrutan del aire fresco. Marchan a buen ritmo, de seguir así no tendrán que pasar más de una noche al descampado antes de llegar a Beregost.
Para pasar el tiempo y hacer más ameno el trayecto, Maugan va cantando.
Al cabo de unos pocos kilómetros divisan una figura sentada entre unos árboles a la vera del camino. Está envuelto en única túnica roja y tiene todo el aspecto de ser un mago.


Rastlin:

La tarde avanza y tu rodilla sigue latiendo de dolor. Todavía no has visto a nadie en las inmediaciones. Recordabas que este camino tenía más movimiento. Las minas de Nashkell abastecían de hierro a toda la región y varias caravanas la visitaban. Además esta ruta es de paso obligado para todo aquel que viaje de Athkala a Puerta de Baldur's.
Te alegras de haber dejado la pared de piedra. Es un día soleado y los rayos del astro calientan sin piedad el lugar dónde te habías acostado en un principio. Se está mucho mejor aquí a la sombra. Nunca te gustó mucho el sol, tu piel era de por sí de naturaleza delicada y hoy en día esta tan deteriorada como el resto de tu cuerpo.
Cuando ya te habías resignado a tener que seguir viaje a pesar de la incomodidad en tu pierna, escuchas una cancioncilla.
Levantas la vista y vez a un enano, de aspecto cansado, acompañado por un joven que canta a viva voz.


Wacka:

Te desperezas, no sabes cuanto has dormido pero te sientes totalmente recuperado.
La habitación esta vacía a excepción de una figura en cuclillas en el extremo opuesto y un par de campesinos que duermen con sus fardos cómo almohada.
El desconocido se te acerca, se trata de un mediano de cabello enrulado.
-Oye amigo, no deberías acostarte a dormir tan descuidadamente en un lugar así. Revisando tus bolsillos encontré esta pipa y me dieron muchas ganas de fumar -te mira con picardía mientras te arroja el objeto de vuelta-. No te preocupes no he tomado nada más. Tampoco puede decirse que tuvieras algo de interés...
Con una mueca te saluda y sale rápidamente de la habitación.

Criseide:

Justo en el momento en que el mensajero terminaba de destruir sus ataduras, se ve envuelto por la plaga de insectos que convocas para acosarlo. Las alimañas pican y muerden y el orco sólo atina a lanzar sablazos y manotazos de un lado al otro sin conseguir apartarlos.
Aprovechando la confusión, le arrebatas el tubo de cuero donde lleva el pergamino. Intenta golpearte con su arma, pero ruedas hacia un costado y la cimitarra sólo roza tus cabellos.
Inmediatamente, utilizando tus poderes elementales, clamas a la naturaleza para que envíe un relámpago que calcina al desdichado.
Arrojas el tubo, y desenvuelves el mensaje. Éste esta escrito con una letra demasiado cuidadosa cómo para pertenecer a un orco en una piel de aspecto repugnante. No te gustaría saber a que tipo de criatura pertenece ese pellejo.

Dhaklest,
Nuestro amo está complacido contigo, has seguido sus órdenes cuidadosamente. Tu banda se ha internado en el bosque de las capas sin que ninguna noticia haya llegado a lo duques de Puerta de Baldur`s.
Me imagino que has superado tu natural reticencia élfica a trabajar con los soldados orcos que te entregamos. Todo esta saliendo según lo previsto.
Nuestros aliados siguen llegando al punto de reunión en grupos pequeños. Por supuesto algunos grupos son detectados y destruidos, pero nadie lo toma más que cómo escaramuzas habituales en la Costa de la Espada.
No tienen manera de sospechar la existencia de nuestro campamento. Tenemos centinelas apostados varios kilómetros a la redonda y nadie puede acercarse ni salir sin ser detectado.
Un emisario bárbaro nos ha confirmado el apoyo de la tribu Uthgardt y tenemos un contacto negociando con los gnolls de las montañas al oeste de Nashkell.
Pronto seremos suficientes para ingresar en la etapa final.
Conozco tu impaciencia y te tengo una gran noticia, hemos decidido un primer objetivo.
La ciudad de Beregost se encuentra cerca de tu posición. Es una aldea medianamente grande y bastante próspera. No tienen ningún tipo de defensa y sólo cuentan con un pequeño cuerpo de guardias. Tus 200 orcos deberían bastar. Las órdenes son pasar a cuchillo a todo habitante de la ciudad. No tomes prisioneros y causa tanta destrucción cómo te sea posible.
Inmediatamente, debes replegarte a las profundidades del bosque nuevamente.

¡Empezaremos a sembrar el pánico y el desconcierto en la región!

He hechizado el pergamino para que sólo un mestizo como tú pueda leerlo, así que no deberíamos temer que caiga en manos indiscretas. De todas maneras los acontecimientos ya están listos para ser desencadenados, nadie puede impedirlo.


Theodorus Drake
Archimago supremo de la Escama Ígnea



El mal es más grande de lo que habías previsto, ¿que puedes hacer tu contra las poderosas fuerzas en juego?
Tu responsabilidad es proteger este bosque, pero no puedes dejar de pensar en las pobres personas de Beregost. Muchos de ellos han sido tus amigos en el pasado y sabes que es una ciudad de gente sencilla y tranquila.
Deberías avisarles para que se pongan en guardia y preparen algún tipo de defensa. El brazo amigo esta cerca, y es posible que encuentres varias espadas más dispuestas a ayudar a Beregost, pero una demora podría resultar fatal.
De todas maneras interceptaste el mensaje, así que con seguridad tienes al menos un par de días antes de que esta “escama ígnea” detecte que algo ha salido mal y envíe otro corredor a dar la orden de atacar.

Empiezas a correr hacia el brazo amigo, ya casi sales del bosque.

(Orden de posteo: Rastlin postea antes de Maugan y Warfax)

5.Criseide

Criseide comienza a ser dominada por la ira, quiere desintegrar al pequeño maldito que aparte de su condición de orco ha acabado con el lobo que podría haberle confiado información valiosa y parecía querer ayudarla. Un frío recorre su espalda, se recrea un escenario de la tragedia de sus padres y vuelve a sentir el dolor que había generado tal pérdida, antiguos pensamientos la invaden pero pronto cae a la realidad cuando ve al orco abalanzándose sobre ella.

Los insectos son sus mejores aliados en estos momentos y decide congregarlos, rápidamente una invasión de enormes arañas comienza a copar el camino simulando una alfombra negra que se dirige hacia el pobre soldado, no acabarán con él, pero sí cree que entorpecerán sus movimientos y ella podrá tomar lo que le interesa, una vez logrado el objetivo, convocará un rayo que lo convierta en miles de partículas.

Sólo espera poder llegar finalmente al mesón, el miedo a lo que se viene es cada vez más fuerte y ahora que llamará la atención de los orcos debe conducirse con cautela.

5.Maugan

Diciéndose para sus adentros: "Este pequeño barbudo me subestima demasiado, Yo puedo protegerte y tú guiarme, pero no abuses de mi confianza -recordaba-, cree que no me las puedo arreglar por mi mismo, no necesito ningún escudo...."


Así que, mi buen hombre, por qué razón debes tú también alejarte de la ciudad?. Me pareció extraño que te hayas encontrado tranquilamente en aquella posada y de un momento a otro hayas decidido partir. Eres alguna clase de ladronzuelo o algo? A propósito, no me he presentado, mi nombre es Warfax, provengo de un pequeño poblado llamado Orhania, establecido en La Montañas de Hierro, al Sur de la ciudad de Nashkell. ¿Cómo es tu nombre?

Maugan prefería ignorar esa molesta voz. De todas formas sabía que era mejor no tenerlo como enemigo, ese enano podría romper, tal vez, su espada de un solo movimiento. Tiene presente que su compañero es un hábil luchador....

Decide caminar unos metros más en silencio; lo rompe con el siguiente diálogo:
"Oye enano, ¿acaso te estas fijando si se marcan tus huellas en el camino? Deja de mirar hacia atrás, no vendrán por nosotros"

Sin poder evitar pensar en Orhania, el bardo recuerda borrosamente algunas caras que vio al pasar alguna vez por ahí...




"Enanos, todos enanos -pensaba-. Trabajar y trabajar. Pico y pala. Barba y golpes. Es natural que este gordito quiera cambiar su vida, teniendo mas destreza que los demás de su raza. Aburridos bajitos..."












Acelerando la marcha exclama "Vamos, no hay tiempo, a este paso pasaremos veinte noches al descubierto. Con respecto a mi nombre... pues para ti no tengo, si quieres invéntame uno no me importa, me llaman de muchas maneras. En las tierras del norte soy Margorach."

Mira al enano con una gentil sonrisa y le pregunta de una manera muy particular: "¿Cantabas en las minas?......"

5 Rastlin

“La maldita desgracia de ser mortal, el dolor” piensas para ti mismo tirado contra la pared de piedra, te encuentras demasiado dolorido para continuar es verdad, pero seguir en el camino sería prácticamente un suicidio, no tendrías muchas posibilidades de defenderte en ese estado si te cruzas con una banda de caza recompensas. Alzas la cabeza para revisar el terreno un poco, es extraño pero no escuchas ningún ser vivo a tu alrededor todo parece muy calmo, al otro costado del camino hay una pequeña lomada con dos o tres árboles que dan sombra, no es un gran escondite pero piensas que es mejor que quedarse tirado en el camino y te permitirá tener una mejor visión de la zona.

Haciendo un gran esfuerzo te levantas apoyándote sobre tu bastón, usando tus últimas fuerzas cruzas el camino, escalas la colina y te recuestas entre los árboles.

“Lo único que puedo hacer es esperar” tratas de consolarte a ti mismo con estas palabras, te sientes muy inútil porque a pesar de todos tu poderes una simple herida te inmoviliza.”Tendrás que esperar a algún viajero no hay más remedio” es la única idea que se te cruza por la cabeza. Sin embargo en tu cuerpo sigue latente el presentimiento de que te encuentras cerca de algo importante se te hace difícil de describir la sensación que transita por tu ser pero sabes que no debes perder lo que se avecina en tu destino.

Te recuestas sobre la hierba y comienzas a observar entre medio de las ramas como las nubes viajan por el cielo, pero con los oídos puestos en el camino a la espera de que la suerte envíe alguna ayuda…

5.Warfax

Volteando constantemente, el precavido enano observa si no hay ningún guardia siguiéndolos, y continúa caminando. Observa detenidamente al extraño personaje que lo acompañaba a su lado.
-"Sombrero de ala ancha, calzas ajustadas a las piernas, zapatos muy puntiagudos y una chaqueta con hombreras infladas; que clase de loco se vestiría así?" pensó: -"Probablemente sea algún tipo de vestimenta característica de una clase social alta en la ciudad, pero de todas formas en mi vida me pondría eso". "Veo también que lleva consigo una flauta, una mandolina y una espada, será alguna suerte de músico? Y si lo fuera, un músico con una espada? Que tipo mas extraño".

-Así que, mi buen hombre, por qué razón debes tú también alejarte de la ciudad?. Me pareció extraño que te hayas encontrado tranquilamente en aquella posada y de un momento a otro hayas decidido partir. Eres alguna clase de ladronzuelo o algo? A propósito, no me he presentado, mi nombre es Warfax, provengo de un pequeño poblado llamado Orhania, establecido en La Montañas de Hierro, al Sur de la ciudad de Nashkell. ¿Cómo es tu nombre?

5.Eventos

Criseide:

Los aterrorizados orcos ven cómo el bosque se abalanza sobre ellos. A los pocos segundos quedan atados por ramas y lianas que les impiden moverse libremente.
Inmediatamente, tu nuevo amigo desgarra la garganta de uno de ellos y velozmente salta sobre su compañero más próximo. Éste intenta blandir su cimitarra, pero no logra desprenderla de la maraña y cae también malherido por las fauces y garras del animal.
Todo esto ocurre tan rápidamente que no tienes tiempo de reaccionar, pero al ver que el lobo envalentonado se lanza contra el único enemigo restante, el pequeño mensajero, quien si ha logrado desprender su arma y tiene un brazo libre, intentas detenerlo.
-¡Cuidado!
Distraído por tu grito el lobo gira la cabeza por una fracción de segundo que basta a su adversario para partirle el espinazo de un tajo. El orco te mira con furia y empieza a cortar las pocas ramas que aún lo mantienen atrapado.

Rastlin:

Avanzas un trecho más, pero el dolor se hace insostenible. La herida es incurable, pero puede ser tranquilizada con conjuros sanadores o pociones. Lamentablemente no tienes ninguna. Debías haberlo previsto, si bien la molestia es constante, los dolores intensos te acometen cada dos o tres meses.
Este camino es transitado, tarde o temprano debería pasar algún mercader o viajero. Quizás se compadezcan de un hombre maltrecho, sino lo hacen tienes suficiente oro, y si siguen renuentes... bueno, una bola de fuego siempre ayuda.
Te acomodas contra una fresca pared de piedra a la vera del camino a esperar que el dolor amaine o que alguien te de una mano. Si se calma un poco podrías intentar aguantar los pocos kilometros que todavía te separan de Nashkell. Mientras tanto no estas en condiciones de dar un paso más.

Wacka:

Duerme, no tiene acciones este turno.

Maugan y Warfax:

Escúchame, no tengo la menor idea de quien eres tú, o quién es el clérigo aquel que me hablo de Tempus. No estoy seguro de para donde debo ir, pero sé que aquí no debo estar. Si conoces alguna forma de que huyamos te seguiré, pero en cuanto estemos lejos de aquí cada uno seguirá su camino. Yo puedo protegerte y tú guiarme, pero no abuses de mi confianza
El bardo le hace una reverencia burlona y luego con un graciosa pirueta salta por la ventana. Luego se asoma desde la calle y le dice al enano que lo siga de una vez por todas.

El clérigo interviene:
- Te pido disculpas si te he ofendido con mis palabras. No es mi intención retenerte aquí ni despojarte de tus tesoros. Yo descansaré y más tarde partire hacia Puerta de Baldur's. Sin embargo, me gustaría advertirte que no me fío de ese bardo, no parece un hombre leal y miró con codicia tu anillo cuando se lo mostraste al semiorco. A modo de disculpa por mi rudo comportamiento, toma estas pociones de curación. Siempre son necesarias si no llevas un sanador contigo. Parte con mi bendición y ten cuidado.

Warfax murmura unas palabras de agradecimiento y guarda los tres frasquitos llenos de un líquido verde-azulado.
Menenando la cabeza, sale por la puerta y se reune con Maugan. Luego de un par de minutos llegan a la carretera norte.

Orden de posteo (No importa)

4.Warfax

El agitado enano está un poco intrigado pero no es estúpido, es evidente que desde que dio a conocer su anillo se le acercaron varios personajes interesados en él. Pero a este momento no tenía mucho que perder, después de la batalla debía alejarse del lugar, sería conveniente evitar el interrogatorio de los guardias, y éste extraño personaje parecía ser de la zona y podría ayudarlo a escapar. De todas maneras parecía un flacucho inofensivo, si intentara algo estúpido no sería mayor problema ponerlo en su lugar.

Detiene al individuo agarrándole una pierna y le dice: "Escúchame, no tengo la menor idea de quien eres tú, o quién es el clérigo aquel que me hablo de Tempus. No estoy seguro de para donde debo ir, pero sé que aquí no debo estar. Si conoces alguna forma de que huyamos te seguiré, pero en cuanto estemos lejos de aquí cada uno seguirá su camino. Yo puedo protegerte y tú guiarme, pero no abuses de mi confianza".

4.Maugan

El bardo mira con recelo al clérigo y rápidamente se dirige hacia el pequeño guerrero:

"Oye, enano -exclama Maugan-¿No te haz de fiar de este clérigo o si?¿Acaso crees que es digno de decirte si el objeto debe pertenecerte o no?"

Mientras se aleja, lentamente con pasos sutiles, despega su mirada a los ojos del enano.

"...Estoy bastante apurado y no tengo tiempo para el interrogatorio de los guardias...He de afrontar algunas nuevas aventuras. Grandes responsabilidades llevo en mi andar."

Hecha una fugaz contacto con los ojos del herido de baja estatura- "Pareces ser un gran guerrero y podrías ser de mi ayuda, aunqueee..... -Agarrando su barbilla con su mano izquierda, mira hacia una amplia ventana del lugar- a decir verdad veo que no estas dispuesto a encarar cosas como estas, tal vez sea mejor que te quedes en tu mina y sigas trabajando. No estoy aquí para traer mala fortuna a un ser como tú."

Maugan prefiere ahorrarse las promesas vanas sobre alguna recompensa, intentando crear así un ambiente de incertidumbre en el valiente bajo.

El ingenioso hace una reverencia- "... y si me permiten, me voy marchando..." -acercándose lentamente hacia la puerta, para luego partir a paso apresurado sin despertar sospechas...

4.Criseide

Criseide está un poco desconcertada con la reacción del lobo, ciertamente esperaba que la traicione en algún momento. Comienza rápidamente a pensar en la situación-“ Estos orcos están tramando algo, no se trata sólo de destruir el bosque, debemos tomar ese pergamino y ver cual es la razón que los motiva, pero primero vamos a organizarnos. Tomaré mi forma humana por que no es seguro de esta manera”-comenta al lobo en voz baja y sus gestos se muestran como si fuera a continuar con su dialogo pero se calla. A los pocos segundos muy decidida comienza a hablar -“También quiero consultarte...puedo sentir que tú sabes algo y que por alguna razón estas aquí, ¿ podrás confiar en mi?, si vamos a combatir juntos creo que debemos decirnos todo lo que pueda ayudarnos en nuestra causa”-dice mirándolo fijamente a los ojos mientras vuelve a su forma humana.

En cuanto los orcos comienzan a alejarse indica al lobo que se lanze en frente para detenerlos y así comenzar a invocar a su magia para enredarlos, un rayo sería más efectivo pero el pergamino se desvanecería instantáneamente.

4. Wacka

 El pequeño gnomo confirma con la cabeza y le entrega las monedas al posadero, quien le indica la dirección de la habitación. Quitandose la túnica mientras se acerca a la pesada puerta de madera que da a la humilde habitación, la abre con gran esfuerzo, y se acerca a una de las camas vacías. Del otro lado del cuarto habían dos personas que lo miraban mientras entraba, pero entre la oscuridad del cuarto y el cansancio no consiguió a distinguirlos. Se dejo caer sobre la cama y revisó su túnica como siempre, para asegurarse que no había perdido nada.
 Unos minutos despues los dos hombres habían dejado de observarlo, y el sueño ya estaba invadiendo su mente. En ese momento, llamo a Glodo en voz baja y le pidió que vaya a hablar con el señor mago del quinto piso, pero que sea muy cuidadoso. Glodo acepto muy emocionado y se dispuso a emprender la misión.
 Wacka acomodó su túnica bajo su cabeza y lentamente se fue quedando dormido. Mientras dormitaba, tuvo un leve sueño en el que se imaginaba a Glodo subiendo las escaleras de la posada y acercandose a una gran puerta de madera. Incluso podía sentir un aroma especial que provenía del interior del cuarto, pero el sueño fue pasando... y Wacka quedó dormido.

4 Rastlin

"No soporto más" piensas para ti mismo, te tomas con la mano la antigua herida de tu rodilla, el dolor incrementa a cada paso, sabes que los caminos ya no son un lugar seguro para ti, pero hace un tiempo que viajas sin rumbo fijo y estas muy cansado, por alguna extraña razón te encuentras cerca del único lugar que fue tu hogar alguna vez, una atracción sobrenatural te atrae al lugar donde comenzó tu largo viaje sin destino.

Por fin logras llegar a la punta de la colina en un abrir y cerrar de ojos te ubicas en la región, se ha vuelto muy difícil para ti olvidar algún lugar que hayas frecuentado, divisas el camino a más o menos medio kilómetro y a los pies de la colina una pequeña arboleda, estas a medio día de vuelo de dragón de Nashkell, en tu mente rondan varias ideas pero el dolor no te deja pensar con claridad por más que quisieras sería muy difícil tomar la decisión correcta en ese estado, forzosamente desciendes la colina y te recuestas contra un abeto.

Ya desde hace mucho tiempo no sientes hambre ni sed pero el dolor a incrementado considerablemente últimamente, poco a poco el cansancio te vence y comienzas a dormitar.

Te despiertas unas horas después el dolor a cesado por el momento aunque todavía sientes un cosquilleo en la cicatriz. Entonces las ideas vuelven a girar en tu cabeza, ya han pasado dos meses desde la última vez que estuviste en un pueblo y hace cuatro que no te cruzas con caza recompensas, y un deseo por recostarse en una silla y calentar tus pies al lado de una hoguera a empezado a hacerse fuerte en tu cabeza, es bastante extraño porque nunca disfrutaste de la civilización lo único que te interesa de ella es la posibilidad de adquirir más conocimientos. Pero por otro lado sabes que algo no anda bien, algún extraño acontecimiento esta apunto de suceder no sabes que es pero algo en tus venas te impulsa a ir a Nashkell, es en verdad este deseo el que genera tus ansias de civilización, aunque una parte de tu ser lo niegue, “¿Qué será?” son las palabras que se dibujan en tu cabeza.

Luego de meditar un rato la decisión se hace muy evidente sea lo que sea tienes que retornar a tu antiguo hogar, “Tal vez sea simplemente nostalgia” te dices a ti mismo para engañarte, sabes muy bien que ese tipo de sentimientos no tienen lugar en tu ser, sacas tu túnica te envuelves en ella y comienzas a caminar lentamente hacia el camino.

Al llegar a este levantas la vista y lees el cartel que señala el rumbo hacia Nashkell. Forzosamente das un paso dentro de la senda y la empiezas a transitarla lentamente, misteriosamente tu cuerpo recobra un poco de fuerzas y la marcha se hace más amena, en tu cabeza comienza a fijarse un objetivo, a pesar de tus inseguridades y temores sabes que el destino te guío a ese lugar y sólo el tiempo te sabrá dar respuestas, “Mmm el tiempo” algo que todavía no puedo dominar....

4. Eventos

Wacka:

-De donde yo vengo banda es más de una persona, pero no tiene caso discutir con gnomos, respondió el posadero.
-Vale, puedes quedarte y no hace falta que dejes tu pipa, pero comprenderás que no puedo darte una de nuestras habitaciones más lujosas. Si no tienes inconveniente puedes quedarte en una compartida, son muy económicas, apenas una pieza de oro por día.
Supongo que a quién buscas es a Zaal-Abeb, es un mago proveniente de lejanas tierras orientales. Se hospeda en la habitación más grande del quinto piso, aquella que se encuentra ni bien subes las escaleras. Sin embargo te advierto que tiene pocas pulgas y no suele permitir que extraños lo molesten.
Ehmm y en cuanto a tus amigos -escruta inquisitivamente a tu alrededor- supongo que pueden acompañarte siempre y cuando respondas por ellos.
Con una risita contenida te tiende la mano y dice: Una moneda de oro por favor, y otras dos por Glodo y su preciosa hermana. Disfruten su estadía.

Rastlin:

La vieja herida de tu pierna lleva un par de horas doliendo intensamente. Por seguridad casi nunca tomas los caminos, pero el agreste terreno que atraviesas no ayuda a calmar las molestias.
Decides arriesgarte a tomar la carretera. Al fin y al cabo es difícil que los encapuchados se aventuren tan al norte. Por otro lado les sería difícil reconocerte, tus experimentos nigrománticos de los ultimos meses y la magia latente que hierve en tus venas ta han envejecido prematuramente. Nadie diría que tienes apenas 16 años. Pareces un experimentado hechicero de 40, y tienes tanto poder cómo uno de ellos.
No sabes bien que te atrae hacia Nashkell, no has visitado tu ciudad desde que eras un niño y no guardas muy buenos recuerdos de los brutos mineros que la habitan. Sin embargo tu instinto te empuja hacia allí. Hueles grandes acontecimientos que están por desarrollarse, y allí donde hay grandes acontecimientos se encuentra el poder. Poder... Lo unico importante en este miserable mundo.

Criseide:

Por única respuesta el lobo inclina la cabeza y se prepara a seguirte.
Te lanzas a toda velocidad en dirección al mesón, el único lugar cercano donde puedes encontrar algunas espadas que te ayuden.
Ya te encuentras cerca del límite del bosque cuando tu compañero te llama la atención con un suave mordisco en la cola.
-Detener. Yo olfatear grargs, esconder en matorral.
Se acurrucan entre unas zarzas y en ese momento ven pasar a 3 orcos corriendo y resoplando. El más pequeño parece una especie de mensajero y lleva un cilindro a la cintura del que escapa un pergamino. Sus acompañantes podrían ser una especie de escolta. Parecen feroces y llevan pesadas cimitarras cruzadas en su espalda.

Maugan y Warfax:

El matón pierde pie por el puñetazo y antes de lograr estabilizarse recibe alcohol en los ojos. Cegado y torturado por el ardor lanza un espadazo que se incrusta en el banco que había usado el enano para cubrirse. No llega a hacer otro movimiento. Su cabeza vuela desprendida del tronco por un certero hachazo.
Lo siguiente que ve su compañero es un pequeño demonio con los ojos inyectados en sangre levantando un hacha desde abajo de su ingle. Antes de tener sus entrañas desparramadas por el piso logra clavar su arma en el hombro de su agresor.
Mientras tanto el bardo empieza a ejecutar una tranquilizadora melodía. El herido y ebrio enano no esta en las mejores condiciones para resistirla y cae sobre sus rodillas. El posadero ronca sobre la barra.
Maugan se arroja sobre el enano, pero en ese momento una pesada mano lo toma del cuello.
Tambaleandose Gornock aprieta con fuerza sobrehumana y saca una daga de su pantalón. Antes de que pueda siquiera levantarla, un martillo aplasta su craneo.
El efecto del hechizo del noble empieza a disiparse y el enano mira a su alrededor. Ve a los dos hombres que intuye lo ayudaron y hace una pequeña reverencia, pero el leve movimiento le provoca un dolor intenso.
El hombre de armadura aparta a Maugan con un brazo y se inclina sobre el enano, cerrando su herida con una benigna energía azul.
-Permitanme presentarme, soy Gaelan, servidor de Tempus.
Has luchado con valentía y mi dios bendice a los bravos. No toleramos a los que atacan a traición -dice mientras mira con desprecio el cadaver del semiorco- he creido notar que tienes un objeto que podría interesarme, ¿Me harías el honor de permitirme examinarlo?
Warfax se lo entrega renuentemente y los ojos del clérigo se abren con sorpresa.
-No lo creo, cuando lo lanzaste al aire me dije a mi mismo que estaba equivocado, pero veo que tenía razón. Estos anillos son entregados sólo a los de más alta jerarquía en nuestro clero, elegidos de Tempus. ¿A quién se lo robaste muchacho? Tu raza adora a otros dioses, deberías ser un seguidor de Clanngedín o Moradin.
Ofendido, Warfax arrebata el anillo al clérigo y lo guarda en su bolsillo. Acto seguido le explica sin muchas ganas las circunstancias de su hallazgo.
-Disculpa mi brusquedad, pero me resulta difícil de creer que Tempus deposite sus favores en un enano, pero ¿Quién soy yo para discutir su impredecible voluntad? Supongo que el hecho de que también tengas el cinturón es prueba suficiente, no había oido de nadie que poseyese ambos objetos. Por otro lado, luego de ver cómo batallas, no es tan sorprendente que hayas ganado el favor de mi señor.
Tienes un gran don muchacho, mientras lleves puesto el anillo nada podrá atemorizarte, serás absolutamente inmune al miedo. El cinturón por otro lado, te permitirá invocar una vez al día el poder de Tempus de manera muy parecida a cómo lo hacemos los clérigos con nuestro hechizo de invocar al poder sagrado.
Maugan escucha interesado toda la conversación pensando en cómo sacar provecho. Mientras el clérigo explica las propiedades de los objetos ve a Wilfred haciendole señas y se acerca a él.
-No es que me importe la suerte de estos patanes, solían darme dolores de cabeza y lo único que lamentaré es tener que limpiar el piso. Sin embargo permiteme darte un consejo mi jóven amigo: Desaparece tan rápido cómo puedas.
No pasará mucho antes de que lleguen los guardias para averiguar que provocó este baño de sangre, y no creo que te convenga ser retenido para ser interrogado como testigo. Me será fácil explicarles lo que ocurrió, estos imbéciles tenían una pésima reputación y el enano actuó en legítima defensa, pero si sabes lo que te conviene, te evitarás complicaciones innecesarias.

Orden de posteo: Maugan postea antes de Warfax. Los demás no importan