9.Wacka

El gnomo se acerca al umbral de la habitación donde lloraba la criatura, y da dos golpecitos suaves en el marco de la puerta.
- Disculpen mi intromisión, pero lamento mucho lo ocurrido. Intenté ayudarlos, pues ese Zaal no se cuanto es un desgraciado. Sin embargo, me parece que la actitud de la.... señorita.... no fue la más adecuada. Si todavía necesitan ayuda, yo podría utilizar mi humilde conocimiento de la magia para ayudarte con el pergamino, pero todavía necesitaremos conseguir el Berilio.
   Por supuesto no voy a cobrarles por el servicio, pero si les voy a sugerir mi compañía, pues el otro gnomo con el que viajaba a sido golpeado por el repugnante mago y ya tuvo suficiente aventura por un tiempo. Si bien mis pasos son cortos, prometo no ser una carga.
   ¿Que les parece?-

9.Warfax:

Una ves inmovilizado el brazo y calmado el dolor, el agotado guerrero sigue a sus compañeros hasta el lugar de descanso sin mencionar palabra alguna. Se encuentra muy pensativo por el desarrollo de la batalla.

-"Quizás, en ves de utilizar mi escudo, que por cierto quedó completamente destrozado, debería haber dado un salto atrás, aunque si hubiese hecho eso le podrían haber destrozado el cráneo a Margorach. Un brazo por la vida de un extraño, ¿habrá valido la pena?, lo sabré más adelante, solo quiero dormir un poco. Y éste Radagust, parece ser un habilidoso hechicero, ¿Quién será y qué diablos hacía en ese camino?" pensó.

Recuerda que el viejo tiene una herida en la pierna, y que no cierra, parece ser alguna suerte de conjuro o algo por el estilo.

-"Debe utilizar su magia para el combate con frecuencia. Bueno en este momento debería trat...mmm....¿en qué estaba pensando? ah! el mago, cierto. Bueno parece q su magi..".

El enano, apoyado contra un árbol, se adentra en un profundo sueño.

9. Rastlin

-“Puedes hacer la primera guardia si así lo deseas Margorach, por cierto mi nombre es Radagust, o por lo menos así me conocen en esta región.”- Todavía no confías lo suficiente en ellos como para revelarles tu verdadero nombre, crees que es mejor esperar al menos un tiempo para saber si estos nuevos compañeros de viaje se merecen tu confianza.

-"En cuanto a ti enano os recomiendo que te recostéis, y trates de mover lo menos posible es brazo, y otra cosa, encender una fogata no es bueno en estos lugares podemos llamar a miradas no deseadas.”- Todavía se encuentran cerca del camino y por más que tu hechizo te avisará si hay intrusos cerca no sabes cual será su poderío o intenciones.

“Cuando todos hayamos descansado lo suficiente podremos hablar del símbolo del capacete”- Aunque no puedas dormir, unas horas de reposo te permitirán pensar mejor, la rodilla ya te molesta poco, y tu cerebro empieza a trabajar velozmente pensando en el pasado, el presente y el porvenir.

Te recuestas contra un árbol y comienzas a dormitar, con los ojos entreabiertos, observando fugazmente como el sol se oculta en el horizonte, mientras interiormente exploras todos los lugares de tu mente en busca de respuestas…

9. Eventos

Maugan, Warfax y Rastlin:

El mago le pide al enano dos de sus pociones y les agrega los frutos de berrucosa machacados. El brebaje toma un color más oscuro y produce un olor fuerte, pero no desagradable.
Mientras tanto, Maugan se las arregla para cortar un par de varillas medianamente regulares de un árbol cercano y con algunos trapos las ata al brazo del guerrero, buscando inmovilizar el hueso lo mejor posible.
El solo contacto de las manos del joven hace que Warfax sienta un penetrante dolor y deja escapar algunos quejidos mientras este le da los primeros auxilios.
Rastlin termina el proceso y entrega una de las pociones al enano, quien la mira sin mucho convencimiento, sin embargo al ver que el mago bebe la suya, decide ingerir el extraño líquido.
Ambos se sienten mejor, el dolor de la pierna de Rastlin se convierte en una mera molestia y el brazo de Warfax deja de latir, no obstante seguir inutilizado y estar empezando a hincharse. La poción funcionó cómo un calmante momentáneo, pero deberías visitar a un clérigo lo antes posible.
Deciden ir con el mago al lugar seguro que dice conocer y Maugan se ofrece a hacer la primera guardia.
Rastlin los lleva hacia la pared de piedra dónde se había recostado más temprano y los guía por un empinado sendero hasta una oquedad entre las rocas. Les explica que nadie puede llegar hasta ustedes sin subir por el sendero y que mientras ascendían plantó en él un glifo de custodia que les avisará si algún intruso se aproxima, por lo que no necesitan hacer guardia.
Todos dejan sus bultos en el suelo y se acomodan lo mejor que pueden para pasar la noche, que ya esta empezando a caer sobre ustedes.

Wacka:

El hechicero se ve molesto por tu intervención y no te presta mucha atención, mientras estas explicándole que necesitas magia de ilusión pone una extraña cara y te dice:
-Espérame aquí, en un momento estoy contigo.
Pronuncia una frase en una lengua que nunca antes habías oído y te das cuenta que no puedes mover ningún músculo. Tu lengua queda incómodamente congelada en la palabra “precio”.
Inmediatamente Zaal-Abeb se desvanece envuelto en energía mágica. Tu situación es muy incómoda, pero no sabes cómo liberarte de ella.
Aproximadamente un minuto después, que para ti fue una eternidad, el mago reaparece frente a tus ojos. Murmura un nuevo conjuro y vuelves a controlar tu acalambrado cuerpo. Todavía estás ocupado moviendo de un lado al otro tu dolorida lengua cuando se dirige con desgano a ti:
-¿Conque un enviado de los encapuchados de Athkala eh? Deberías saber entonces que he tenido tratos con tu gente en el pasado y que actualmente no estamos en muy buenas relaciones. Creía que lo que habíamos arreglado para que yo me mudase al norte era que si yo no los molestaba, ustedes tampoco intervendrían en mis asuntos. No me interesa lo que me ofreces. Ese mediano es un ladronzuelo de poca monta y ya me ocupé de asustarlo para que no vuelva a molestarme. Te aseguro que si intenta algo nuevamente, ustedes no necesitaran preocuparse por más por él. Ahora amigo, retírate y no vuelvas a importunarme jamás. ¿Fui lo suficientemente claro?

Sin esperar tu respuesta, hace un movimiento con su mano y una poderosa fuerza te empuja fuera de la habitación. Ruedas por el pasillo y las puertas se cierran estruendosamente. Te acercas a ella y te das cuenta que jamás podrás violar la magia que las sella.
Te encaminas a la escalera, dónde ves al caballero de la habitación del mago consolando a una horrible criatura que llora desconsoladamente.

Criseide:

Sales al pasillo con la cajita entre tus manos y te reúnes con Miles y su escudero. Estás muy satisfecha de ti misma por haber burlado a ese viejo pervertido.
Tu sonrisa se desvanece cuando ves que la figura de Zaal-Abeb se materializa frente a ti.
-Creo que eso me pertenece –te dice mientras te arrebata el cofre púrpura- Tienes suerte de no haber usado ni una pizca, si lo hubieras hecho hubiera tenido que desintegrarte. Habría sido una pena desperdiciar así a una chica tan bella. Sin embargo, no me gustaron tus modales ante mi elegante proposición y mereces un buen escarmiento.

Una luz roja te rodea y sientes que tu cara empieza a estirarse. Mira tus manos y notas que la piel esta tomando un color verdoso y que grandes verrugas empiezan a aparecer por toda su superficie. Tocas tu rostro y no reconoces sus formas.

-Te aseguro que en tu nuevo estado podrás sentirte suficientemente satisfecha hasta si un trasgo decide prodigarte sus atenciones, chiquilla estúpida.

Antes de que nadie atine a reaccionar, el viejo hechicero desaparece.

Miles se acerca a protegerte y notas en su mirada que algo esta mal, muy mal. Asustada, tratas de ver tu reflejo en la coraza del paladín, desde dónde una horrible y desfigurada bruja te devuelve la mirada.
Empiezas a llorar desesperada, esta vez de verdad, y Miles intenta consolarte:
-Vamos, no llores. No justifico al ruin mago, pero no deberías haber tomado la caja. Ese tipo es una pila de basura, pero eso aún así no es admisible un robo. Su furia podría haber sido mucho peor.
De seguro en Beregost un clérigo podrá quitarte esta maldición. Además no te ves tan mal. No te preocupes, te aseguro que algún día tomaremos venganza por sus acciones. Ahora lo mejor que podemos hacer es descansar. Derevan te acompañara a tu habitación y yo iré mañana a levantarte. Procura dormir, tenemos duros acontecimientos por delante.

8.Wacka

  Wacka sale de entre las sombras, interrumpiendo la escena. El gnomo ignora la cara de desconcierto del mago y de los otros hombres, y se acerca unos pasos hacia el pervertido hechicero.
- Estimado Zaal-Abeb, me temo que debo sugerirle que tenga extrema precaución al reaccionar ante esta situación. - El gnomo toma su espacio cuando ve al hechicero ponerse en guardia ante semejante intrusión.
- Disculpe mi usurpación, señor. Mi nombre es Glodius Maestrel, soy un informante de los Ladrones de la Sombra de Amn, me imagino que una persona tan conocedora como usted debe conocer los detalles de nuestra organización. Estoy en esta posilga siguiendo de cerca las acciones de un pequeño mediano que ha traicionado la organización y ahora esta fuera de control, tomando poderosos artefactos que no son suyos prestados. Hace un tiempo usted lo agarró con las narices en su habitación, pero me temo que desconoce de su verdadero potencial.-
   - Si no me equivoco, esta es una pequeña artimaña que está utilizando para hacerlo salir de su alcoba. Y asi poder darse un paseo.-
   Le aconsejo seriamente que no se retire, pero por supuesto es su decisión. -
   El gnomo parecería ser otra persona. Termino de hablar y se paro erguidamente con la barbilla alta y una mirada tranquila e inquietante en sus ojos. Se acercó un poco más al mago, y le hablo en una voz muy baja:
   - He intentado atraparlo en severas oportunidades, pero he descubierto que la única manera de evitar que escape será utlizando ilusiones, sin embargo mis habilidades en dicha arte son limitadas. Si me brinda algún tipo de ayuda en este aspecto, podría capturar a su acechador en este mismo momento, sin que usted tenga que perder ni un segundo más, pero por supuesto... todo tiene su precio...-

   
 

8.Maugan

"Warfax, préstame el hacha"

Maugan se dirige hacia el arbol más cercano y consigue algunas maderas, como un desastroso leñador,para mantener quieto el brazo del enano. No sabe si realmente su forma de cortar un arbol con un hacha era esa o si simplemente lo hace para seguir su papel de hombre indefenso.


Mira al hechicero y hace una reverencia- "Mi nombre es Margorach, ¿cómo el suyo señor?. Propongo ser el primer sereno de esta noche, ustedes dos estan heridos y agotados. Nos turnaremos cada mil ronquidos del enano."

8.Criseide

Aprovecha la furia de Miles y la actitud del escudero que desconcertaban al mago para tomar esa caja violeta. Criseide actúa un llanto forzado y sale corriendo del cuarto con el objeto robado. Ella cree que nadie logró verla, corre con las pocas fuerzas que le quedaban para escabullirce en la multitud del salón principal.

8.Warfax:

Una ves que ve al ogro caer, el enano toma conciencia del dolor en su brazo y observándolo dice:- "Oh.. este brazo no debería ser recto??".

-“No parece que puedas continuar mucho en ese estado y yo también necesito descansar, sería bueno que busquemos un lugar para acampar ¿No les parece? Conozco bien la región no muy lejos de aquí podemos encontrar refugio, no creerán que este ogro actuaba por su cuenta el símbolo que adorna su capacete pertenece a alguien, creo saber a quien pero no es lugar para hablar de ello, será mejor que nos movamos rápido antes de que la noche nos caiga encima”-.

Sabe que no se encuentra en condiciones de negarse, entre un enano manco y un músico flacucho mucho no podrían hacer.

-"Mucha opción al parecer no tengo. Este brazo por si solo no va a sanar, es por eso que debo encontrar alguna suerte de clérigo o algo parecido en un poblado cercano que me lo pueda sanar. Lo único que necesitaría sería aliviar el dolor durante el viaje, ¿Por casualidad no tienes algo que me aplaque el dolor? Puedo darte a cambio una poción de éstas, imagino que puede curar la herida que tienes. También necesitaría que me le vuelvas a su lugar por favor, y tú, músico, fíjate por favor si encuentras algunas ramas para inmovilizarme el brazo".

8. Rastlin

Observas como la bestia agoniza lentamente, no es un buen lugar para quedarse, los ogros suelen andar en parejas además la maraca en el capacete no te inspira confianza, miras en dirección del enano, el pequeño guerrero parece malherido de un brazo, decides ser cordial, después de todo a demostrado gran valor en la batalla, te diriges hacia él:

-“No parece que puedas continuar mucho en ese estado y yo también necesito descansar, sería bueno que busquemos un lugar para acampar ¿No les parece? Conozco bien la región no muy lejos de aquí podemos encontrar refugio, no creerán que este ogro actuaba por su cuenta el símbolo que adorna su capacete pertenece a alguien, creo saber a quien pero no es lugar para hablar de ello, será mejor que nos movamos rápido antes de que la noche nos caiga encima”-.

Si el monstruo actuaba a favor de quien piensas, las cosas no pueden andar bien ¿Sería por eso que percibías una extraña sensación en tu cuerpo? No lo sabes. Si no están dispuestos a ayudarte será mejor que te marches rápidamente tu temor por el camino sigue vigente y no es un buen lugar para encontrarse con la noche.

8. Eventos


Wacka:

-No gracias, Dejawacka. Yo ya aprendí mi lección. Cuando llegó hace unos meses, me sentí tentado por algunas de las brillantes pertenencias de ese hechicero, y te aseguro que no la pasé nada bien.
No querrías saber lo que tuve que darle a cambio para recuperar mis manos.
Te recomiendo que no tengas tratos con él. Por mi parte, voy a beber un par de copas al salón, si lo deseas reúnete conmigo más tarde.

El mediano se retira y tu decides subir las escaleras hasta el quinto piso. Todavía jadeando por el esfuerzo hecho, ves a un joven de armadura y a una linda chica atravesando unas ornamentadas puertas dobles, que seguramente conducen a los aposentos de Zaal-Abeb.
Te cuelas ágilmente por una rendija antes de que las puertas se cierren y te acomodas en la oscuridad, desde dónde puedes escuchar tranquilamente su conversación.


Criseide:
Le informas a Miles que no piensas irte a dormir hasta asegurarte de que el pergamino haya sido descifrado y que lo acompañarás a ver al mago.
El paladín se encoje de hombros y te permite ir con él. Antes de subir le hace un gesto a un muchacho que se había mantenido a distancia prudencial durante vuestra conversación y le ordena que los acompañe. Ante tu recelosa mirada, te informa que se trata de Derevan, su escudero.
Luego de ascender varios pisos, llegan ante unas pesadas y lujosas puertas que el paladín golpea discretamente.
Se escucha una voz rasposa proveniente del interior:

- Evidentemente este maldito posadero no termina de entender que NADIE debe molestarme. Le pago demasiado para que no cumpla un requisito tan simple, quizás debería convertirlo en cerdo y asarlo una de estas noches. ¿De quién se trata esta vez?

El paladín no parece muy cómodo, pero responde:

- Soy Miles de Noyard, caballero de la orden de Tyr, me acompaña mi aprendiz Derevan. Junto con nosotros viene Criseide, una joven druida del bosque de las capas. Necesitamos urgentemente de vuestros servicios.

La voz cambia de tono y parece más interesada:

-¿Joven druida decís? Pasad entonces.

Las puertas se abren y ante la débil luz de una vela puedes ver una lujosa habitación llena de extraños objetos que se confunden entre las sombras. Un anciano envuelto en una túnica iridiscente se encuentra inclinado sobre una serie de viales e instrumentos alquímicos. Gira su cabeza y examina atentamente a sus visitantes.

El paladín interviene le explica sucintamente los acontecimientos y le pregunta si conoce alguna manera de hacer legible el pergamino. EL mago lo toma y le hecha encima el contenido de algunos frasquitos.

-Conozco el hechizo que se usó para ocultar esta escritura. Es magia relativamente poderosa, pero no creo tener problemas para desbaratarla. En realidad cualquier mago decente podría hacerlo pronunciando un conjuro de identificación y esparciendo previamente sobre el pergamino polvo de berilo. No obstante mis amigos, este es un reactivo muy costoso.

Criseide, desesperada le pregunta dónde pueden conseguir ese ingrediente y el mago sonríe satisfecho.

-Da la casualidad de tengo un poco -señala una cajita púrpura que se encuentra sobre un anaquel cerca de las puertas-. Sin embargo, no suelo dedicarme a la beneficencia querida. Si me dais 1000 monedas de oro, no tendré inconveniente en realizar el hechizo por vosotros.

Miles, con enojo apenas contenido le responde:

-Sabes muy bien que no disponemos de esa cantidad. Entiende que hay una ciudad entera en peligro, te ruego que por favor nos ayudes.

Despreciativamente y con una sonrisa irónica en sus labios el hechicero le contesta:

-Pues a mi me tiene sin cuidado la suerte de unos cuantos campesinos. Si no tenéis oro, no desperdiciaré mis preciosos elementos mágicos. Aunque quizás podamos llegar a un acuerdo. Criseide es muy bella, no me molestaría yacer con ella esta noche.

Enfurecido, el paladín lleva una mano al pomo del mandoble que cruza su espalda. Su escudero adquiere instantáneamente una postura de combate.

-¡Vil demonio, como te atreves! Lo único que impide que cercene tu maligna cabeza son las reglas de cortesía de esta hospedería. Si vuelvo a encontrarme contigo tu suerte será otra. ¡Tarde o temprano dejarás este enclave y en ese momento ninguno de tus retorcidos conjuros podrá salvarte de la cólera de Tyr!
Vámonos Criseide, no necesito más pruebas. Mañana partimos a Beregost.

Con una seña a sus compañeros, abandona la habitación. El hechicero te hace un guiño lascivo y te dice:

-Tú te lo pierdes pequeña, la experiencia es impagable. Si cambias de opinión aquí estaré.

Acto seguido vuelve a enfrascarse en sus estudios.

Deberías seguir a Miles. Su escudero aún está a tu lado, protegiéndote con su espada.

Nadie nota la pequeña figura agazapada bajo el anaquel dónde, entre otros muchos objetos mágicos, se encuentra la cajita con polvo de berilo.


Maugan, Rastlin y Warfax

El primer mazazo del monstruo destroza el débil escudo de madera. Tambaleándose por el impacto, Warfax atina a lanzarle su daga, q rebota contra un costado de la bestia sin producirle mayor daño. Mientras el ogro vuelve a levantar su arma el guerrero logra lanzarle un par de flechas sin mucha puntería ya que uno de sus brazos está casi inutilizado. Sin embargo, los disparos son a quemarropa y los proyectiles se hunden en la carne del ogro. Atrás suyo, escucha a Maugan gritar algo y a pesar de que casi no siente el brazo izquierdo sube rápidamente a un árbol. Si lo hubiera hecho un segundo más tarde, el siguiente golpe lo habría aplastado.
En ese momento Rastlin conjura una flecha llameante que impacta en pleno pecho del agresor. El monstruo arroja su maza con un terrible alarido de dolor y no atina a cubrirse del enano que salta sobre el, abriendole un profundo tajo en el hombro.
Los tres supervivientes se reúnen en torno al malherido enemigo. Un nauseabundo olor a carne quemada se desprende de su cuerpo y la sangre brota a borbotones. No le queda mucho tiempo de vida y es absolutamente incapaz de causar el menor daño.
Warfax se toma el brazo, quizás lo tenga roto. Sus pociones pueden calmar el dolor, pero no tienen la potencia suficiente para soldar hueso.
Quedan sólo un par de horas antes de que anochezca. No queda otra opción más que buscar un lugar dónde levantar campamento. No parece sensato hacerlo aquí, dónde poco antes un ogro asesino casi acaba con ustedes.
Con su pierna herida, Rastlin no tiene posibilidades de ir a ningún lado.

Orden de posteo: Rastlin antes de Warfax y Maugan. Criseide antes de Wacka

7. Rastlin

Estas a punto de conjurar un hechizo cuando un ogro inmenso se atraviesa en tu camino y rompe tu concentración, “Mmm... no hará falta que gaste mi magia en estos simples campesinos” piensas para tus adentros. Observas como el enano se lanza al ataque “Es bastante ágil no lo parecía”, creías que con un sólo golpe de la bestia lo aniquilaría.

De repente caes en cuenta de un pequeño detalle la criatura lleva un símbolo rojo en el capacete estas seguro de que ya lo habías visto en algún lado, “¿Pero dónde?” comienzas a buscar en tu memoria cuando de repente eres interrumpido, "Escucha maldito, ordénale que se detenga o los únicos que quedarán vivos somos el enano y yo. No sabes con quienes te has metido, mas aún, no llevamos nada que valga la pena robar." Es el hombre que acompañaba al enano te amenaza con su espada, que ingenuo no lo sabe pero no hubieras necesitado convocar ningún monstruo para vencerlos, decides ayudarlos después de todo talvez te ayuden, estas en condiciones de conjurar hechizos pero no de caminar.

-“No te preocupes, yo no conjuré a esa bestia, puedo encargarme de vencerla si así lo deseas, me crucé con algunas de este tipo en el pasado, pero por lo que veo tu amigo se puede encargar de la situación sólo, sin embargo voy a agilizar el trámite”-.

Empiezas a conjurar una flecha de fuego dirigida a su pecho, su punto débil, de esta forma le facilitaras la tarea al enano..

7.Criseide

Criseide, esta muy cansada, pero no cree que sea pertinente ir a dormir y dejar todo en manos del primer extraño que se le aparezca. De esta manera, decide usar su agudo olfato que le permitía saber que tan bueno era ese hombre. Olía a rayos, definitivamente, y eso dificultaba, decifrar el efecto de su poder. Ella sabe que pronto se acostumbraría a ese olor y luego descubriría de quien se trata esta persona.
Mientras tanto ella decide acompañar a Miles a buscar a ese sabio hechicero, es la mejor opción sensata que tiene. Así también va pensando como hacer luego para llamar la atención de todos....

7.Maugan

Maugan da un ágil brinco hacia atrás, desenvainando su espada y ve caer unas pequeñas chispas hacia el piso.

"¡Warfax! Distrae al ogro mientras yo me encargo de este farsante"

Mira enfurecido al mago y lo amenaza con su arma.

"Escucha maldito, ordénale que se detenga o los únicos que quedarán vivos somos el enano y yo. No sabes con quienes te has metido, mas aún, no llevamos nada que valga la pena robar."

7. Wacka


Tentado pero precavido ante la invitación de su nuevo amigo, Wacka le comenta sus intenciones de ir a visitar a Zaal-Abeb.
" Cada uno se gana la vida como puede, señor Brandegin, en especial en tiempos dificiles como estos. Pero si su único objetivo en la vida es el crimen de poca monta.... pues entonces aburrida será su vida. 
 Le propongo algo: la verdadera razón por la que estoy en este sitio, es porque estoy en busca de objetos mágicos. Algunos en particular, pero esa es otra historia. Me han comentado que hay un gran mago hospedandose en esta posada, y dado que mi amigo parece haber encontrado algo mejor en que gastar su tiempo, me preguntaba si querías acompañarme".
Wacka se queda mirando la expresión pensativa en la cara del mediano por unos segundos, y continua hablando:
"En un principio, mi intención es simplemente hablar con él o tal vez comprar algún objeto que me sea útil, y en ese caso tu vivacidad me sería muy oportuna. Pero si se muestra poco interesado, pues... quien sabe... a lo mejor el sí puede soportar más que la pérdida de una pipa, y con un poco de mi ayuda, podrías conseguir "prestado" algo más que unas monedas. ¿Qué dices? ."


7.Warfax:

Al divisar al ogro, ya con su hacha empuñada, el guerrero agarra rápidamente el escudo redondo de madera de su espalda y se lo equipa en el brazo izquierdo, intentando detener el golpe de su atacante. Se recupera y le arroja directo al pecho su pequeña daga. Aunque está conciente de que no le ocasionaría mayores daños, sabe que le daría unos segundos para acomodarse, tomar distancia e intentar algunos disparos con su arco. Luego intenta treparse rápidamente a un árbol y saltar sobre el ogro, empuñando su hacha con las dos manos para poder quebrar sus defensas.

En todo momento está observando al mago para poder discernir si el ogro era producto de su hechicería o también representaba una amenaza para él.

7. Eventos


Warfax, Maugan y Rastlin:

Tras las palabras de Maugan, él y el enano le dan despectivamente la espalda al viajero que educadamente había solicitado su ayuda.
El mago, enfurecido por la indiferencia con que fue tratado, comienza a murmurar un conjuro para castigarlos por su impertinencia.
En ese momento, se escucha un bramido y los tres voltean a ver de que se trata. Esto rompe la concentración del mago y su conjuro se desvanece con un chisporroteo de magia inútil.
Un gran ogro, armado con una pesada maza erizada de púas aparece entre los árboles a la izquierda de Warfax. No lleva ningún tipo de armadura, pero su cabeza esta guarecida por un capacete de metal, adornado por un símbolo rojo.
Sin mediar palabra alguna, se lanza sobre los viajeros, blandiendo su arma.

Criseide:

Tus pulmones estallan, pero no puedes parar. Muchas vidas inocentes dependen de tus acciones. Atraviesas los últimos árboles y divisas las murallas del mesón.
Los guardias de la entrada se sorprenden de la resoplante joven que aparece ante ellos, pero comprenden que escapa de algún peligro, así que le permiten pasar sin interrogarla. Preocupados, se ponen en guardia y dan la voz de alarma para que sus compañeros acudan a reforzar al puerta.

Cuando entras al salón, te encuentras con todo tipo de gente, muchos parecen mercenarios experimentados. La comida y la bebida son servidas en abundancia, y tampoco faltan mujeres dispuestas a atender sus necesidades.
No sabes cómo proceder, es improbable que estos curtidos aventureros abandonen su descanso y te acompañen de buena gana a una feroz batalla de la que aparentemente no obtendrán ningún beneficio.
Notando tu turbación, un apuesto hombre se te acerca. Esta muy bien armado y lleva una reluciente armadura. Te hace una reverencia y se presenta:

-Miles de Noyard, paladín de la orden de Tyr, a vuestro servicio. Observo en vuestro delicado semblante que algo os preocupa y me preguntaba si podría ayudaros en algo.

Tan bien como puedes, explicas apresuradamente al soldado quien eres y los acontecimientos recientes. Cuando terminas, de Noyard asiente y te dice gentilmente:

-Entiendo vuestro temor Criseide, pero os aseguro que es improbable que esto vaya a ocurrir. Es imposible que una tropa de orcos de ese tamaño haya pasado desapercibida. Las patrullas del puño llameante recorren los caminos y mi propia orden envía a hombres a combatir a los monstruos y demonios que asolan las tierras de los alrededores. ¿Podríais enseñarme el pergamino?

Le enseñas el arrugado pellejo y le explicas que esta encantado para que sólo pueda leerlo un semielfo. El paladín te mira prolongadamente con una expresión escrutadora.
-Te diré lo que haremos bella dama. Quiero creerte ya que me inspiras confianza, pero cómo comprenderás no puedo arriesgarme a perseguir una banda de enemigos imaginarios. En este lugar se aloja un poderoso hechicero. No me agradan demasiado quienes dedican su vida al arte arcano, pero estoy seguro que si este pergamino esta embrujado, el podrá revelarnos sus secretos. Tu deberías descansar, ya que si lo que dices es cierto, partiremos a Beregost mañana temprano. Ordenaré al posadero que os prepare una habitación cómoda y privada. Esta noche hablaré con el mago. Os despertaré cuando haya llegado el momento de partir.

Aliviada por las palabras de Miles, te das cuenta que estás verdaderamente agotada y sabes que necesitas reponer tus fuerzas. De todas maneras no estas segura acerca de dejar todo en manos del paladín. Todavía quedan un par de horas antes de que anochezca, si logras mantenerte en pie podrías usarlas para explorar la posada y buscar nuevos aliados. También puede ser una buena idea acompañar a de Noyard.


Wacka:

El mediano resulta un entretenido interlocutor, entre nubes de humo, intercambian viejas historias y anécdotas. Empiezan a entrar en confianza y te cuenta que se llama Brandegin y que se gana la vida hurgando en bolsillos ajenos. Según él, nunca toma más de lo que sus víctimas pueden soportar y tu eres una prueba viviente de ello. Luego de un par de horas se levanta y te propone bajar al salón a hacer "negocios" a costa de los comensales.
No eres un ladrón, pero tu nuevo amigo te resulta simpático y podría ser divertido verlo trabajar. Por otro lado entre una cosa y otra el día se está yendo y todavía no has intentado hablar con Zaal-Abeb. No tienes más que un puñado de monedas y no puedes darte el lujo de una larga estadía en la posada.

(Orden de posteo, Wacka antes de Maugan, Maugan antes de Rastlin.)

6.Criseide

Ansiosa de llegar, Criseide piensa en su lugar, sus árboles, arroyos y pequeños animalitos indefensos que conviven en las capas... Corre a paso acelerado tratando de planificar cómo va a informar tal noticia a fuertes guerreros y lograr que se unan a su misión. No sabe si recordará bien su viejo idioma y si la gente podrá entenderle al hablar, pero tan desesperada está que sigue avanzando a máxima velocidad.

" Beregost, mi antiguo pueblo se verá ardiendo como una antorcha si no intervengo inmediatamente, como así también mi amado bosque."

Sus sentimientos sobrepasaban su deber pero las lágrimas no servirían para nada...

6.Maugan

El bardo mira de reojo al enano y antes que el extraño se acerque lo suficiente para escuchar le murmura: "Ponte en guardia, debe ser una trampa".

"...no es mi intención molestarlos, pero la verdad es que necesito de su ayuda tengo una antigua herida en mi pierna que me tiene a mal traer, ¿me gustaría saber si existe la posibilidad de que me auxilien? Podría ofrecerles algo a cambio, no es mucho el oro que traigo pero puede ser bien usado."

-"¿Quién eres tú y qué te trae por aquí? - interviene - No solemos ayudar a extraños. Tampoco necesitamos oro, es otro el sentido de nuestro andar. Si vas a Nashkell, espera otras personas, nosotros nos dirigimos hacia otro lugar- hace una reverencia y pega la vuelta esperando a que el malherido suplique-"

Maugan le hace disimuladamente una seña a su compañero para que siga atento mientras dice: "Vámonos amigo, este ser sólo retrasaría nuestro viaje, no creo que quieras darle alguna de tus pociones..."

Mira a su alrededor para ver si no aparecían algunos bandidos y recuerda esas pequeñas pociones de color azul que aquel clérigo había entregado a su compañero, estaba seguro que recompondrían al débil extraño.

6. Warfax

Bastante agotado, el enano sigue caminando bajo los rayos del sol, escuchando de la música que su acompañante improvisaba. , muy entretenida por cierto, era de distracción ante los esfuerzos físicos que deben hacer para completar su viaje.

-"Donde has aprendido tus dotes musicales? Eres bastante bueno. Yo de niño intenté tocar la flauta y definitivamente no era uno de mis atributos jajaja".

El enano intentaba ablandar la relación entre ambos, si iba a viajar con alguien por lo menos quería saber de quién se trataba. Además podría hacerse muy extenso y tedioso el viaje.

-"Mi maestro me explicó que la música es una forma de expresión del espíritu y....."

-“Buenos días caballeros". El guerrero de baja estatura empuña ágilmente su hacha y se coloca en posoció de guardia.-"Qué diablos quieres?!".

-"No es mi intención molestarlos, pero la verdad es que necesito de su ayuda tengo una antigua herida en mi pierna que me tiene a mal traer, ¿me gustaría saber si existe la posibilidad de que me auxilien? Podría ofrecerles algo a cambio, no es mucho el oro que traigo pero puede ser bien usado-…

Warfax baja su guardia y mira a los ojos a su compañero, esperando que al menos con una mirada le de su opinión sobre la situación. Recuerda que tiene 3 botellas de pociones curativas, pero porqué habría de darle una? Al fin y al cabo ni lo conoce y vaya a saber uno quién resulta ser este inválido. Se encuentra siempre atento ante cualquier movimiento del vejestorio en pie, si intentara algo estúpido le cortaría la cabeza de un movimiento del filo de su nueva hacha.

6 Rastlin

Comienzas a pensar rápidamente, necesitas la ayuda de estos extraños lo sabes, ya has estado esperando mucho tiempo, pero como convencerlos.

Decides que lo mejor es esperar a que se acerquen y decender por la colina cuando estén lo suficientemente cerca como para poder entablar un diálogo pacífico. Según tus cálculos en pocos minutos tendrá lugar este suceso, tu orgullo te carcome por dentro, alguien de tu categoría teniendo que pedir ayuda, sabes que en otro momento no lo hubieras hecho, pero ahora necesitas encarecidamente de su caridad.

Mientras esperas exploras tu entrono, tu mirada se posa en una planta de berrucosas, cuyos frutos mezclados con una poción curativa pueden crear un elixir capaz de aplacar tu dolor hasta tal punto de quedar transformarlo en un simple cosquilleo, al menos por algún tiempo. Arrancas algunos frutos y los guardas en tu especiero pensando que podrían ser de gran utilidad en el futuro, te agradeces a ti mismo haber leído tantos libros de herbología.

Los extraños ya se encuentran cerca, te levantas apoyándote en tu bastón, estas apunto de dar el primer paso para comenzar a decender la colina cuando comienzas a sentir la extraña sensación que has estado sintiendo ultimamente en tu cuerpo, “¿Serán enemigos?” piensas para tus adentros, no lo sabes pero hay una sola forma de averiguarlo. De todas formas no crees que puedan ser oponentes para ti, aún en el estado en que te encuentras eres capaz de conjurar algún hechizo .

Empiezas el descenso, te sitúas justo en medio del camino, ya se encuentran a unos cuantos pasos, comienzas a hablar: –“Buenos días caballeros, no es mi intención molestarlos, pero la verdad es que necesito de su ayuda tengo una antigua herida en mi pierna que me tiene a mal traer, ¿me gustaría saber si existe la posibilidad de que me auxilien? Podría ofrecerles algo a cambio, no es mucho el oro que traigo pero puede ser bien usado-…

6.Wacka

 Wacka se levanta y sale detrás de el mediano.
- Espera!, ¿Querías fumar? Tengo el mejor tabaco de mis tierras en mi bolsillo y tambien se me antoja fumar un poco. Me pregunto que hace uno de los tuyos por estas tierras, aunque estoy seguro que te debes preguntar lo mismo. Veo que no estás en una buena situación pues duermes en estos cuartos, pero tampoco eres mala persona, pues me has devuelto mi humilde pipa.-
 El gnomo se acerca al mediano y le ofrece sentarse en una de las pocas mesas que no olían a alcohol.
- Por cierto!! ¿No viste a otro gnomo por ahi? Nos separamos anoche y nunca lo volví a ver.-

6.Eventos

Maugan y Warfax:

Los nuevos compañeros caminan juntos. Ninguno se fía totalmente del otro e intercambian una conversación trivial, sin revelar información importante.
El día es hermoso y nadie parece estar siguiéndolos, así que se relajan y disfrutan del aire fresco. Marchan a buen ritmo, de seguir así no tendrán que pasar más de una noche al descampado antes de llegar a Beregost.
Para pasar el tiempo y hacer más ameno el trayecto, Maugan va cantando.
Al cabo de unos pocos kilómetros divisan una figura sentada entre unos árboles a la vera del camino. Está envuelto en única túnica roja y tiene todo el aspecto de ser un mago.


Rastlin:

La tarde avanza y tu rodilla sigue latiendo de dolor. Todavía no has visto a nadie en las inmediaciones. Recordabas que este camino tenía más movimiento. Las minas de Nashkell abastecían de hierro a toda la región y varias caravanas la visitaban. Además esta ruta es de paso obligado para todo aquel que viaje de Athkala a Puerta de Baldur's.
Te alegras de haber dejado la pared de piedra. Es un día soleado y los rayos del astro calientan sin piedad el lugar dónde te habías acostado en un principio. Se está mucho mejor aquí a la sombra. Nunca te gustó mucho el sol, tu piel era de por sí de naturaleza delicada y hoy en día esta tan deteriorada como el resto de tu cuerpo.
Cuando ya te habías resignado a tener que seguir viaje a pesar de la incomodidad en tu pierna, escuchas una cancioncilla.
Levantas la vista y vez a un enano, de aspecto cansado, acompañado por un joven que canta a viva voz.


Wacka:

Te desperezas, no sabes cuanto has dormido pero te sientes totalmente recuperado.
La habitación esta vacía a excepción de una figura en cuclillas en el extremo opuesto y un par de campesinos que duermen con sus fardos cómo almohada.
El desconocido se te acerca, se trata de un mediano de cabello enrulado.
-Oye amigo, no deberías acostarte a dormir tan descuidadamente en un lugar así. Revisando tus bolsillos encontré esta pipa y me dieron muchas ganas de fumar -te mira con picardía mientras te arroja el objeto de vuelta-. No te preocupes no he tomado nada más. Tampoco puede decirse que tuvieras algo de interés...
Con una mueca te saluda y sale rápidamente de la habitación.

Criseide:

Justo en el momento en que el mensajero terminaba de destruir sus ataduras, se ve envuelto por la plaga de insectos que convocas para acosarlo. Las alimañas pican y muerden y el orco sólo atina a lanzar sablazos y manotazos de un lado al otro sin conseguir apartarlos.
Aprovechando la confusión, le arrebatas el tubo de cuero donde lleva el pergamino. Intenta golpearte con su arma, pero ruedas hacia un costado y la cimitarra sólo roza tus cabellos.
Inmediatamente, utilizando tus poderes elementales, clamas a la naturaleza para que envíe un relámpago que calcina al desdichado.
Arrojas el tubo, y desenvuelves el mensaje. Éste esta escrito con una letra demasiado cuidadosa cómo para pertenecer a un orco en una piel de aspecto repugnante. No te gustaría saber a que tipo de criatura pertenece ese pellejo.

Dhaklest,
Nuestro amo está complacido contigo, has seguido sus órdenes cuidadosamente. Tu banda se ha internado en el bosque de las capas sin que ninguna noticia haya llegado a lo duques de Puerta de Baldur`s.
Me imagino que has superado tu natural reticencia élfica a trabajar con los soldados orcos que te entregamos. Todo esta saliendo según lo previsto.
Nuestros aliados siguen llegando al punto de reunión en grupos pequeños. Por supuesto algunos grupos son detectados y destruidos, pero nadie lo toma más que cómo escaramuzas habituales en la Costa de la Espada.
No tienen manera de sospechar la existencia de nuestro campamento. Tenemos centinelas apostados varios kilómetros a la redonda y nadie puede acercarse ni salir sin ser detectado.
Un emisario bárbaro nos ha confirmado el apoyo de la tribu Uthgardt y tenemos un contacto negociando con los gnolls de las montañas al oeste de Nashkell.
Pronto seremos suficientes para ingresar en la etapa final.
Conozco tu impaciencia y te tengo una gran noticia, hemos decidido un primer objetivo.
La ciudad de Beregost se encuentra cerca de tu posición. Es una aldea medianamente grande y bastante próspera. No tienen ningún tipo de defensa y sólo cuentan con un pequeño cuerpo de guardias. Tus 200 orcos deberían bastar. Las órdenes son pasar a cuchillo a todo habitante de la ciudad. No tomes prisioneros y causa tanta destrucción cómo te sea posible.
Inmediatamente, debes replegarte a las profundidades del bosque nuevamente.

¡Empezaremos a sembrar el pánico y el desconcierto en la región!

He hechizado el pergamino para que sólo un mestizo como tú pueda leerlo, así que no deberíamos temer que caiga en manos indiscretas. De todas maneras los acontecimientos ya están listos para ser desencadenados, nadie puede impedirlo.


Theodorus Drake
Archimago supremo de la Escama Ígnea



El mal es más grande de lo que habías previsto, ¿que puedes hacer tu contra las poderosas fuerzas en juego?
Tu responsabilidad es proteger este bosque, pero no puedes dejar de pensar en las pobres personas de Beregost. Muchos de ellos han sido tus amigos en el pasado y sabes que es una ciudad de gente sencilla y tranquila.
Deberías avisarles para que se pongan en guardia y preparen algún tipo de defensa. El brazo amigo esta cerca, y es posible que encuentres varias espadas más dispuestas a ayudar a Beregost, pero una demora podría resultar fatal.
De todas maneras interceptaste el mensaje, así que con seguridad tienes al menos un par de días antes de que esta “escama ígnea” detecte que algo ha salido mal y envíe otro corredor a dar la orden de atacar.

Empiezas a correr hacia el brazo amigo, ya casi sales del bosque.

(Orden de posteo: Rastlin postea antes de Maugan y Warfax)

5.Criseide

Criseide comienza a ser dominada por la ira, quiere desintegrar al pequeño maldito que aparte de su condición de orco ha acabado con el lobo que podría haberle confiado información valiosa y parecía querer ayudarla. Un frío recorre su espalda, se recrea un escenario de la tragedia de sus padres y vuelve a sentir el dolor que había generado tal pérdida, antiguos pensamientos la invaden pero pronto cae a la realidad cuando ve al orco abalanzándose sobre ella.

Los insectos son sus mejores aliados en estos momentos y decide congregarlos, rápidamente una invasión de enormes arañas comienza a copar el camino simulando una alfombra negra que se dirige hacia el pobre soldado, no acabarán con él, pero sí cree que entorpecerán sus movimientos y ella podrá tomar lo que le interesa, una vez logrado el objetivo, convocará un rayo que lo convierta en miles de partículas.

Sólo espera poder llegar finalmente al mesón, el miedo a lo que se viene es cada vez más fuerte y ahora que llamará la atención de los orcos debe conducirse con cautela.

5.Maugan

Diciéndose para sus adentros: "Este pequeño barbudo me subestima demasiado, Yo puedo protegerte y tú guiarme, pero no abuses de mi confianza -recordaba-, cree que no me las puedo arreglar por mi mismo, no necesito ningún escudo...."


Así que, mi buen hombre, por qué razón debes tú también alejarte de la ciudad?. Me pareció extraño que te hayas encontrado tranquilamente en aquella posada y de un momento a otro hayas decidido partir. Eres alguna clase de ladronzuelo o algo? A propósito, no me he presentado, mi nombre es Warfax, provengo de un pequeño poblado llamado Orhania, establecido en La Montañas de Hierro, al Sur de la ciudad de Nashkell. ¿Cómo es tu nombre?

Maugan prefería ignorar esa molesta voz. De todas formas sabía que era mejor no tenerlo como enemigo, ese enano podría romper, tal vez, su espada de un solo movimiento. Tiene presente que su compañero es un hábil luchador....

Decide caminar unos metros más en silencio; lo rompe con el siguiente diálogo:
"Oye enano, ¿acaso te estas fijando si se marcan tus huellas en el camino? Deja de mirar hacia atrás, no vendrán por nosotros"

Sin poder evitar pensar en Orhania, el bardo recuerda borrosamente algunas caras que vio al pasar alguna vez por ahí...




"Enanos, todos enanos -pensaba-. Trabajar y trabajar. Pico y pala. Barba y golpes. Es natural que este gordito quiera cambiar su vida, teniendo mas destreza que los demás de su raza. Aburridos bajitos..."












Acelerando la marcha exclama "Vamos, no hay tiempo, a este paso pasaremos veinte noches al descubierto. Con respecto a mi nombre... pues para ti no tengo, si quieres invéntame uno no me importa, me llaman de muchas maneras. En las tierras del norte soy Margorach."

Mira al enano con una gentil sonrisa y le pregunta de una manera muy particular: "¿Cantabas en las minas?......"

5 Rastlin

“La maldita desgracia de ser mortal, el dolor” piensas para ti mismo tirado contra la pared de piedra, te encuentras demasiado dolorido para continuar es verdad, pero seguir en el camino sería prácticamente un suicidio, no tendrías muchas posibilidades de defenderte en ese estado si te cruzas con una banda de caza recompensas. Alzas la cabeza para revisar el terreno un poco, es extraño pero no escuchas ningún ser vivo a tu alrededor todo parece muy calmo, al otro costado del camino hay una pequeña lomada con dos o tres árboles que dan sombra, no es un gran escondite pero piensas que es mejor que quedarse tirado en el camino y te permitirá tener una mejor visión de la zona.

Haciendo un gran esfuerzo te levantas apoyándote sobre tu bastón, usando tus últimas fuerzas cruzas el camino, escalas la colina y te recuestas entre los árboles.

“Lo único que puedo hacer es esperar” tratas de consolarte a ti mismo con estas palabras, te sientes muy inútil porque a pesar de todos tu poderes una simple herida te inmoviliza.”Tendrás que esperar a algún viajero no hay más remedio” es la única idea que se te cruza por la cabeza. Sin embargo en tu cuerpo sigue latente el presentimiento de que te encuentras cerca de algo importante se te hace difícil de describir la sensación que transita por tu ser pero sabes que no debes perder lo que se avecina en tu destino.

Te recuestas sobre la hierba y comienzas a observar entre medio de las ramas como las nubes viajan por el cielo, pero con los oídos puestos en el camino a la espera de que la suerte envíe alguna ayuda…

5.Warfax

Volteando constantemente, el precavido enano observa si no hay ningún guardia siguiéndolos, y continúa caminando. Observa detenidamente al extraño personaje que lo acompañaba a su lado.
-"Sombrero de ala ancha, calzas ajustadas a las piernas, zapatos muy puntiagudos y una chaqueta con hombreras infladas; que clase de loco se vestiría así?" pensó: -"Probablemente sea algún tipo de vestimenta característica de una clase social alta en la ciudad, pero de todas formas en mi vida me pondría eso". "Veo también que lleva consigo una flauta, una mandolina y una espada, será alguna suerte de músico? Y si lo fuera, un músico con una espada? Que tipo mas extraño".

-Así que, mi buen hombre, por qué razón debes tú también alejarte de la ciudad?. Me pareció extraño que te hayas encontrado tranquilamente en aquella posada y de un momento a otro hayas decidido partir. Eres alguna clase de ladronzuelo o algo? A propósito, no me he presentado, mi nombre es Warfax, provengo de un pequeño poblado llamado Orhania, establecido en La Montañas de Hierro, al Sur de la ciudad de Nashkell. ¿Cómo es tu nombre?

5.Eventos

Criseide:

Los aterrorizados orcos ven cómo el bosque se abalanza sobre ellos. A los pocos segundos quedan atados por ramas y lianas que les impiden moverse libremente.
Inmediatamente, tu nuevo amigo desgarra la garganta de uno de ellos y velozmente salta sobre su compañero más próximo. Éste intenta blandir su cimitarra, pero no logra desprenderla de la maraña y cae también malherido por las fauces y garras del animal.
Todo esto ocurre tan rápidamente que no tienes tiempo de reaccionar, pero al ver que el lobo envalentonado se lanza contra el único enemigo restante, el pequeño mensajero, quien si ha logrado desprender su arma y tiene un brazo libre, intentas detenerlo.
-¡Cuidado!
Distraído por tu grito el lobo gira la cabeza por una fracción de segundo que basta a su adversario para partirle el espinazo de un tajo. El orco te mira con furia y empieza a cortar las pocas ramas que aún lo mantienen atrapado.

Rastlin:

Avanzas un trecho más, pero el dolor se hace insostenible. La herida es incurable, pero puede ser tranquilizada con conjuros sanadores o pociones. Lamentablemente no tienes ninguna. Debías haberlo previsto, si bien la molestia es constante, los dolores intensos te acometen cada dos o tres meses.
Este camino es transitado, tarde o temprano debería pasar algún mercader o viajero. Quizás se compadezcan de un hombre maltrecho, sino lo hacen tienes suficiente oro, y si siguen renuentes... bueno, una bola de fuego siempre ayuda.
Te acomodas contra una fresca pared de piedra a la vera del camino a esperar que el dolor amaine o que alguien te de una mano. Si se calma un poco podrías intentar aguantar los pocos kilometros que todavía te separan de Nashkell. Mientras tanto no estas en condiciones de dar un paso más.

Wacka:

Duerme, no tiene acciones este turno.

Maugan y Warfax:

Escúchame, no tengo la menor idea de quien eres tú, o quién es el clérigo aquel que me hablo de Tempus. No estoy seguro de para donde debo ir, pero sé que aquí no debo estar. Si conoces alguna forma de que huyamos te seguiré, pero en cuanto estemos lejos de aquí cada uno seguirá su camino. Yo puedo protegerte y tú guiarme, pero no abuses de mi confianza
El bardo le hace una reverencia burlona y luego con un graciosa pirueta salta por la ventana. Luego se asoma desde la calle y le dice al enano que lo siga de una vez por todas.

El clérigo interviene:
- Te pido disculpas si te he ofendido con mis palabras. No es mi intención retenerte aquí ni despojarte de tus tesoros. Yo descansaré y más tarde partire hacia Puerta de Baldur's. Sin embargo, me gustaría advertirte que no me fío de ese bardo, no parece un hombre leal y miró con codicia tu anillo cuando se lo mostraste al semiorco. A modo de disculpa por mi rudo comportamiento, toma estas pociones de curación. Siempre son necesarias si no llevas un sanador contigo. Parte con mi bendición y ten cuidado.

Warfax murmura unas palabras de agradecimiento y guarda los tres frasquitos llenos de un líquido verde-azulado.
Menenando la cabeza, sale por la puerta y se reune con Maugan. Luego de un par de minutos llegan a la carretera norte.

Orden de posteo (No importa)

4.Warfax

El agitado enano está un poco intrigado pero no es estúpido, es evidente que desde que dio a conocer su anillo se le acercaron varios personajes interesados en él. Pero a este momento no tenía mucho que perder, después de la batalla debía alejarse del lugar, sería conveniente evitar el interrogatorio de los guardias, y éste extraño personaje parecía ser de la zona y podría ayudarlo a escapar. De todas maneras parecía un flacucho inofensivo, si intentara algo estúpido no sería mayor problema ponerlo en su lugar.

Detiene al individuo agarrándole una pierna y le dice: "Escúchame, no tengo la menor idea de quien eres tú, o quién es el clérigo aquel que me hablo de Tempus. No estoy seguro de para donde debo ir, pero sé que aquí no debo estar. Si conoces alguna forma de que huyamos te seguiré, pero en cuanto estemos lejos de aquí cada uno seguirá su camino. Yo puedo protegerte y tú guiarme, pero no abuses de mi confianza".

4.Maugan

El bardo mira con recelo al clérigo y rápidamente se dirige hacia el pequeño guerrero:

"Oye, enano -exclama Maugan-¿No te haz de fiar de este clérigo o si?¿Acaso crees que es digno de decirte si el objeto debe pertenecerte o no?"

Mientras se aleja, lentamente con pasos sutiles, despega su mirada a los ojos del enano.

"...Estoy bastante apurado y no tengo tiempo para el interrogatorio de los guardias...He de afrontar algunas nuevas aventuras. Grandes responsabilidades llevo en mi andar."

Hecha una fugaz contacto con los ojos del herido de baja estatura- "Pareces ser un gran guerrero y podrías ser de mi ayuda, aunqueee..... -Agarrando su barbilla con su mano izquierda, mira hacia una amplia ventana del lugar- a decir verdad veo que no estas dispuesto a encarar cosas como estas, tal vez sea mejor que te quedes en tu mina y sigas trabajando. No estoy aquí para traer mala fortuna a un ser como tú."

Maugan prefiere ahorrarse las promesas vanas sobre alguna recompensa, intentando crear así un ambiente de incertidumbre en el valiente bajo.

El ingenioso hace una reverencia- "... y si me permiten, me voy marchando..." -acercándose lentamente hacia la puerta, para luego partir a paso apresurado sin despertar sospechas...

4.Criseide

Criseide está un poco desconcertada con la reacción del lobo, ciertamente esperaba que la traicione en algún momento. Comienza rápidamente a pensar en la situación-“ Estos orcos están tramando algo, no se trata sólo de destruir el bosque, debemos tomar ese pergamino y ver cual es la razón que los motiva, pero primero vamos a organizarnos. Tomaré mi forma humana por que no es seguro de esta manera”-comenta al lobo en voz baja y sus gestos se muestran como si fuera a continuar con su dialogo pero se calla. A los pocos segundos muy decidida comienza a hablar -“También quiero consultarte...puedo sentir que tú sabes algo y que por alguna razón estas aquí, ¿ podrás confiar en mi?, si vamos a combatir juntos creo que debemos decirnos todo lo que pueda ayudarnos en nuestra causa”-dice mirándolo fijamente a los ojos mientras vuelve a su forma humana.

En cuanto los orcos comienzan a alejarse indica al lobo que se lanze en frente para detenerlos y así comenzar a invocar a su magia para enredarlos, un rayo sería más efectivo pero el pergamino se desvanecería instantáneamente.

4. Wacka

 El pequeño gnomo confirma con la cabeza y le entrega las monedas al posadero, quien le indica la dirección de la habitación. Quitandose la túnica mientras se acerca a la pesada puerta de madera que da a la humilde habitación, la abre con gran esfuerzo, y se acerca a una de las camas vacías. Del otro lado del cuarto habían dos personas que lo miraban mientras entraba, pero entre la oscuridad del cuarto y el cansancio no consiguió a distinguirlos. Se dejo caer sobre la cama y revisó su túnica como siempre, para asegurarse que no había perdido nada.
 Unos minutos despues los dos hombres habían dejado de observarlo, y el sueño ya estaba invadiendo su mente. En ese momento, llamo a Glodo en voz baja y le pidió que vaya a hablar con el señor mago del quinto piso, pero que sea muy cuidadoso. Glodo acepto muy emocionado y se dispuso a emprender la misión.
 Wacka acomodó su túnica bajo su cabeza y lentamente se fue quedando dormido. Mientras dormitaba, tuvo un leve sueño en el que se imaginaba a Glodo subiendo las escaleras de la posada y acercandose a una gran puerta de madera. Incluso podía sentir un aroma especial que provenía del interior del cuarto, pero el sueño fue pasando... y Wacka quedó dormido.

4 Rastlin

"No soporto más" piensas para ti mismo, te tomas con la mano la antigua herida de tu rodilla, el dolor incrementa a cada paso, sabes que los caminos ya no son un lugar seguro para ti, pero hace un tiempo que viajas sin rumbo fijo y estas muy cansado, por alguna extraña razón te encuentras cerca del único lugar que fue tu hogar alguna vez, una atracción sobrenatural te atrae al lugar donde comenzó tu largo viaje sin destino.

Por fin logras llegar a la punta de la colina en un abrir y cerrar de ojos te ubicas en la región, se ha vuelto muy difícil para ti olvidar algún lugar que hayas frecuentado, divisas el camino a más o menos medio kilómetro y a los pies de la colina una pequeña arboleda, estas a medio día de vuelo de dragón de Nashkell, en tu mente rondan varias ideas pero el dolor no te deja pensar con claridad por más que quisieras sería muy difícil tomar la decisión correcta en ese estado, forzosamente desciendes la colina y te recuestas contra un abeto.

Ya desde hace mucho tiempo no sientes hambre ni sed pero el dolor a incrementado considerablemente últimamente, poco a poco el cansancio te vence y comienzas a dormitar.

Te despiertas unas horas después el dolor a cesado por el momento aunque todavía sientes un cosquilleo en la cicatriz. Entonces las ideas vuelven a girar en tu cabeza, ya han pasado dos meses desde la última vez que estuviste en un pueblo y hace cuatro que no te cruzas con caza recompensas, y un deseo por recostarse en una silla y calentar tus pies al lado de una hoguera a empezado a hacerse fuerte en tu cabeza, es bastante extraño porque nunca disfrutaste de la civilización lo único que te interesa de ella es la posibilidad de adquirir más conocimientos. Pero por otro lado sabes que algo no anda bien, algún extraño acontecimiento esta apunto de suceder no sabes que es pero algo en tus venas te impulsa a ir a Nashkell, es en verdad este deseo el que genera tus ansias de civilización, aunque una parte de tu ser lo niegue, “¿Qué será?” son las palabras que se dibujan en tu cabeza.

Luego de meditar un rato la decisión se hace muy evidente sea lo que sea tienes que retornar a tu antiguo hogar, “Tal vez sea simplemente nostalgia” te dices a ti mismo para engañarte, sabes muy bien que ese tipo de sentimientos no tienen lugar en tu ser, sacas tu túnica te envuelves en ella y comienzas a caminar lentamente hacia el camino.

Al llegar a este levantas la vista y lees el cartel que señala el rumbo hacia Nashkell. Forzosamente das un paso dentro de la senda y la empiezas a transitarla lentamente, misteriosamente tu cuerpo recobra un poco de fuerzas y la marcha se hace más amena, en tu cabeza comienza a fijarse un objetivo, a pesar de tus inseguridades y temores sabes que el destino te guío a ese lugar y sólo el tiempo te sabrá dar respuestas, “Mmm el tiempo” algo que todavía no puedo dominar....

4. Eventos

Wacka:

-De donde yo vengo banda es más de una persona, pero no tiene caso discutir con gnomos, respondió el posadero.
-Vale, puedes quedarte y no hace falta que dejes tu pipa, pero comprenderás que no puedo darte una de nuestras habitaciones más lujosas. Si no tienes inconveniente puedes quedarte en una compartida, son muy económicas, apenas una pieza de oro por día.
Supongo que a quién buscas es a Zaal-Abeb, es un mago proveniente de lejanas tierras orientales. Se hospeda en la habitación más grande del quinto piso, aquella que se encuentra ni bien subes las escaleras. Sin embargo te advierto que tiene pocas pulgas y no suele permitir que extraños lo molesten.
Ehmm y en cuanto a tus amigos -escruta inquisitivamente a tu alrededor- supongo que pueden acompañarte siempre y cuando respondas por ellos.
Con una risita contenida te tiende la mano y dice: Una moneda de oro por favor, y otras dos por Glodo y su preciosa hermana. Disfruten su estadía.

Rastlin:

La vieja herida de tu pierna lleva un par de horas doliendo intensamente. Por seguridad casi nunca tomas los caminos, pero el agreste terreno que atraviesas no ayuda a calmar las molestias.
Decides arriesgarte a tomar la carretera. Al fin y al cabo es difícil que los encapuchados se aventuren tan al norte. Por otro lado les sería difícil reconocerte, tus experimentos nigrománticos de los ultimos meses y la magia latente que hierve en tus venas ta han envejecido prematuramente. Nadie diría que tienes apenas 16 años. Pareces un experimentado hechicero de 40, y tienes tanto poder cómo uno de ellos.
No sabes bien que te atrae hacia Nashkell, no has visitado tu ciudad desde que eras un niño y no guardas muy buenos recuerdos de los brutos mineros que la habitan. Sin embargo tu instinto te empuja hacia allí. Hueles grandes acontecimientos que están por desarrollarse, y allí donde hay grandes acontecimientos se encuentra el poder. Poder... Lo unico importante en este miserable mundo.

Criseide:

Por única respuesta el lobo inclina la cabeza y se prepara a seguirte.
Te lanzas a toda velocidad en dirección al mesón, el único lugar cercano donde puedes encontrar algunas espadas que te ayuden.
Ya te encuentras cerca del límite del bosque cuando tu compañero te llama la atención con un suave mordisco en la cola.
-Detener. Yo olfatear grargs, esconder en matorral.
Se acurrucan entre unas zarzas y en ese momento ven pasar a 3 orcos corriendo y resoplando. El más pequeño parece una especie de mensajero y lleva un cilindro a la cintura del que escapa un pergamino. Sus acompañantes podrían ser una especie de escolta. Parecen feroces y llevan pesadas cimitarras cruzadas en su espalda.

Maugan y Warfax:

El matón pierde pie por el puñetazo y antes de lograr estabilizarse recibe alcohol en los ojos. Cegado y torturado por el ardor lanza un espadazo que se incrusta en el banco que había usado el enano para cubrirse. No llega a hacer otro movimiento. Su cabeza vuela desprendida del tronco por un certero hachazo.
Lo siguiente que ve su compañero es un pequeño demonio con los ojos inyectados en sangre levantando un hacha desde abajo de su ingle. Antes de tener sus entrañas desparramadas por el piso logra clavar su arma en el hombro de su agresor.
Mientras tanto el bardo empieza a ejecutar una tranquilizadora melodía. El herido y ebrio enano no esta en las mejores condiciones para resistirla y cae sobre sus rodillas. El posadero ronca sobre la barra.
Maugan se arroja sobre el enano, pero en ese momento una pesada mano lo toma del cuello.
Tambaleandose Gornock aprieta con fuerza sobrehumana y saca una daga de su pantalón. Antes de que pueda siquiera levantarla, un martillo aplasta su craneo.
El efecto del hechizo del noble empieza a disiparse y el enano mira a su alrededor. Ve a los dos hombres que intuye lo ayudaron y hace una pequeña reverencia, pero el leve movimiento le provoca un dolor intenso.
El hombre de armadura aparta a Maugan con un brazo y se inclina sobre el enano, cerrando su herida con una benigna energía azul.
-Permitanme presentarme, soy Gaelan, servidor de Tempus.
Has luchado con valentía y mi dios bendice a los bravos. No toleramos a los que atacan a traición -dice mientras mira con desprecio el cadaver del semiorco- he creido notar que tienes un objeto que podría interesarme, ¿Me harías el honor de permitirme examinarlo?
Warfax se lo entrega renuentemente y los ojos del clérigo se abren con sorpresa.
-No lo creo, cuando lo lanzaste al aire me dije a mi mismo que estaba equivocado, pero veo que tenía razón. Estos anillos son entregados sólo a los de más alta jerarquía en nuestro clero, elegidos de Tempus. ¿A quién se lo robaste muchacho? Tu raza adora a otros dioses, deberías ser un seguidor de Clanngedín o Moradin.
Ofendido, Warfax arrebata el anillo al clérigo y lo guarda en su bolsillo. Acto seguido le explica sin muchas ganas las circunstancias de su hallazgo.
-Disculpa mi brusquedad, pero me resulta difícil de creer que Tempus deposite sus favores en un enano, pero ¿Quién soy yo para discutir su impredecible voluntad? Supongo que el hecho de que también tengas el cinturón es prueba suficiente, no había oido de nadie que poseyese ambos objetos. Por otro lado, luego de ver cómo batallas, no es tan sorprendente que hayas ganado el favor de mi señor.
Tienes un gran don muchacho, mientras lleves puesto el anillo nada podrá atemorizarte, serás absolutamente inmune al miedo. El cinturón por otro lado, te permitirá invocar una vez al día el poder de Tempus de manera muy parecida a cómo lo hacemos los clérigos con nuestro hechizo de invocar al poder sagrado.
Maugan escucha interesado toda la conversación pensando en cómo sacar provecho. Mientras el clérigo explica las propiedades de los objetos ve a Wilfred haciendole señas y se acerca a él.
-No es que me importe la suerte de estos patanes, solían darme dolores de cabeza y lo único que lamentaré es tener que limpiar el piso. Sin embargo permiteme darte un consejo mi jóven amigo: Desaparece tan rápido cómo puedas.
No pasará mucho antes de que lleguen los guardias para averiguar que provocó este baño de sangre, y no creo que te convenga ser retenido para ser interrogado como testigo. Me será fácil explicarles lo que ocurrió, estos imbéciles tenían una pésima reputación y el enano actuó en legítima defensa, pero si sabes lo que te conviene, te evitarás complicaciones innecesarias.

Orden de posteo: Maugan postea antes de Warfax. Los demás no importan

3.Wacka

 "Hola buen señor... Si, la banda es muy buena", sonrie Wacka mientras contesta. "Los gnomos suelen ser buenos músicos, es solo que poca gente les permite tocar en un escenario". Esta vez voy a intentar ser corto y preciso para no arrebatarle demasiado tiempo. Estoy acá con mi amigo Glodo, y su hermana, la señorita de la que sale esa voz tan angelical que ahora escucho. Vamos a necesitar una sola habitación, pues el lugar no es un inconveniente para nosotros" Wacka comienza a sacar su pipa de entre la túnica mientras lanza una carcajada. "De todas maneras, esto es lo único con lo que podría provocar un incendio, y creame buen señor, mi estado economico es pero que el estado en el cual debe haber quedado su habitación despues del incendio. Me preguntaba si podría permitirnos reemplazar el dinero del depósito por esta hermosa pipa y el mejor de mis tabacos, prometo retirarla mañana cuando usted mismo vea que no he incendiado nada". Wacka le ofrece la pipa al posadero con una sonrisa cálida y confianzuda y continúa:
 "Dejeme agregar, que estoy aquí en busca del señor Zalber, si mal no recuerdo su nombre. Un hombre extraño, adepto al arte de la magia, pues me ha dicho que venga a buscarlo a este lugar. ¿Podría decirme en que habitación se hospeda?"

3.Criseide

Criseide intuye que algo no está bien, esta tan asustada que los nervios no la dejar pensar con claridad, un lobo que no tiene manada y extrañamente merodea por esta parte del bosque sabiendo del peligro no la convence, el mal acecha por todos lados y puede sentirlo, pero quizás esté equivocada.

De todas maneras su objetivo no es refugiarse como una cobarde, tampoco necesita protección, podría aunar fuerzas con este lobo pero piensa que tal vez se lleve consigo a una amenaza por que hay algo en su mirada que la desconcierta , por lo tanto decide invitarlo nuevamente poniendose en guardia ante cualquier imprevisto. -“Te pido disculpas amigo lobo pero no me eres familiar en esta parte del bosque, me gustaría saber que te trae por aquí. Yo debo continuar mi camino, si quieres ayudarme puedes acompañarme y juntos buscaremos la manera de socorrer a Zelmor y detener a los que arrasan con mi amado bosque y si no espera que pronto regresaré con aliados ”-

Aguarda la respuesta del lobo guareciendose ante la incertidumbre.

3.Maugan

"Veo que tienes un barato anillo de latón. De todas maneras quizá pueda regalárselo a alguna de mis queridas."

Mientras el dentón repudiaba la intervención de Maugan, éste continuó tranquilamente esbozando su música. Había notado que otra persona se había acercado al evento, aún sin saber por qué él mismo estaba sentado allí. "Latón...Latón... Barato..... ¡ESO ES! -Pensó- El anillo es lo que me trajo hasta aquí, el semiorco le hubiera pedido algunas monedas si sólo eso fuera material barato".

El bardo siempre ha confiado en su intuición y esta vez estaba seguro que lo llevaría a un nuevo desafío para su ágil lengua.

Atentamente había observado la competencia, notó que el enano no hubiera aguantado un jarrón más, ganaba de suerte. No obstante se sorprende al ver con qué destreza el ebrio ataca a sus enemigos. Al observar que el ágil guerrero intenta cegar a uno de sus enemigos, Maugan inicia su actuar.

Ahora el músico reduce el tiempo en su instrumento para empezar a arpegiar una dulce melodía de cuna. "Conociéndolo a Wilfred caería como un tronco, tanto así como el ebrio enano y sus dos enemigos de poca monta-Imaginaba-. El perdedor soñaría con sus horribles "queridas". Pero aún queda este extraño enlatado..."

Maugan no escaparía con el anillo, él sabe que la verdad sobre éste se encuentra en el cuarto. Confiaba que el sopor afectaría en algo a ese desconocido y que su gran habilidad por arrebatar cosas lograría hacer que consiga tan precisado objeto.
Es ahí cuando el bardo finaliza con la última nota para lanzarse hacia el sucio del hacha....

3.Warfax:

Sorprendido, el enano reacciona hostilmente y le lanza un golpe a uno de sus enemigos con el puño izquierdo para desequilibrarlo. Intenta agacharse para esquivar un golpe y salta sobre una mesa. Se cubre con un banco pequeño, agarra un vaso lleno de alguna bebida blanca y le arroja el contenido a los ojos de su atacante. Corre por sobre la mesa y salta lanzando un mortífero golpe con el filo de su nueva arma. Corre directo hacia su otro agresor y se lanza patinando por el piso para pasar entre sus piernas y luego ejecutar un movimiento ascendente al tórax.

3. Eventos

Criseide:

Tus bellas manos se trocan en zarpas, oscuro y suave pelo cubre tu cuerpo y unos grandes colmillos salen del hocico que ahora tienes frente a tus ojos.
Eres una hermosa loba, ágil y rápida. No en vano lograste ganar la confianza del macho alfa de la zona.
¡Debes correr!, debo advertirte que los orcos están asechando. Si lo deseas puedes acompañarme hacia donde me dirijo en busca de ayuda, y si no por favor déjame continuar, mi maestro Zelmor esta en problemas y eran tantos en cantidad que no he podido ayudarlo, no me queda tiempo
El sorpendido animal deja de gruñir para responderte:
-Tú ser una lobo, yo olfatear nuestra escencia en ti. Ya saber que grargs estar en bosque. Todavia tener horrible sabor de uno en mis fauces. Tú amiga, eres los humanos que cuidan naturaleza. Yo protejerte de grargs. Yo fuerte y terrible.
Venir conmigo a interior bosque. Yo solitario, no manada. Pero tener cubil seguro. Grargs no encontrar.

El lobo parece tener buenas intenciones, pero sabes perfectamente que al igual que las personas, hay animales buenos y nobles, mientras que otros son taimados y traicioneros. Podrias acompañarlo a su guarida, pero no lograrías detener a las bestias que estan dañando tu bosque.
Por otro lado podrias pedirle que te acompañe al Brazo Amigo. Sería un poderoso compañero en caso de tener problemas.

Wacka:

El posadero se te aproxima y te dice.
-Veo que te gusta la "música" de Cedric. Es un cambio, la mayoría de mis clientes intentan romperle la mandolina en la cabeza.
Mueve la cabeza apuntando a un anciano que rasguea ensimismado un viejo instrumento.
-No vemos muchos gnomos por aquí, normalmente tenemos algunos enanos de paso y uno que otro mediano, pero no suelen visitarnos los tuyos. El último fue un chiflado fabricante de pociones. Tardamos tres días en apagar el incendio de su habitación. Ese fuego no era de naturaleza normal, eso te lo aseguro.
Por otro lado, como verás este lugar es pacífico. Te llamará la atención con nuestra variopinta concurrencia, pero no tolero las peleas y mis huespedes lo saben. Y si algún muchacho nuevo piensa que pueda saltarse las reglas, mis hombres lo harán entrar en razón rápidamente. Tengo una pequeña guarnición apostada aquí. Los caminos no son seguros y una que otra vez alguna banda de grandes trasgos ha intentado asaltarnos.
Bueno basta de palabrerías,¿Buscas algo en particular? ¿Puedo servirte un trago? ¿O necesitas un lugar dónde descansar?
Eso sí, antes de entregarte un cuarto tendré que cobrarte un "seguro especial contra gnomos" No te sientas ofendido mi buen amigo, pero he tenido que aprender a ser previsor. Si te comportas como es debido te será devuelto al fin de tu estadía.

Warfax y Maugan:

Gornock mira con codicia el anillo y dice al enano:
- Veo que tienes un barato anillo de latón. De todas maneras quizá pueda regalarselo a alguna de mis queridas. Preparate a desprenderte de él.

Nadie se percata, pero al ver la joya el hombre de armadura muestra interés en la conversación por primera y se pone de pie para ver mejor los acontecimientos. Una extraña expresión recorre su rostro.

"Si me permiten señores caballeros, yo seré el jurado de este evento, observaré atentamente que ninguno derrame mas dos gotas por debajo de su barba".

El semiorco mira despectivamente al bardo que acaba de intervenir.
- ¿Y quién te ha llamado a ti niño rico? Si quieres puedes observar, pero después me encargaré de patear tu bien cuidado trasero.
Se sienta a la mesa del enano y ordena:
-¡Wilfred, una cerveza para mi y otra para este iluso!
Las jarras de licor se suceden una trás otra y ambos contendientes se tambalean un poco.
- ¡Wilfred! Eshte enano she cree una maldita eshponja. Vamos a mostrarle lo que puede hacer un poco de tu grog con sangre de jabalí.
El posadero trae un par de jarros espumantes con una bebida de aspecto repugnante.
Warfax traga el inmundo líquido y se pone pálido, pero logra manenerse el pie. Gornock empina el vaso, pero inmediatamente este se resbala de sus inhertes dedos mientras su cabeza golpea la mesa. Un hilo de saliva cae de su boca, formando un charco sobre la madera.
Vencedor, el enano se inclina para tomar su premio, pero los compañeros del derrotado semiorco llevan las manos al puño de sus armas.
-Alto ahí tramposo -dice uno- Gornock llevaba bebiendo un par de horas, la competancia no ha sido justa.
Warfax toma de todas maneras el hacha, y abre la boca para responder al truhan.
En ese instante ambos se abalanzan sobre él con sus espadas desenvainadas.

Orden de posteo: Warfax postea antes que Maugan. El resto no importa.

2.Wacka

   El pequeño gnomo entra emocionado a la posada, pensando en las palabras del mercenario que tan amablemente lo dejo entrar. Inmediatamente siente las palabras de una voz melódica y serena que venían de una persona del otro lado del salón, y luego el sonido de una mandolina perdida entre la multitud.
   Wacka comenzó a recorrer  el local al compás de la musica, esquivando la pisada de grotescos orcos y de grandes y nobles humanos que caminaban sin mirar para abajo. Apenas pudo esquivar un poco una multitud de personas que se reunían alrededor de una mesa, vió a lo lejos la fuente de tan hermosas melodías. En un banco se sentadaba un delgado hombre, de cabellos castaños como la madera de la mesa que se extendía detrás de él. A su derecha habían dos viejos gnomos, tocando instrumentos de vientos que parecían flautas, y bailando y riendo alegremente. Detras del bardo habían dos gnomos más. Un joven de orejas grandes (grandes para un gnomo inclusive) que hacía sonidos metálicos golpenado una vieja armadura con un par de palillos de madera. En otra silla estaba sentada, sobre una pila de libros, una de las mujeres gnomos más hermosas que Wacka había visto jamás. Por supuesto, no era un rostro desconocido para él, pues ella era la hermana de Glodo, Deia. La pequeña gnomo entonaba unas hermosas melodías líricas con unavoz suave y acuosa. Wacka le sonrió y ella levanto la mano en forma de saludo. Se sentó sobre un barril que estaba volcado en el piso, y le pregunto a Glodo si veía algo. El travieso gnomo se había subido sobre la barra de la cantina y hacía pequeños saltos mirando hacía el centro de la multitud. "Hay un gnomo muy muy gordo, y un humano muy muy peludo, parecen estar peleando", glodo grito hacía Wacka, quién no lo prestó mucha atención y recorrió el lugar con los ojos, buscando al viejo mago del cuál le hablaron.

2.Maugan

Maugan observa atentamente a Wilfred, era evidente que esos buscapleitos no traerían mas ganancias que destrozos para él. Parecía tranquilo, como si ya hubiera vivido varias situaciones similares. El bardo meditaba si era propicio ayudar a su tacaño amigo. "De ser mas valiente y menos gordo este posadero sería un asqueroso mercenario. -reflexionaba para sus adentros- Después de sucesivos favores que le hice cree que por una noche en su sucio mesón basta como para pedirme monedas por su confianza"

¿Pequeña piltrafa? Un ser vivo dotado de inteligencia no insultaría de esa manera, podrías ser un poco más creativo, pero por lo que veo no es tema a discutir ahora. Tu precipitada oferta me inquieta y me intriga saber cuánto resistirá tan robusto cuerpito. Con gusto la aceptaré, y me gustaría poner en juego éste anillo de oro puro por tu hacha, aunque por lo visto voy a tener que purificarla una ves que esté en mi poder, no pareces ser una criatura muy pulcra.

"Maldito enano presumido, deberías haber apostado sólo la ronda -pensó luego de que el corajudo arroje el anillo por los aires- esos rufianes jamás te darán el hacha por las buenas y lo único que tienes para defenderte es el pequeño banco donde estás sentado. Bueno, todo dependerá en qué tonel entre mas malta; en el pequeño y sediento o en el grande que posiblemente este a punto de rebalsar"

Maugan no sabe realmente si lo que estaba haciendo era para ganarse la confianza del posadero o si la relación con ese pequeño peludo podría resultarle beneficiosa. Aunque por su carácter, llamar la atención de todo el salón es escencial en un bardo.

"Si me permiten señores caballeros -exclamó- yo seré el jurado de este evento, observaré atentamente que ninguno derrame mas dos gotas por debajo de su barba".

El artista se acomoda en un banco con su mandolina y comienza a tocar las primeras notas de una frenética melodía de suspenso....

2.Criseide

Criseide en principio piensa que lo mas rápido sería hechizar al lobo, pero esto podría fallar y resultar en un desastre, por lo tanto decide que lo más seguro será utilizar su habilidad para convertirse en uno de su especie creyendo que de esta forma podrá lograr la confianza de la criatura que la mira con recelo.-”¡Debes correr!, debo advertirte que los orcos están asechando. Si lo deseas puedes acompañarme hacia donde me dirijo en busca de ayuda, y si no por favor déjame continuar, mi maestro Zelmor esta en problemas y eran tantos en cantidad que no he podido ayudarlo, no me queda tiempo” - Sin esperar la respuesta intenta esquivarlo para reemprender su camino.

2.Warfax

-¿Pequeña piltrafa? Un ser vivo dotado de inteligencia no insultaría de esa manera, podrías ser un poco más creativo, pero por lo que veo no es tema a discutir ahora. Tu precipitada oferta me inquieta y me intriga saber cuánto resistirá tan robusto cuerpito. Con gusto la aceptaré, y me gustaría poner en juego éste anillo de oro puro por tu hacha, aunque por lo visto voy a tener que purificarla una ves que esté en mi poder, no pareces ser una criatura muy pulcra.

El enano se saca su anillo, lo arroja al aire y lo atrapa con la mano mostrandolo a su rival y lo mira atentamente a los ojos esperándo una respuesta.

2. Eventos

Warfax: Te despierta una pesada mano apretando tu hombro, al mismo tiempo que un voz pastosa exclama:
-Oye pequeña piltrafa, ¿que modales son estos? Llegas a un lugar nuevo y te tiendes al fuego sin dar siquiera el buen día a unos amables muchachos como nosotros. Mis amigos Kopej y Rumer piensan que has sido una alimaña muy grosera, ¿verdad chicos?
Te das vuelta indignado y observas a un gigantesco y desagradable hombretón. El volumen de su mandíbula y los colmillos que escapan de las comisuras de sus labios, así como los abundantes y duros pelos que crecen en insólitas partes del cuerpo lo revelan como un semiorco. Trás de él ves riendo estupidamente a un par de rufianes de poca monta.
Lleva una hermosa hacha de buen acero a la cintura y evidentemente esta bastante borracho.
Escucha gusanillo, te dice. Aquí en Nashkell nos encanta dar una cálida bienvenida a los forasteros. Para demostrar que eres un buen camarada, te enfrentarás a mi en un concurso de bebedores. Las reglas son simples el primero en vomitar pierde, y paga la ronda completa.
Si tienes algo que pueda interesarme podemos hacerlo más divertido y apostarlo por alguna de mis cosas. Aunque dudo que una sucia rata harapienta como tú tenga algo de utilidad para Gornock, el gran guerrero.
Sabes por el tono de voz del borracho que su "amable" invitación no es algo que puedas rechazar sin enfurecerlo.

Maugan:
¿Que sabes de ese barbasucia que tuvo el coraje de dormirse en este salón? Si quiere llamar la atención, con esa apariencia no ha de poder seducir ninguna de las mujerzuelas que lindan por aquí. A decir verdad, desde el momento que entró, su presencia fue un tanto inquietante, no se por qué razón me da mala espina y de no estar en tu posada lo hubiera intervenido inmediatamente tratando de exprimirle información...
Wilfred se encoje de hombros y te responde. -Iba a sugerirle amablemente que se retire, pero arrojó un puñado de monedas sobre la barra. Supongo que su dinero es tan bueno cómo el tuyo mi noble amigo...

¿Tú crees que en Beregost me las podré arreglar para hacerme de algunos libros arcanos?. Estoy interesado en aprender alguna otra habilidad que me permita enfrentar a los nuevos desafíos que me asechan. Como bien sabes, partí sin dinero y no es lo que me preocupa, por serme fácil el hecho de negociar con cualquier persona y hasta sabotear cualquier cinturón. Aunque lo mas valioso que tengo lo llevo en mi mente y en mi lengua.

Partiré de inmediato para la ciudad mas próxima del norte después de arreglar algunos asuntos en el Carnaval - Señalando hacia el este -. Si te cruzas con algún buen vendedor de información, ya sabes...
Luego querido Wilfred, no sabrás nada de mi, no desearía que te acosen mis cazadores, si es que alguna vez los tengo.

Si has de verme otra vez en algún tiempo esperaré que me recuerdes tanto como yo a ti, amigo. Si lo permites me voy marchando...


Con un guiño y una sonrisa te contesta:-No te preocupes muchacho, puedes confiar en mí. Siempre y cuando me dejes una pequeña propina.
En cuanto a Beregost, quizás puedas encontrar algún mago por ahí, pero no estoy seguro. He oido que un par de kilometros al oeste, en un lugar llamado Seto Alto, vive un hechicero bastante poderoso. Dicen que trafica con objetos exóticos. Adios, y que Waukin te acompañe.

Mientras te dirijes a la puerta ves a que un semiorco y sus amigotes se acercan al harapiento enano y escuchas divertido las pullas que le lanzan. Te interesan poco los burdos juegos de estos plebeyos, pero crees ver relampaguear rabia en los ojos del enano. Quizás puedas divertirte un rato con el espectáculo.
Paseas la mirada por la habitación y observas que el único huesped restante, un hombre de mediana edad, con largo cabello platedo y una fea cicatriz en el rostro los observa con poco interés. Esta cubierto por una buena armadura de placas y un martillo de guerra descansa sobre su mesa.

Wacka: El hombre que te detuvo se rasca la cabeza pensativo y luego ríe con ganas y dice:
-Puedes pasar compañero, evidentemente te has dado un buen golpe en la cabeza.
Su compañero lo interrumpe diciendo:
-Estás seguro Karl, este pequeño me da mala espina. ¿No has visto que hablaba con alguién? Quizás tiene algún compañero oculto.
-Bah, te preocupas demasiado. El pobre tipo es inofensivo. ¿Te imaginas a este fortachón dandole una paliza a alguien?
Con una sonrisa burlona en su cara, descruza su lanza y hace un movimiento amable con la mano mientras dice: -Bienvenido al brazo amigo maese gnomo.
Avanzas un par de metros y lo escuchas decirte.
-Casi lo olvido muchacho.Hay un lanzacojuros hospedandose aquí. Creo que su nombre es Zalber, Zaxer... algo por el estilo. Es posible que tenga el tipo de cosas que estas buscando. Es un tipo raro, quizás os llevareis bien. Al terminar lanza una carcajada.

Criseide: Corres por el bosque. Las ramas se abren gentilmente a tu paso para no golpearte. Al cabo de un rato sientes la espesura agitandose detrás de ti y giras en redondo preparada para freir con un relampago al primer orco que asome la cabeza.
Como una mancha plateada, un hermoso lobo gris salta y se planta frente a tí. No lo conoces, lo que significa que no es de esta parte del bosque. Zelmor te enseño a transmutarte en lobo y has pasado varias noches cazando con la manada de la zona.
El lobo te gruñe desconfiado, pero no aparenta ser decididamente hostil. No tienes mucho tiempo, escuchas gritos de las despreciables criaturas no muy lejos. Quizás simplemente deberías hechizarlo y lanzarlo contra tus perseguidores.
También podrías intentar razonar con él y pedirle que te deje seguir su camino, poniendose el mismo a cubierto, pero sabes que el tiempo apremia y que no es fácil hacer que un lobo confíe en alguien que ve por primera vez.


Orden de posteo: Maugan postea después de Warfax. El resto no importa.

1.Criseide

Mientras observaba los orcos, sentía muchos deseos de vengarse y ese pensamiento era tan fuerte que logra desconcentrarla, la rama del árbol sobre la que se sostenía se quebró y creyó haber despertado la atención de alguno de ellos. Sin mirar se dio la vuelta y sale corriendo con toda sus fuerzas pensando en el miedo que le daba aquello a lo que tanto odiaba, las lágrimas no paran de caer. A los pocos segundos recuerda a Zelmor y decide dirigirse hacia el lugar más cercano al bosque para pedir ayuda, ya no puede regresar para auxiliarlo y tampoco puede perdir su consejo, es hora de tomar sus propias decisiones.
Hacia muchos años que no tenia contacto con los humanos y pedirles ayuda era algo que le disgustaba bastante, muchas cosas se remueven en ella, el recuerdo de su infancia vuelve a reencarnar ese sentimiento en su ser, esto le hace retomar fuerzas, seca sus lágrimas y emprende camino hacia el Meson del Brazo Amigo cuestionándose como hacer para comunicarse en su antiguo lenguaje.

1.Maugan

Maugan decide levantarse, se dirige al salón central donde ve algunas caras nuevas y a su estimado Wilfred:

"Amigo, vuelvo a agradecer tu hospedaje, pero como muy sabiamente me has advertido, debería partir. Debo confesarte que cada paso que hacía para llegar a este pueblo sentía que se iba desprendiendo de mí una vieja historia y que me iba a tener que enfrentarar a este mundo cruel por mi propia cuenta. Tú conoces mejor que yo las tierras de Baldur's como así también a su diversa clase de gente y las aventuras que empeñan.

A propósito, - dirigiendo la mirada hacia su derecha con un gesto despreciativo - ¿Que sabes de ese barbasucia que tuvo el coraje de dormirse en este salón? Si quiere llamar la atención, con esa apariencia no ha de poder seducir ninguna de las mujerzuelas que lindan por aquí. A decir verdad, desde el momento que entró, su presencia fue un tanto inquietante, no se por qué razón me da mala espina y de no estar en tu posada lo hubiera intervenido inmediatamente tratando de exprimirle información...

Volviendo a lo principal, ¿Tú crees que en Beregost me las podré arreglar para hacerme de algunos libros arcanos?. Estoy interesado en aprender alguna otra habilidad que me permita enfrentar a los nuevos desafíos que me asechan. Como bien sabes, partí sin dinero y no es lo que me preocupa, por serme fácil el hecho de negociar con cualquier persona y hasta sabotear cualquier cinturón. Aunque lo mas valioso que tengo lo llevo en mi mente y en mi lengua.

Partiré de inmediato para la ciudad mas próxima del norte después de arreglar algunos asuntos en el Carnaval - Señalando hacia el este -. Si te cruzas con algún buen vendedor de información, ya sabes...
Luego querido Wilfred, no sabrás nada de mi, no desearía que te acosen mis cazadores, si es que alguna vez los tengo.

Si has de verme otra vez en algún tiempo esperaré que me recuerdes tanto como yo a ti, amigo. Si lo permites me voy marchando..."

Levanta su laúd y se encamina hacia la puerta de la posada.

1.Wacka

     El gnomo se quita la capucha de la túnica. El humo que salía de su pipa se ve interrumpido cuando su mano la aleja de su boca Silenciosamente hace una reverencia ante el mercenario y comienza a hablar dibujando una incomodante sonrisa en su rostro:
   "Disculpe buen señor, no era mi intención precipitarme. A decir verdad, ustedes son la razón por la que he venido hasta aquí. Estaba discutiendo con mi amigo Glodo (señala una roca a la derecha de la entrada) quien ha estado hablando ultimamente en alistarse en la milicia del imperio. Por lo visto ustedes son grandes guerreros y han sobrevivido temibles batallas, y saben mejor que yo que un gnomo no esta hecho para blandir una espada, ¿Serían tan amables de darme la razón en este argumento? Al menos que este equivocado, por supuesto, pero me cuesta imaginar un gnomo enfrentandose a un gigantezco hombre lobo... (de repente extiende el dedo indice hacia arriba) ,lo que me recuerda!! ¿Conocen de algún lugar donde vendan elementos poco convencionales? Mi amigo y yo estamos interesados en visitar algún lugar asi. 
     Oh si, (aspira profundamente el tabaco de su pipa y les ofrece a los mercenarios) disculpenme si hablo demasiado, su rostro confundido me indica que no hablan con gnomos muy seguidos, es verdad, solemos ser un poco tímidos.... en fin.... ¿Qué les había preguntado?

1.Warfax

El hambriento enano, se dirige directo hacia la posada. Empuja una puerta de madera e ingresa, y se encuentra con un lugar aparentemente muy acogedor, aunque de ambientación humilde, pero eso no le importa. Le pide al posadero una habitación para quedarse por algunos días, le paga algunas monedas, y decide recorrer un poco la ciudad. Compra algunos trozos de pan en una tienda y mientras los come, hecha un vistazo a los distintos personajes que caminan a su alrededor y se sorprende de lo heterogénea que la población era. Mayoritariamente habitaban humanos y enanos, pero se podian ver algunos pequeños gnomos y uno que otro delgado elfo.

Mientras caminaba, escuchó un sonido que le llamó fuertemente la atención, era el martillar de los herreros fabricado diversos objetos. Muy precipitado, se acercó a la herrería y pudo ver colgadas muchas armaduras, cascos, escudos, hachas, espadas, etc. Su facinación era evidente, y un agradable herrero, al ver los ojos del enano, dejó su actividad y le enseñó algunos objetos. Desgraciadamente él no tenía dinero, pero por ahora se conformaría con sostener estas relucientes armas.

Un poco agotado, decide volver a la posada para decidir cual es el paso a seguir. Se sienta en un sillón muy confortable frente a una chimenea y levantando sus pies los apoya sobre una mesa ratona medio vieja. Inmediatamente se queda dormido.

1.Eventos

Warfax:

Despés de varias jornadas de viaje llegas por fin a Nashkell. Estás cubierto de polvo de la cabeza a los pies. Si a eso le sumamos tu pobre indumentaria, es evidente que no eres el tipo de muchacho que una chica presentaría a su padre.
La ciudad en si es pequeña. Se nota observa a simple vista que la principal actividad del lugar es la minería. Los pocos habitantes que se desplazan alrededor tuyo parecen tipos sufridos, acostumbrados a trabajar bajo tierra. Te imaginas que no pueden ser muy diferentes a la gente de tu pueblo.
En cambio hay un constante movimiento de soldados. Parecen tropas bien entrenadas y disciplinadas. Crees que llevan las armas del imperio Amniano. Sabes que esta ciudad es su último asentamiento y que si haces unos cuantos kilometros hacia el norte, estarías pisando tierras controladas por los duques de Puerta de Baldur's.
Tienes hambre. No estás demasiado cansado, eres un enano resistente, pero te gustaría tender tus pies ante un buen fuego. Aquel edificio grande tiene todo el aspecto de ser una posada.

Maugan:

Pasaste la noche en el mesón de Nashkell. Luego de despertar te quedas cavilando en tu cómoda habitación. Sabes que es peligroso permanecer aquí ya que estas rodeado de soldados de Amn. Bastaría una orden de tu padre para que te arrojaran en un calabozo. No crees que las noticias de tu situación hayan llegado aún. Ningún mensajero conoce los caminos como tú.
Afortunadamente la guarnición es rotada cada 6 meses, y ninguno de los hombres apostados en la actualidad te conoce personalmente. Su capitán sirvió a las ordenes de tu padre,pero nunca fuisteis presentados.
Puedes confiar en Wilfred el posadero. Te debe un par de favorcillos y es un buen tipo. Quizás deberias pedirle consejo.Sea como sea, debes largarte pronto. Fue imprudente venir aquí, pero las ganas de una buena cama y una sabrosa cena pudieron más que el sentido común.

Criseide:

Algo no esta bien, puedes sentirlo. En el bosque viven todo tipo de criaturas, algunas son crueles y peligrosas, pero sientes una maldad ajena en el aire. Algo esta destruyendo el delicado balance.
Zelmor debe saberlo, tienen que actuar urgentemente. Corres hacia el claro donde le gusta tender sus ramas al sol.
Tras unos pocos pasos escuchas las primeras risas brutales y roncas. Conoces y odias esos espantosos sonidos, no dejan de atormentarte por las noches junto con la imagen de los cuerpos destrozados de tus padres. Debes apurarte, Zelmor es poderoso, pero puede necesitar tu ayuda.
Te asomas entre los árboles y no puedes creer lo que ven tus ojos. Unos 20 orcos estan desparramados en la hierba, en posiciones poco cómodas para alguien que estuviese con vida, pero varios más festejan y bailan. Entre ellos puedes ver un gran tronco, cubierto de inmunda sangre negra y erizado de hachas.
Las lágrimas anegan tus ojos mientras el deseo de venganza inunda tu corazón. Son muchos, pero están en tu elemento.La naturaleza desatada podría ser devastadora. Ya te han quitado a quien amabas antes.
No obstante tu razón te dice que sería inútil. Acabarian contigo y seguirían dañando al bosque. Sabes que unos kilometros al oeste se encuetra un enclave humano frecuentado por aventureros: El mesón del brazo amigo. Quizás allí puedas encontrar ayuda.


Wacka:

Llegas a las murallas del Brazo Amigo. Son bastante impresionantes, considerando que a fin de cuentas se trata únicamente de una posada.
Esta fotaleza es famosa por albergar a todo tipo de personas. Estos individuos probablemente acabarian unos con otro si se encontraran en campo abierto, pero aquí impera la más absoluta neutralidad. O al menos la mayor aprte del tiempo...
Si existe un buen lugar para conocer gente, escuchar historias y comenzar una aventura, ese es el Brazo Amigo.
Te acercas a la puerta, custodiada por dos mercenarios de aspecto rudo. El más robusto te espeta sin más.
- Alto gnomo, estos no son buenos tiempos. Los caminos están más peligrosos que nunca. ¿Que te trae por aquí?


(Orden de posteo, no importa)